Bitácora
Viernes, 10 de Octubre 2008
Organizado por FISEC y la Universidad de Málaga
“Edgar Morin y Rafael Alberto Pérez, en la clausura del VI Encuentro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación”
Reunidos en la ciudad de Málaga (España), en la sede de la empresa pública Turismo Andaluz, los días 24 al 26 de septiembre 2008, los expertos participantes en este VI Encuentro, procedentes de 11 países de la Comunidad de Estados Iberoamericanos, Francia, Alemania, Rusia, e Italia, han llegado- a través de tres conferencias magistrales y cuatro mesas de debate, en la que han intervenido 19 expertos, que representan a 13 Universidades, 4 Instituciones y un Medio de Comunicación - a las siguientes conclusiones:
Conclusiones generales:
Una vez precisadas en el anterior Encuentro los siete grandes cambios que introduce la Nueva Teoría Estratégica (Ver Conclusiones del V Encuentro celebrado el año pasado en la Universidade do Algarve, Portugal) FISEC ha dedicado este VI Encuentro a profundizar en la primera de esas trasformaciones: “el cambio del paradigma central. De la fragmentación a la complejidad”. A tal fin, tres conferenciantes distinguidos, Edgar Morin (complejidad), Jose Luis Sanchez (la nueva física y el caos) y Blas Lara (emergencia, procesos, fluido) explicaron el significado de cada cambio para que, en las mesas posteriores, los diferentes expertos pudiesen analizar sus consecuencias para la estrategia y la comunicación.
Los participantes han mostrado su satisfacción por este nuevo formato y por la calidad de intervenciones y debates. Pudiéndose considerar este VI Encuentro como uno de los más valorados de los hasta ahora celebrados por su profundidad, claridad de las exposiciones y transdisciplinaridad. Se debe destacar así mismo el hecho de que 11 de los 19 ponentes lo eran por primera vez.
El cambio de paradigmas en física y su transposición a las Ciencias Sociales
El escenario: Estamos ante una cuestión que trasciende el campo de la Estrategia en cuanto disciplina y que afecta la manera que entendemos y estudiamos la realidad misma. Sin duda, uno de los logros más importantes de la ciencia del siglo XX ha sido superar la fragmentación y la simplificación heredada del paradigma cartesiano-newtoniano. Una serie de autores prestigiosos viene desde hace años difundiendo los nuevos paradigmas y su aplicación a las ciencias sociales. En una lista breve destacan los nombres de Fritjot Capra, Gary Zurav, Joseph Jawosrski, Georges Balandier, Trinh Xuan Thuan, Christofer Laszlo, Jean-Francois Laugel, Danah Zohar, la Society for Chaos Theory in Psychology and Life Sciences, Stuart Watt y su “A fractal geometry of the mind” (1993) entre otros.
Pero ha sido, sin duda, Edgar Morin, presente en el Encuentro, el autor que más se ha preocupado por hacer el tránsito de los nuevos paradigmas de la física a las ciencias sociales poniendo el énfasis en el pensamiento complejo.
En el campo de la organización y del management hubo que esperar hasta finales de los ochenta a que Philip Mirowski (1989) denunciase que el paradigma dominante con que estaban trabajando se había quedado atrapada bajo la influencia de la física del XIX, incapaz de actualizarse. Una idea que cinco años más tarde retomaría Paul Ormerod (1944) en su "The Death of Economics". Ese mismo año Prahalad y Hamel (1994) se preguntarían: Why Search for a New Paradigm?” .
El mundo iberoamericano no es ajeno a esta tendencia y a la lista anterior habría que añadir los nombres de Jorge Wagensberger, Miguel Martínez Miguélez, Luis Racionero, Alvaro Fisher, Eduardo Martínez de la Fé, Blas Lara, José Navarro, Carneiro Caneda 2005) Felipe Gomez Pallete, Ismael Roldán Castro, Marcelo Manucci, Sandra Massoni, Jesús Galindo, Rafael Alberto Pérez, Rafael Ávila González y, en general, la mayoría de los 300 investigadores que se integran en FISEC. Es de destacar que siete de los expertos citados participaron en el Encuentro.
Pero, a pesar de estos esfuerzos, son muchas las personas que todavía hoy se preguntan si realmente es correcto traspasar principios de la física a las ciencias sociales y de los submundos cuánticos al nivel macro en que ,hacemos prosaicos negocios o dirigimos políticas educativas o de desarrollo. Otros piensan que, en el mejor de los casos, se trata de simples metáforas. De ahí el interés de las opiniones vertidas en el Encuentro y de sus conclusiones que resumimos a continuación.
Conclusiones
La complejidad del mundo real reclama un pensamiento también complejo. El pensamiento complejo es esencialmente interactivo, dinámico, no-dualista y sí, en cambio, multidimensional. Es un pensamiento que relativiza. Su campo de estudio y su territorio de intervención son las intersecciones. Sus preocupaciones son dos: el cambio y la relación entre los todos y sus partes. En la medida en que la evolución de la vida, la mente y la sociedad es un caso de la cuestión general sobre la interacción de las partes para la formación de un todo, se abre una vía para trasladar el nuevo paradigma al mundo de las ciencias sociales y, más en concreto, al de la organización, la comunicación y la estrategia.
Extrapolar los paradigmas de la física a las ciencias sociales y al tipo de fenómenos que éstas estudian tiene pues pleno sentido, la física ha sido siempre el modelo para las otras ciencias, y, de hecho, es una tarea que ya se está llevando a cabo en muchos campos, pero exige rigor y cautela.
La física cuántica forma hoy parte de la cultura humana, ya que ha trascendido el ámbito de los laboratorios de investigación.
Básicamente, viene a decir que la materia en sus niveles más básicos no tiene forma definida, ni ocupa un lugar concreto en el espacio.
Se comporta a veces como onda, a veces como partícula, siendo imposible determinar su posición salvo mediante probabilidades.
La característica fundamental de este universo cuántico es por tanto la incertidumbre y la imprevisibilidad.
Otra característica del universo cuántico es que las partículas ocasionalmente se comunican entre sí sin mediar entre ellas tiempo o espacio, lo que significa que en la práctica se comportan como si fueran una sola (la llamada interconexión profunda).
Asimismo, la física cuántica plantea que el observador forma parte inseparable de la realidad que pretende conocer y describir, poniendo fin a la noción de espacio que había propuesto tradicionalmente la física.
La física cuántica cuestiona el concepto lineal de tiempo, abriendo nuevas posibilidades a las aproximaciones al futuro que son necesarias para adoptar las mejores decisiones en el presente.
La física cuántica no puede avanzar en solitario, ya que necesita el apoyo de otras disciplinas (la nueva biología, la teoría de sistemas, la cibernética y las teorías de la comunicación) para articular nuevos conocimientos. La complejidad reclama la transdisiciplinariedad.
¿De qué manera puede el cambio de paradigmas incidir en la forma en que llevamos a cabo nuestras estrategias?
Lo cierto es que no es lo mismo pedir un nuevo paradigma para el management y la organización que un nuevo paradigma para la Estrategia. Los propios Prahalad y Hamel, así lo reconocían en 1995:
“Aunque son numerosas y ruidosas las voces que reclaman un nuevo paradigma organizativo, no se ha pedido también un nuevo paradigma de una nueva estrategia. Creemos sin embargo, que la forma que tiene muchas empresas de planear su estrategia está tan anticuada y es tan perniciosa como la forma que tienen de organizarse”.
Precisamente lo que se pretende desde FISEC es ver hasta qué punto la asunción de los nuevos paradigmas y su aplicación al campo específico de los estudios sobre Estrategia tiene implicaciones teóricas y prácticas. Veamos cuáles fueron las conclusiones del Encuentro al respecto:
Conclusiones:
El cambio de paradigmas incide en el ámbito de las estrategias y de la comunicación porque afecta a la forma en que entendemos a las personas y sus relaciones con el entorno. Todos estos conceptos nuevos son necesarios a la hora de articular una nueva teoría estratégica, ya que sugiere:
1. Una nueva relación hombre/mundo:
Al decirnos que:
La realidad es multidimensional, está conectada y configurada en red.
Permite lecturas aparentemente contradictorias.
El hombre y la sociedad no son entes tan separables como se ha pensado hasta ahora, y que podrían formar un continuo. Algo que en cierto modo ya vienen recogiendo las recientes aportaciones sobre redes sociales.
Nos debería llevar a:
Trabajar con las interconexiones y los flujos de las redes sociales. En este contexto conectividad se convierte en un concepto clave
Dejar de pensar en el todo como conjunto aditivo de las partes.
Tender puentes mediante la comunicación y el diálogo y a dejar de pensar la realidad en base a categorías contrapuestas (dualidades) que se rechazan y se excluyen. A abandonar el pensamiento dicotómico disyuntivo y a buscar la armonía de lo aparentemente opuesto. La conjunción y la complementariedad. Y finalmente a trabajar con y desde las diferencias, y no tratando de anularlas.
Una nueva mirada:
Esta nueva comprensión de la relación hombre/mundo transforma la propia noción de Estrategia y cambia el énfasis del problema a la oportunidad y del conflicto a la articulación. Pues al entender que los seres humanos formamos parte de la misma red que los otros individuos que nos afectan real o potencialmente, el estrategar (proceso estratégico) pasa a ser la búsqueda de mejores configuraciones para nuestra red personal, profesional, de negocios, de proyectos. Lo que no implica necesariamente el antagonismo ni la confrontación sino más bien la búsqueda de soluciones armónicas.
2. Un nuevo sentido de la incertidumbre:
Frente al relativismo epistemológico postmoderno que desemboca en el “todo vale” el paradigma de la complejidad supone un nuevo entendimiento de la verdad que no la concibe como verdad absoluta sino como verdad concernida. Lo que hace que cualquier acción o estrategia ya no estará fundada en ninguna entidad ideal y o ámbito trascendente, sino en que resulta imprescindible para responder a la incertidumbre generada por la situación fenomenológica compleja en la que encuentra su razón de ser.
En la medida en que la sociedad está intrínsecamente abierta a un universo de posibilidades, es el hombre (en física, el observador) al estrategar y elegir entre alternativas de acción el que concreta los universos posibles (futuribles) en una realidad material y medible.
Todo ello nos lleva al hecho de que trabajamos en la incertidumbre, y que esta se puede estructurar, reducir, pero nunca suprimir. A aceptar que en la vida real hay muy pocas estrategias óptimas y que los problemas humanos son humanos precisamente porque carecemos del algoritmo apropiado. Como consecuencia estamos condenados a abandonar el sueño del “one best way” y asumir que estamos condenados a la hermenéusis.
Todo ello hace que seamos protagonistas indiscutibles de la historia humana y responsables de nuestras decisiones, porque el mundo externo forma parte inseparable del mundo interior humano.
Y, a su vez, el mundo interior humano forma parte del conocimiento del mundo y que por ello es tanto o más importante que el mundo objetivo.
Consecuencias prácticas:
Reducir la incertidumbre en un mundo de conexiones no lleva inexorablemente a modificar nuestra forma de modelizar y de analizar, pasando de métodos analíticos simplistas, fragmentarios y reduccionistas a otros sistémicos. Si complejo es lo que está tejido junto, tenemos que dejar de analizar como hasta ahora, troceando la realidad y estudiando sus partes por separados para poner nuestro foco en lo que une, es decir en las interconexiones y los flujos.
Afecta, también a nuestro enfoque de la Estrategia de conflictivo a conectivo y articulador. En una sociedad que vive y teme el choque de civilizaciones la gran cuestión es saber tender puentes entre las partes en litigio; puentes entre las distintas percepciones (culturales, religiosas) que de una misma realidad hacen los grupos sociales. Saber encontrar lo que une más que lo que separa. El siglo XX necesita una Estrategia concebida como ciencia de la articulación y, para ello, hay que trabajar con una mente compleja que sea capaz de encontrar lo conjuntivo, lo que une y no lo que separa. Este realismo nos debería llevar a (1) trabajar con estrategias flexibles y (2) a montar sistemas de monitorización y de evaluación en tiempo real que acompañen a nuestras estrategias desde su inicio, para reconducir la estrategia o hacer saltar las alarmas si fuese el caso. Y (3) a tener un plan B, por si la estrategia no funciona en la realidad.
3. Una nueva concepción del ser humano: de racional a relacional.
Los dos anteriores cambios conducen a una revisión de la racionalidad y de la ética de la acción, que desembocan en una nueva concepción del ser humano: el hombre relacional. Pero este cambio, uno de los más importantes que propone la Nueva Teoría Estratégica, será objeto de debate en el VII Encuentro a celebrar en 2009 en Cartagena de Indias (Colombia) organizado por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, la Universidad Jorge Tadeo Lozano y por el Politécnico Grancolombiano a quienes los participantes agradecen su esfuerzo y les dan la bienvenida.
Agradecimientos
Finalmente los participantes en el VI ENCUENTRO IBEROAMERICANO SOBRE ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN quieren expresar su agradecimiento a FISEC (y a su equipo de secretaría) y a la Universidad de Málaga- entidades co-organizadoras del Encuentro- así como a la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, a la Empresa pública Turismo Andaluz y al Patronato de Turismo Costa del Sol, sin cuyo sostén el Encuentro no hubiese podido celebrarse. Agradecimiento que hacemos extensivo a nuestros patrocinadores permanentes UNION FENOSA, IBERIA y el Decanato de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense.
Málaga , 26 de septiembre 2008
Conclusiones generales:
Una vez precisadas en el anterior Encuentro los siete grandes cambios que introduce la Nueva Teoría Estratégica (Ver Conclusiones del V Encuentro celebrado el año pasado en la Universidade do Algarve, Portugal) FISEC ha dedicado este VI Encuentro a profundizar en la primera de esas trasformaciones: “el cambio del paradigma central. De la fragmentación a la complejidad”. A tal fin, tres conferenciantes distinguidos, Edgar Morin (complejidad), Jose Luis Sanchez (la nueva física y el caos) y Blas Lara (emergencia, procesos, fluido) explicaron el significado de cada cambio para que, en las mesas posteriores, los diferentes expertos pudiesen analizar sus consecuencias para la estrategia y la comunicación.
Los participantes han mostrado su satisfacción por este nuevo formato y por la calidad de intervenciones y debates. Pudiéndose considerar este VI Encuentro como uno de los más valorados de los hasta ahora celebrados por su profundidad, claridad de las exposiciones y transdisciplinaridad. Se debe destacar así mismo el hecho de que 11 de los 19 ponentes lo eran por primera vez.
El cambio de paradigmas en física y su transposición a las Ciencias Sociales
El escenario: Estamos ante una cuestión que trasciende el campo de la Estrategia en cuanto disciplina y que afecta la manera que entendemos y estudiamos la realidad misma. Sin duda, uno de los logros más importantes de la ciencia del siglo XX ha sido superar la fragmentación y la simplificación heredada del paradigma cartesiano-newtoniano. Una serie de autores prestigiosos viene desde hace años difundiendo los nuevos paradigmas y su aplicación a las ciencias sociales. En una lista breve destacan los nombres de Fritjot Capra, Gary Zurav, Joseph Jawosrski, Georges Balandier, Trinh Xuan Thuan, Christofer Laszlo, Jean-Francois Laugel, Danah Zohar, la Society for Chaos Theory in Psychology and Life Sciences, Stuart Watt y su “A fractal geometry of the mind” (1993) entre otros.
Pero ha sido, sin duda, Edgar Morin, presente en el Encuentro, el autor que más se ha preocupado por hacer el tránsito de los nuevos paradigmas de la física a las ciencias sociales poniendo el énfasis en el pensamiento complejo.
En el campo de la organización y del management hubo que esperar hasta finales de los ochenta a que Philip Mirowski (1989) denunciase que el paradigma dominante con que estaban trabajando se había quedado atrapada bajo la influencia de la física del XIX, incapaz de actualizarse. Una idea que cinco años más tarde retomaría Paul Ormerod (1944) en su "The Death of Economics". Ese mismo año Prahalad y Hamel (1994) se preguntarían: Why Search for a New Paradigm?” .
El mundo iberoamericano no es ajeno a esta tendencia y a la lista anterior habría que añadir los nombres de Jorge Wagensberger, Miguel Martínez Miguélez, Luis Racionero, Alvaro Fisher, Eduardo Martínez de la Fé, Blas Lara, José Navarro, Carneiro Caneda 2005) Felipe Gomez Pallete, Ismael Roldán Castro, Marcelo Manucci, Sandra Massoni, Jesús Galindo, Rafael Alberto Pérez, Rafael Ávila González y, en general, la mayoría de los 300 investigadores que se integran en FISEC. Es de destacar que siete de los expertos citados participaron en el Encuentro.
Pero, a pesar de estos esfuerzos, son muchas las personas que todavía hoy se preguntan si realmente es correcto traspasar principios de la física a las ciencias sociales y de los submundos cuánticos al nivel macro en que ,hacemos prosaicos negocios o dirigimos políticas educativas o de desarrollo. Otros piensan que, en el mejor de los casos, se trata de simples metáforas. De ahí el interés de las opiniones vertidas en el Encuentro y de sus conclusiones que resumimos a continuación.
Conclusiones
La complejidad del mundo real reclama un pensamiento también complejo. El pensamiento complejo es esencialmente interactivo, dinámico, no-dualista y sí, en cambio, multidimensional. Es un pensamiento que relativiza. Su campo de estudio y su territorio de intervención son las intersecciones. Sus preocupaciones son dos: el cambio y la relación entre los todos y sus partes. En la medida en que la evolución de la vida, la mente y la sociedad es un caso de la cuestión general sobre la interacción de las partes para la formación de un todo, se abre una vía para trasladar el nuevo paradigma al mundo de las ciencias sociales y, más en concreto, al de la organización, la comunicación y la estrategia.
Extrapolar los paradigmas de la física a las ciencias sociales y al tipo de fenómenos que éstas estudian tiene pues pleno sentido, la física ha sido siempre el modelo para las otras ciencias, y, de hecho, es una tarea que ya se está llevando a cabo en muchos campos, pero exige rigor y cautela.
La física cuántica forma hoy parte de la cultura humana, ya que ha trascendido el ámbito de los laboratorios de investigación.
Básicamente, viene a decir que la materia en sus niveles más básicos no tiene forma definida, ni ocupa un lugar concreto en el espacio.
Se comporta a veces como onda, a veces como partícula, siendo imposible determinar su posición salvo mediante probabilidades.
La característica fundamental de este universo cuántico es por tanto la incertidumbre y la imprevisibilidad.
Otra característica del universo cuántico es que las partículas ocasionalmente se comunican entre sí sin mediar entre ellas tiempo o espacio, lo que significa que en la práctica se comportan como si fueran una sola (la llamada interconexión profunda).
Asimismo, la física cuántica plantea que el observador forma parte inseparable de la realidad que pretende conocer y describir, poniendo fin a la noción de espacio que había propuesto tradicionalmente la física.
La física cuántica cuestiona el concepto lineal de tiempo, abriendo nuevas posibilidades a las aproximaciones al futuro que son necesarias para adoptar las mejores decisiones en el presente.
La física cuántica no puede avanzar en solitario, ya que necesita el apoyo de otras disciplinas (la nueva biología, la teoría de sistemas, la cibernética y las teorías de la comunicación) para articular nuevos conocimientos. La complejidad reclama la transdisiciplinariedad.
¿De qué manera puede el cambio de paradigmas incidir en la forma en que llevamos a cabo nuestras estrategias?
Lo cierto es que no es lo mismo pedir un nuevo paradigma para el management y la organización que un nuevo paradigma para la Estrategia. Los propios Prahalad y Hamel, así lo reconocían en 1995:
“Aunque son numerosas y ruidosas las voces que reclaman un nuevo paradigma organizativo, no se ha pedido también un nuevo paradigma de una nueva estrategia. Creemos sin embargo, que la forma que tiene muchas empresas de planear su estrategia está tan anticuada y es tan perniciosa como la forma que tienen de organizarse”.
Precisamente lo que se pretende desde FISEC es ver hasta qué punto la asunción de los nuevos paradigmas y su aplicación al campo específico de los estudios sobre Estrategia tiene implicaciones teóricas y prácticas. Veamos cuáles fueron las conclusiones del Encuentro al respecto:
Conclusiones:
El cambio de paradigmas incide en el ámbito de las estrategias y de la comunicación porque afecta a la forma en que entendemos a las personas y sus relaciones con el entorno. Todos estos conceptos nuevos son necesarios a la hora de articular una nueva teoría estratégica, ya que sugiere:
1. Una nueva relación hombre/mundo:
Al decirnos que:
La realidad es multidimensional, está conectada y configurada en red.
Permite lecturas aparentemente contradictorias.
El hombre y la sociedad no son entes tan separables como se ha pensado hasta ahora, y que podrían formar un continuo. Algo que en cierto modo ya vienen recogiendo las recientes aportaciones sobre redes sociales.
Nos debería llevar a:
Trabajar con las interconexiones y los flujos de las redes sociales. En este contexto conectividad se convierte en un concepto clave
Dejar de pensar en el todo como conjunto aditivo de las partes.
Tender puentes mediante la comunicación y el diálogo y a dejar de pensar la realidad en base a categorías contrapuestas (dualidades) que se rechazan y se excluyen. A abandonar el pensamiento dicotómico disyuntivo y a buscar la armonía de lo aparentemente opuesto. La conjunción y la complementariedad. Y finalmente a trabajar con y desde las diferencias, y no tratando de anularlas.
Una nueva mirada:
Esta nueva comprensión de la relación hombre/mundo transforma la propia noción de Estrategia y cambia el énfasis del problema a la oportunidad y del conflicto a la articulación. Pues al entender que los seres humanos formamos parte de la misma red que los otros individuos que nos afectan real o potencialmente, el estrategar (proceso estratégico) pasa a ser la búsqueda de mejores configuraciones para nuestra red personal, profesional, de negocios, de proyectos. Lo que no implica necesariamente el antagonismo ni la confrontación sino más bien la búsqueda de soluciones armónicas.
2. Un nuevo sentido de la incertidumbre:
Frente al relativismo epistemológico postmoderno que desemboca en el “todo vale” el paradigma de la complejidad supone un nuevo entendimiento de la verdad que no la concibe como verdad absoluta sino como verdad concernida. Lo que hace que cualquier acción o estrategia ya no estará fundada en ninguna entidad ideal y o ámbito trascendente, sino en que resulta imprescindible para responder a la incertidumbre generada por la situación fenomenológica compleja en la que encuentra su razón de ser.
En la medida en que la sociedad está intrínsecamente abierta a un universo de posibilidades, es el hombre (en física, el observador) al estrategar y elegir entre alternativas de acción el que concreta los universos posibles (futuribles) en una realidad material y medible.
Todo ello nos lleva al hecho de que trabajamos en la incertidumbre, y que esta se puede estructurar, reducir, pero nunca suprimir. A aceptar que en la vida real hay muy pocas estrategias óptimas y que los problemas humanos son humanos precisamente porque carecemos del algoritmo apropiado. Como consecuencia estamos condenados a abandonar el sueño del “one best way” y asumir que estamos condenados a la hermenéusis.
Todo ello hace que seamos protagonistas indiscutibles de la historia humana y responsables de nuestras decisiones, porque el mundo externo forma parte inseparable del mundo interior humano.
Y, a su vez, el mundo interior humano forma parte del conocimiento del mundo y que por ello es tanto o más importante que el mundo objetivo.
Consecuencias prácticas:
Reducir la incertidumbre en un mundo de conexiones no lleva inexorablemente a modificar nuestra forma de modelizar y de analizar, pasando de métodos analíticos simplistas, fragmentarios y reduccionistas a otros sistémicos. Si complejo es lo que está tejido junto, tenemos que dejar de analizar como hasta ahora, troceando la realidad y estudiando sus partes por separados para poner nuestro foco en lo que une, es decir en las interconexiones y los flujos.
Afecta, también a nuestro enfoque de la Estrategia de conflictivo a conectivo y articulador. En una sociedad que vive y teme el choque de civilizaciones la gran cuestión es saber tender puentes entre las partes en litigio; puentes entre las distintas percepciones (culturales, religiosas) que de una misma realidad hacen los grupos sociales. Saber encontrar lo que une más que lo que separa. El siglo XX necesita una Estrategia concebida como ciencia de la articulación y, para ello, hay que trabajar con una mente compleja que sea capaz de encontrar lo conjuntivo, lo que une y no lo que separa. Este realismo nos debería llevar a (1) trabajar con estrategias flexibles y (2) a montar sistemas de monitorización y de evaluación en tiempo real que acompañen a nuestras estrategias desde su inicio, para reconducir la estrategia o hacer saltar las alarmas si fuese el caso. Y (3) a tener un plan B, por si la estrategia no funciona en la realidad.
3. Una nueva concepción del ser humano: de racional a relacional.
Los dos anteriores cambios conducen a una revisión de la racionalidad y de la ética de la acción, que desembocan en una nueva concepción del ser humano: el hombre relacional. Pero este cambio, uno de los más importantes que propone la Nueva Teoría Estratégica, será objeto de debate en el VII Encuentro a celebrar en 2009 en Cartagena de Indias (Colombia) organizado por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, la Universidad Jorge Tadeo Lozano y por el Politécnico Grancolombiano a quienes los participantes agradecen su esfuerzo y les dan la bienvenida.
Agradecimientos
Finalmente los participantes en el VI ENCUENTRO IBEROAMERICANO SOBRE ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN quieren expresar su agradecimiento a FISEC (y a su equipo de secretaría) y a la Universidad de Málaga- entidades co-organizadoras del Encuentro- así como a la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, a la Empresa pública Turismo Andaluz y al Patronato de Turismo Costa del Sol, sin cuyo sostén el Encuentro no hubiese podido celebrarse. Agradecimiento que hacemos extensivo a nuestros patrocinadores permanentes UNION FENOSA, IBERIA y el Decanato de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense.
Málaga , 26 de septiembre 2008
Editado por
Gabinete de Comunicación
El Foro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación (FISEC) es una asociación sin ánimo de lucro constituida en 2003 por un reducido grupo de académicos y expertos del mundo profesional de la Comunicación, con la intención de favorecer el intercambio más rico y productivo posible entre sus miembros, estudiosos, académicos y profesionales de la Comunicación Estratégica dentro del ámbito Iberoamericano.
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
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