¿Cuándo nos daremos cuenta de que el modelo de la guerra ya no vale para orientar los conflictos de la sociedad moderna?
Hoy se trata de articular las diferencias y de saber enriquecernos de ellas. Nunca negarlas o destruirlas. Como un día dijo en FISEC Aitor Ugarte: “el estratega es el habitante de la frontera”.
Me gusta el fútbol, pero no suelo escribir sobre él. Y si hoy hago estas reflexiones es en relación con un caso que nos acaba de brindar el futbol español o tal vez habría que decir “Espanyol” pues ha sido una parte de la afición de este club la que da pie a mi comentario.
Hace unos días el entrenador del Espanyol , Quique Sánchez Flores, en la rueda de prensa posterior al derbi Barcelona-Espanyol: hizo algo insólito: elogió a un jugador del equipo contrario que acaba de ganarle: “Messi es capaz de cambiar cualquier partido. Es el único jugador del mundo que podría marcar un 'hat-trick' en cada partido si se lo propusiera".
Felicito a Flores tanto por sus elogios Messi como por la responsabilidad que muestra con sus disculpas, pero quiero dejar constancia de que son esos aficionados los que tendrían que cambiar su manera de pensar y entender la competencia y la vida.
Aunque a algunos les cueste entenderlo necesitamos al competidor, sin él no habría partido, ni liga, ni fútbol. Es cierto que es “del otro bando” y por eso hay que tratar de ganarle, pero nunca es un enemigo al que haya que destruir ni denostar.
¡Bravo Quique! Nos has regalado la clave de todas las claves del éxito que en el mundo han sido: reconocer los méritos de nuestros competidores. Solo aprendiendo de ellos podremos un día superarlos. Como todas las cosas importantes del mundo no hay que ir muy lejos para encontrarla, pero se diría que solo unos pocos saben verla.
La NTE usará los vídeos con los comentarios de Quique Sánchez Flores en las Universidades de medio mundo para formar a los estrategas del mañana. Gracias por este regalo de Navidad.