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El mapa de la Nueva Teoría Estratégica (NTE): México (V)

Redactado por Rafael Alberto Pérez el Martes, 20 de Septiembre 2011 a las 13:00

La comunicación operacional ha muerto. ¡Larga vida a la comunicación estratégica!


La 8va Bienal Iberoamericana de Comunicación de Puebla pasarará a la historia por haber levantado el acta de defunción del pensamiento instrumental y operacional que ha dominado a la comunicación durante tantas décadas y rebautizar a la comunicación con el calificativo de estratégica. Al hacerlo sigue un camino ya transitado por otras disciplinas próximas. Primero fue el management de la mano de Igor Ansoff), después el marketing (D. A. Aaker, 1984; Jean-Jacques Lambin, 1985 ) y ahora la comunicación (2011).

Para un profesor que lleva desde 1973 impartiendo estrategias de comunicación en la Universidad Complutense de Madrid ha sido todo un acontecimiento asistir a esta ceremonia de revitalización. Y quiero agradecer desde aquí­ a los organizadores de la Bienal la oportunidad de haberme permitido participar en ella. Me refiero a la RAIC (Red Iberoamericana Académica de Comunicación); la SLCS ( Sociedad Latina de Comunicación Social) y la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la BUAP ( Benemérita Universidad Autónoma de Puebla). Agradecimientos que quiero personalizar en la Decana, Patricia Durán Bravo, el investigador y Presidente de FISEC México, Jesús Galindo Cáceres, y el tinerfeño/chicharrero José Manuel de Pablos Coello, presidente de la RAIC y ausente por una lumbalgia.

Fue para mí la oportunidad de conocer a algunas personas a las que admiro por sus textos pero que no habíamos coincidido antes. Es el caso de Octavio Islas y Maria Antonieta Rebeil Corella ; de reencontrarme con viejos amigos como Alvaro Rojas (Presidente de FELAFACS); Pepe López Yepes, Belén Fernández y de hacer nuevos conocimientos como es el caso de Paulina de Manuelli, decana de la Universidad Nacional de Córdoba y tantos otros que harían esta lista interminable.

Pero si los encuentros fueron gratos, las intervenciones fueron intensas y relevantes. Hilvanadas por el hilo conductor de las estrategias de comunicación las tres ponencias principales fueron muy distintas en sus enfoques para terminar coincidiendo en lo esencial. Sandra Massoni (Universidad Nacional de Rosario) nos habló de la comunicación como encuentro. Y la verdad me fascina escuchar como Sandra cuenta ideas muy parecidas a las mías (no se ha de olvidar que hemos escrito un libro juntos) pero siempre de formas tan distintas a las que me son propias. Fernando Gutierrez (Tecnológico de Monterrey en D.F.) por su parte tomó como pretexto el centenario de McLuhan para reubicar que no solo lo digital mueve el mundo sino también y sobre todo las visiones anticipativas. Lo digital como parte constituyente de la estrategia en el mundo de hoy. A mí­ me tocó abrir la Bienal con un tema asignado pero no por ello menos apasionante (al menos para mí­): el estado del arte de la comunicación estratégica.

Necesité un texto de unas 40 páginas y algo más del tiempo permitido para recorrer las distintas junglas que componen este escenario: la estrategia, la comunicación, su intersección o sea la comunicación estratégica y las ciencias de la vida. Detrás de todo ello planeaba la cuestión de la tan ansiada convergencia de las distintas lí­neas de estudio en un campo unificado y la inquietante cuestión de si las estrategias de comunicación y la comunicación estratégica son o no son una misma cosa. Para cerrar con otra pregunta no menos inquietante en la que estoy trabajando ¿Y si las estrategias de comunicación fuesen un fenómeno biológico?

La propuesta es original pero la idea es robada: la biología de la cognición de Humberto Maturana. El dijo- vivir es conocer, y nosotros ahora remedamos: vivir es estrategar.

Y cuando uno estratega entre platillos de chiles en Nogada (era la estación) y moles poblanos, a lo Laura Esquivel, escuchando historias de amigos con similares inquietudes, y contando las propias; mientras suenan a lo lejos las campanas de la catedral y los ángeles de su verja elevan al cielo sus copas de Möet & Chandon en un brindis invisible pero burbujeante, todo, todo se hace más grato. Y uno se dice, pues es verdad: vivir es estrategar.

Rafael Alberto Pérez

| Martes, 20 de Septiembre 2011

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