Vengo apreciando desde hace años la cocina chilena. Sin meter el ruido de otras cocinas ni tener un líder carismático, ofrece platos que van más allá de lo excelente. Producto de la fusión de la cocina indígena mapuche, de Chiloé, sureña, aimara y atacameña y de ciertas influencias europeas.
Y aunque la fama se la llevan las empanadillas chilenas, ahí está el pastel de choclo, y el de papa; las humitas; el cordero patagónico y el curanto y también la chorrillana. Destacan también sus pescados: albacora , merluzas del sur, congrios, corvinas y muy especialmente sus mariscos: machas, locos, choritos, camarones…
Santiago ofrece además ambientes únicos para paladear esos platos. Una referencia obligada es Bella Vista- Allí mi preferido es “El azul profundo ”. Hoy almorcé en el Liguria con unos amigos de la Universidad. Pero hay muchas otras opciones.
Estaba en estas reflexiones cuando saltó en mi entorno otra sorpresa: alguien me ofrecía en Santiago de Chile algo más familiar para un español como yo: tortilla de patatas española. Me la ofrece Arantza Vera. Ahí tienen su anuncio y sus datos. Si no la han probado vale la pena:
Y aunque la fama se la llevan las empanadillas chilenas, ahí está el pastel de choclo, y el de papa; las humitas; el cordero patagónico y el curanto y también la chorrillana. Destacan también sus pescados: albacora , merluzas del sur, congrios, corvinas y muy especialmente sus mariscos: machas, locos, choritos, camarones…
Santiago ofrece además ambientes únicos para paladear esos platos. Una referencia obligada es Bella Vista- Allí mi preferido es “El azul profundo ”. Hoy almorcé en el Liguria con unos amigos de la Universidad. Pero hay muchas otras opciones.
Estaba en estas reflexiones cuando saltó en mi entorno otra sorpresa: alguien me ofrecía en Santiago de Chile algo más familiar para un español como yo: tortilla de patatas española. Me la ofrece Arantza Vera. Ahí tienen su anuncio y sus datos. Si no la han probado vale la pena: