Como todos los días me levanté temprano, a las 7.00 horas. Todavía noche cerrada en este frío invierno madrileño. Mientras desayunaba viendo las noticias en la tele y repasando la agenda, un apunte me recordó la actividad principal del día: 12.00 horas: Tribunal de tesis doctoral; Lugar: salón naranja de la Facultad de Ciencias de la Información del Universidad Complutense. Función: Secretario del Tribunal.
Unas horas más tarde María Jesús Martínez Pestaña se convertía en la Dra. María Jesús Martínez Pestaña. En términos de lenguaje solo había cambiado una palabra. Pero en términos académicos se había producido uno de los hechos más destacados de la vida Universitaria. Como supo destacar el presidente del Tribunal, el profesor Dr. José López Yepes: un nuevo miembro había adquirido el rango de Doctor y con ello su reconocimiento como investigador. Pero sobre todo se le otorgaba un don muy especial: el poder de nombrar a futuros nuevos investigadores. El derecho de ser miembro de futuros tribunales y de otorgar el rango de Dr. a otros investigadores que necesariamente vendrán a sustituirnos.
María Jesus Martínez Pestaña, la hasta entonces doctoranda no era alguien extraño para mí. La conocí en 2002. Investigando la producción científica sobre publicidad en la Universidad española la había estructurado en 4 etapas: 1917, los inicios con Prat Gaballí; la década de 1970: los fundadores; la década de 1980: etapa continuadora; la década de 1990: el periodo de consolidación. Y al hacerlo se había tropezado con un autor que aparecía en los 70, seguía en los 80 y volvía a aparecer en los 90. Poco a poco se fue interesándose en dicho autor, al punto de llegar a saber más sobre mí, que yo mismo. Un día hizo que nos presentaran y me anunció que iba a publicar una monografía sobre mi trabajo. Y cumplió su palabra. Con el largo título de “El estudio de la comunicación pública en España: la aportación investigadora del Profesor Rafael Alberto Pérez González” su monografía fue publicada en 2002 por Dpto. de Biblioteconomía de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la Universidad Complutense con prólogo del Profesor López Yepes. Es un trabajo riguroso, que sin duda yo nunca me merecí, pero que me dio ánimos para seguir en la brecha.
Y de pronto desapareció. Una larga ausencia de cerca de 8 años, hasta que hace unos meses se me hizo saber que había sido designado como miembro de su tribunal. Me alegró noticia. Su tesis titulada “Evaluación de la producción científica española sobre publicidad” dirigida por Juan Carlos Marcos recio y Francisca Blasco López, es una aportación no ya buena sino necesaria. Estamos ante el trabajo más completo en esta materia desde que el Profesor Fernando Martín (por cierto miembro también del tribunal) publicara en 1983 sus “Bases de datos publicitarias” obra largamente citada durante la lectura de la tesis y a la que todos hemos acudido en algún momento de nuestras vidas.
Hoy gracias a Maria Jesús sabemos que las 110 tesis doctorales sobre comunicación entre 1971 y 2001 (todas ellas en castellano salvo dos en catalán) fueron presentadas en 23 Universidades españolas. Siendo la Universidad Complutense de Madrid la más productiva con 48 (un 43, 63%) de las cuales 39 en la Facultad de Ciencias de la Información. Seguida por la Universidad Autónoma de Barcelona con 12 (un 10,90%).
Sabemos también que esas tesis siguen 20 líneas de investigación (y que 2 de ellas son sobre estrategia, una de las cuales es, por cierto, la mía).
Y que durante ese mismo periodo se publicaron 736 monografías y 2.771 artículos que cumplieran las exigencias de la investigación.
Cerrada brillantemente una etapa se abre otra. A Maria Jesús Martínez Pestaña le aguardan sin duda dos tareas pendientes. Completar el período 2001 al 20011, pero, sobre todo, la evaluación cualitativa de esa producción. Cantidad ni implica necesariamente calidad. Sabemos que hemos trabajado mucho y duro, pero ¿Cuánto hemos aportado? ¿Cuántos de esos trabajos son divulgación de pensamiento generado fuera de nuestras fronteras y cuántos son aportación original?
Me consta que María Jesus tiene ánimo y herramientas para llevar a buen término esa tarea. Ese día sabremos donde realmente estamos.
Unas horas más tarde María Jesús Martínez Pestaña se convertía en la Dra. María Jesús Martínez Pestaña. En términos de lenguaje solo había cambiado una palabra. Pero en términos académicos se había producido uno de los hechos más destacados de la vida Universitaria. Como supo destacar el presidente del Tribunal, el profesor Dr. José López Yepes: un nuevo miembro había adquirido el rango de Doctor y con ello su reconocimiento como investigador. Pero sobre todo se le otorgaba un don muy especial: el poder de nombrar a futuros nuevos investigadores. El derecho de ser miembro de futuros tribunales y de otorgar el rango de Dr. a otros investigadores que necesariamente vendrán a sustituirnos.
María Jesus Martínez Pestaña, la hasta entonces doctoranda no era alguien extraño para mí. La conocí en 2002. Investigando la producción científica sobre publicidad en la Universidad española la había estructurado en 4 etapas: 1917, los inicios con Prat Gaballí; la década de 1970: los fundadores; la década de 1980: etapa continuadora; la década de 1990: el periodo de consolidación. Y al hacerlo se había tropezado con un autor que aparecía en los 70, seguía en los 80 y volvía a aparecer en los 90. Poco a poco se fue interesándose en dicho autor, al punto de llegar a saber más sobre mí, que yo mismo. Un día hizo que nos presentaran y me anunció que iba a publicar una monografía sobre mi trabajo. Y cumplió su palabra. Con el largo título de “El estudio de la comunicación pública en España: la aportación investigadora del Profesor Rafael Alberto Pérez González” su monografía fue publicada en 2002 por Dpto. de Biblioteconomía de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la Universidad Complutense con prólogo del Profesor López Yepes. Es un trabajo riguroso, que sin duda yo nunca me merecí, pero que me dio ánimos para seguir en la brecha.
Y de pronto desapareció. Una larga ausencia de cerca de 8 años, hasta que hace unos meses se me hizo saber que había sido designado como miembro de su tribunal. Me alegró noticia. Su tesis titulada “Evaluación de la producción científica española sobre publicidad” dirigida por Juan Carlos Marcos recio y Francisca Blasco López, es una aportación no ya buena sino necesaria. Estamos ante el trabajo más completo en esta materia desde que el Profesor Fernando Martín (por cierto miembro también del tribunal) publicara en 1983 sus “Bases de datos publicitarias” obra largamente citada durante la lectura de la tesis y a la que todos hemos acudido en algún momento de nuestras vidas.
Hoy gracias a Maria Jesús sabemos que las 110 tesis doctorales sobre comunicación entre 1971 y 2001 (todas ellas en castellano salvo dos en catalán) fueron presentadas en 23 Universidades españolas. Siendo la Universidad Complutense de Madrid la más productiva con 48 (un 43, 63%) de las cuales 39 en la Facultad de Ciencias de la Información. Seguida por la Universidad Autónoma de Barcelona con 12 (un 10,90%).
Sabemos también que esas tesis siguen 20 líneas de investigación (y que 2 de ellas son sobre estrategia, una de las cuales es, por cierto, la mía).
Y que durante ese mismo periodo se publicaron 736 monografías y 2.771 artículos que cumplieran las exigencias de la investigación.
Cerrada brillantemente una etapa se abre otra. A Maria Jesús Martínez Pestaña le aguardan sin duda dos tareas pendientes. Completar el período 2001 al 20011, pero, sobre todo, la evaluación cualitativa de esa producción. Cantidad ni implica necesariamente calidad. Sabemos que hemos trabajado mucho y duro, pero ¿Cuánto hemos aportado? ¿Cuántos de esos trabajos son divulgación de pensamiento generado fuera de nuestras fronteras y cuántos son aportación original?
Me consta que María Jesus tiene ánimo y herramientas para llevar a buen término esa tarea. Ese día sabremos donde realmente estamos.