En él resuelvo los dos problemas pendientes de la teoría estratégica.
De los 8 que había detectado en los años 80, los 6 primeros ya los había considerado resueltos. Quedaban dos : la confusión conceptual y la debilidad teórica de la disciplina tal y como en la actualidad se imparte en las Universidades y Escuelas de negocios. Dos problemas que sin embargo tenían un mismo origen: la no concreción del fenómeno estratégico.
De los 8 que había detectado en los años 80, los 6 primeros ya los había considerado resueltos. Quedaban dos : la confusión conceptual y la debilidad teórica de la disciplina tal y como en la actualidad se imparte en las Universidades y Escuelas de negocios. Dos problemas que sin embargo tenían un mismo origen: la no concreción del fenómeno estratégico.
De los 8 que había detectado en los años 80, los 6 primeros ya los había considerado resueltos. Quedaban dos : la confusión conceptual y la debilidad teórica de la disciplina tal y como en la actualidad se imparte en las Universidades y Escuelas de negocios. Dos problemas que sin embargo tenían un mismo origen: la no concreción del fenómeno estratégico.
De los 8 que había detectado en los años 80, los 6 primeros ya los había considerado resueltos. Quedaban dos : la confusión conceptual y la debilidad teórica de la disciplina tal y como en la actualidad se imparte en las Universidades y Escuelas de negocios. Dos problemas que sin embargo tenían un mismo origen: la no concreción del fenómeno estratégico.
¿Quién ha dicho que no se sepa lo que es la Estrategia si tenemos cientos de definiciones?
Ese es el problema, si realmente lo supiésemos no necesitaríamos tantas. Tal y como explica en “Estrategar” el propio Guillermo Ronda-Pupo, profesor cubano que es la máxima autoridad en el tema, hoy docente en la Universidad Católica del Norte en Chile “…En los estudios bibliométricos realizados, trabajando solo con 91 definiciones hemos encontrado 36 concepciones distintas de Estrategia”.
Y, como es bien sabido, cuando una disciplina no concreta su objeto de estudio, además de incumplir el método científico, termina siendo confusa y generando un teoría débil. Y lo peor generando fracasos. Y eso es lo que le ha ocurrido a la Estrategia.
Ese es el problema, si realmente lo supiésemos no necesitaríamos tantas. Tal y como explica en “Estrategar” el propio Guillermo Ronda-Pupo, profesor cubano que es la máxima autoridad en el tema, hoy docente en la Universidad Católica del Norte en Chile “…En los estudios bibliométricos realizados, trabajando solo con 91 definiciones hemos encontrado 36 concepciones distintas de Estrategia”.
Y, como es bien sabido, cuando una disciplina no concreta su objeto de estudio, además de incumplir el método científico, termina siendo confusa y generando un teoría débil. Y lo peor generando fracasos. Y eso es lo que le ha ocurrido a la Estrategia.
Pero, cómo se permite hablar de fracasos, si la Estrategia es la ciencia del éxito
Bueno, ese es otro tópico académico falso. Según los profesores portugueses Carlos J. F. Cándido y Sergio P. Santos, de la Universidad del Algarve, acreditados entre los que más y mejor han trabajado este tema, los estudios disponibles documentan un nivel de fracaso que se mueve entre el 50% y el 90%. ¡! Aún en el mejor de los supuestos, un 50% de fracaso es un auténtico fiasco!!
El tema permite tiene muchos flecos y vertientes que se tratan en el texto del libro. Pero en este comentario que pretende ser ligero me limitaré a decir que lo importante era concretar qué demonios es la Estrategia esa. Y no fue una tarea fácil, pero al final se consigue. El lector ha de saber que en su páginas va a encontrar el fenómeno perdido de la Estrategia, y lo va a lograr sin la ayuda de Harrison Ford ni de Steven Spielberg: resulta que la Estrategia es un fenómeno biológico que tienen todos los seres vivos para su supervivencia. Un suprasistema que a los humanos les sirve también para la mejorvivencia, ayudándoles a conducir sus vidas y organizaciones hacia las metas que ellos mismos han elegido.
Bueno, ese es otro tópico académico falso. Según los profesores portugueses Carlos J. F. Cándido y Sergio P. Santos, de la Universidad del Algarve, acreditados entre los que más y mejor han trabajado este tema, los estudios disponibles documentan un nivel de fracaso que se mueve entre el 50% y el 90%. ¡! Aún en el mejor de los supuestos, un 50% de fracaso es un auténtico fiasco!!
El tema permite tiene muchos flecos y vertientes que se tratan en el texto del libro. Pero en este comentario que pretende ser ligero me limitaré a decir que lo importante era concretar qué demonios es la Estrategia esa. Y no fue una tarea fácil, pero al final se consigue. El lector ha de saber que en su páginas va a encontrar el fenómeno perdido de la Estrategia, y lo va a lograr sin la ayuda de Harrison Ford ni de Steven Spielberg: resulta que la Estrategia es un fenómeno biológico que tienen todos los seres vivos para su supervivencia. Un suprasistema que a los humanos les sirve también para la mejorvivencia, ayudándoles a conducir sus vidas y organizaciones hacia las metas que ellos mismos han elegido.
A partir de esa identificación del fenómeno se puede refundar la Estrategia como disciplina. Y eso hace que el libro “Estrategar: Vivir la Estrategia” sea la primera piedra de esa refundación.
Pero no se lo voy a recomendar. Como autor que soy, quiero mantenerme en un papel prudente. Prefiero seguir aprendiendo. Pero para serle sincero me gustaría que lo leyese y me contase cuáles son sus reacciones. Puede enviar su mensaje a este blog. Se lo agradeceré por muy críticas que puedan ser sus palabras. Es de las críticas de las que más se aprende. Lo espero. Muchas gracias.
Pero no se lo voy a recomendar. Como autor que soy, quiero mantenerme en un papel prudente. Prefiero seguir aprendiendo. Pero para serle sincero me gustaría que lo leyese y me contase cuáles son sus reacciones. Puede enviar su mensaje a este blog. Se lo agradeceré por muy críticas que puedan ser sus palabras. Es de las críticas de las que más se aprende. Lo espero. Muchas gracias.