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In Memoriam Guillermo Hoyos

Redactado por Rafael Alberto Pérez el Lunes, 7 de Enero 2013 a las 09:04

Otro de los grandes que se nos van


Guillermo Hoyos y Rafael Alberto Pérez
Me acaban de dar la mala noticia. Este sábado ha fallecido Guillermo Hoyos. Filósofo, amigo y director del Instituto de Bioética de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.  Allí coincidimos el año pasado en mi anterior visita a Colombia,  en un grato almuerzo con su esposa Patricia, el profesor Antonio Roveda y el Decano de la Facultad de Comunicación. Pensaba volverlo a ver dentro de quince días también en Bogotá. Ya no podrá ser.  
 
Su gran inteligencia – discípulo favorito de Habermas- nunca eclipsó su bondad ni su enorme talla humana. Hombre bueno donde los haya, amante de su país y comprometido con la paz y la justicia.
 
Recuerdo que tuve el gusto de conocerlo en Cartagena de Indias con ocasión del VII Encuentro del Foro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación, y almorzamos juntos en el entreacto de las sesiones. Su sentido del humor, su humanidad me cautivaron. Recuerdo que entre broma y broma charlamos sobre Habermas y su utopía consensual. Volvimos a estar Juntos con motivo del Encuentro de Estrategar en la Isla de San Simón (Isla del pensamiento) donde pasamos una gratas veladas, viendo entre otras cosas a la selección española ganar la copa del Mundo. Y es que con Guillermo Hoyos el pensamiento pasa por lo cotidiano.

Saquemos partido de sus lecciones, pero ni siquiera ellas podrán consolar. Me duele desde ya la usencia del amigo y dejo que sea Gilbert Becuad quien lo diga con palabras más acertadas que las mías.
 



Hoyos fue decano de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional, coordinador de la Comisión Nacional de Doctorados y Maestrías y del Consejo Nacional de Educación Superior, miembro del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y también Director del Instituto de Estudios Sociales y Culturales (PENSAR), fundado por la Pontificia Universidad Javeriana en 1993
Además, fue miembro de la comisión de verificación de los acuerdos de paz en 1984, participó en el proceso de la comisión de diálogo con el M-19 y estuvo vinculado a la Cancillería como miembro de la academia diplomática.

Desde niño creyó en su vocación social. A los 11 años se unió a los jesuitas, sin embargo, rompió con la iglesia luego de viajar a Alemania donde estudió teología en la Universidad de Frankfort, bajo los preceptos del Concilio Vaticano II, y más adelante se convirtió en doctor de Filosofía de la Universidad de Colonia. A su regreso, Hoyos se declaró en desacuerdo con los lineamientos de la iglesia colombiana y después de más de treinta años de servicio, renunció al sacerdocio en 1976, y se entregó a la docencia. 

Su trabajo en la academia fue galardonado el pasado diciembre con el premio vida y obra, del Ministerio de Educación, durante la entrega de los reconocimientos a Los Mejores en Educación 2012.
Rafael Alberto Pérez

| Lunes, 7 de Enero 2013

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