Han pasado 33 años desde que escribí mi primer libro sobre estrategia. Y desde entonces llevo 23, cada vez más rompedores e innovadores pero también más sesudos y extensos. Debo decir que la crítica me ha tratado bien, con varios premios internacionales y nuevas ediciones, pero también debo asumir que hay mucha gente que no está para rollos académicos ni tiene tiempo para “tragarse” grandes libros,
Eso fue lo me llevó el pasado 17 de julio 2009 a comenzar este cursillo con una primera entrega en este mismo blog. Pensaba en una mini-serie en 10 entregas que permitiese conocer a los lectores faltos de tiempo, la Nueva Teoría Estratégica que viene desarrollando FISEC, sin necesidad de leerse las 557 páginas de “Hacia una Teoría General de la estrategia", Ariel, 2009, donde está todo o casi todo.
Pero ocurrió que, como tantas veces pasa, la mini-serie se quedó en proyecto, o peor y más desairado, en una única y solitaria entrega.
Lo cierto es que durante mi estancia en Argentina, en noviembre pasado, recibí el encargo de esa pequeña/gran editorial que es La Crujía www.lacrujia.com.ar, de escribir un texto corto (no más de 100 páginas) sobre la NTE como herramienta del estratega moderno. Me alegró el ver que ellos también sentían como yo la necesidad de hacerla llegar a un sector más amplio del mundo profesional. Y estos días, al comenzar a escribir el nuevo libro, me di cuenta de que también debía recuperar esta miniserie que, como mucho, no superará en su conjunto las 25 páginas. No hace falta que le diga al lector que cuanto más breve, mas difícil es un texto.
RESUMEN DE LAS ENTREGAS ANTERIORES:
En el post del 17 de julio 2009 he tratado de contestar a cuatro preguntas muy directas: Por qué al referirnos a la NTE decimos que es una Teoría General. ¿Qué sentido tiene eso aplicado a la estrategia? Por qué nadie la había propuesto antes. Y hasta qué punto está desarrollada y si ha sido verificada empíricamente. Hoy vamos a tratar de contestar a una 5ª pregunta no menos directa
Pregunta nº 5: ¿Por qué la necesitamos?
Hoy nadie se cuestiona que el mundo se enfrenta a retos de amplia dimensión para los que se necesitan mejores estrategias. Pero ¿Nos preguntamos lo suficiente sobre cuántas de esas estrategias fracasan? ¿Somos conscientes de qué cifras y esfuerzos se desperdician cada año en estrategias fallidas? Sin duda sumas ingentes. Se dice que 5 de cada 7 estrategias fracasan; que en el mundo empresarial apenas un 56 por ciento de los nuevos productos alcanzan sus objetivos económico-financieros; que las empresas tienen un promedio de vida de 6 años y que entre el 70 % y “el 80% de las Pymes fracasa en los primeros 5 años.
Es fácil atribuir la culpa a los altos ejecutivos, pero los expertos de FISEC se preguntaron un día si lo que estaba fallando no sería la cartografía (teorías, esquemas, modelos) en vez de los pilotos. Y es por ahí por donde les propongo que comencemos.
La estrategia fue durante siglos un asunto militar. En 1944 John von Neumann con su teoría de los juegos dio entrada a los matemáticos. En 1954 Peter Drucker (con sus “decisiones estratégicas) y de la Harvard Business School. Abrieron la puerta a los economistas y desde entonces ahí siguen. Fueron años gloriosos en que la estrategia se puso de moda y se encontró con su público: los ejecutivos de empresa. Pero eso no impidió que surgiesen las críticas.
El primer aviso fue de Philip Mirowski ( “More Heat Than Light: Economics as Social Physics”, 1989). Aunque sería en 1994 cuando se abriese la caja de Pandora con tres trabajos decisivos:.
- “Strategy as a field of Study: Why Search for a New Paradigm” Prahalad y Hamel, 1994
- “The Rise and Fall of Strategic Planning”, Henry Minztberg, 1994
- "The Death of Economics", Paul Ormerod , 1994
Pero sería Jules Goddard quien mejor lo resumiría tres años después: ”Las ideas sobre la estrategia se han limitado a acumularse en lugar de materializarse en un sustrato teórico de aceptación general sobre el que construir las investigaciones subsiguientes”.
Pregunta nº 6: ¿Es la NTE la única respuesta a esas críticas?
Pues lo cierto es que no, a día de hoy tenemos dos propuestas refundadoras diferentes aunque confluentes.
Una de ellas es la TNE que propone 7 cambios significativos con respecto al conocimiento estratégico que hemos heredado y que, hoy por hoy, se enseña en las Business School. La NTE viene siendo desarrollada desde 2001 por un grupo 380 expertos de 120 Universidades y otras tantas instituciones públicas y privadas de 23 países iberoamericanos y europeos, agrupados en el Foro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación (FISEC).
Sus propuestas han sido debatidas en 7 Encuentros Internacionales en otras tantas Universidades de los dos lados del Atlántico. Y están recogidas en más de 150 textos publicados en su Revista Académica www.fisec-estrategias.com.ar indexada en Latindex y en el libro Hacia una Teoría General de la Estrategia, Ariel, 2009, prologado por Enrique V. Iglesias.
La otra propuesta, dada a conocer en el artículo “Moon shots for management” publicado por Gary Hamel en la Harvard Business Review de Febrero 2009 es mucho más reciente pues su origen es una reunión celebrada en California, en concreto en Half Moon Bay, en mayo 2008. Y se concreta en 25 propuestas
La gran diferencia entre las dos es que, mientras la NTE pretende refundar la estrategia, el grupo que se autodenomina “los renegados de Half moon Bay”- entre los que figuran, además de Hamel, personas de tanto peso como Mintzberg, Prahalad o Senge, aspiran a reiventar el management. Ahora bien si pensamos que el management se viene autocalificando desde 1979 (Ansoff) de estratégico. A lo mejor ambas temáticas y ambas propuestas están más cerca de lo que sus propios padres hubiesen podio pensar (véase la serie “Las propuestas de Half Moon Bay” publicada el 30 de marzo 2009 y siguientes en este mismo blog)
Eso fue lo me llevó el pasado 17 de julio 2009 a comenzar este cursillo con una primera entrega en este mismo blog. Pensaba en una mini-serie en 10 entregas que permitiese conocer a los lectores faltos de tiempo, la Nueva Teoría Estratégica que viene desarrollando FISEC, sin necesidad de leerse las 557 páginas de “Hacia una Teoría General de la estrategia", Ariel, 2009, donde está todo o casi todo.
Pero ocurrió que, como tantas veces pasa, la mini-serie se quedó en proyecto, o peor y más desairado, en una única y solitaria entrega.
Lo cierto es que durante mi estancia en Argentina, en noviembre pasado, recibí el encargo de esa pequeña/gran editorial que es La Crujía www.lacrujia.com.ar, de escribir un texto corto (no más de 100 páginas) sobre la NTE como herramienta del estratega moderno. Me alegró el ver que ellos también sentían como yo la necesidad de hacerla llegar a un sector más amplio del mundo profesional. Y estos días, al comenzar a escribir el nuevo libro, me di cuenta de que también debía recuperar esta miniserie que, como mucho, no superará en su conjunto las 25 páginas. No hace falta que le diga al lector que cuanto más breve, mas difícil es un texto.
RESUMEN DE LAS ENTREGAS ANTERIORES:
En el post del 17 de julio 2009 he tratado de contestar a cuatro preguntas muy directas: Por qué al referirnos a la NTE decimos que es una Teoría General. ¿Qué sentido tiene eso aplicado a la estrategia? Por qué nadie la había propuesto antes. Y hasta qué punto está desarrollada y si ha sido verificada empíricamente. Hoy vamos a tratar de contestar a una 5ª pregunta no menos directa
Pregunta nº 5: ¿Por qué la necesitamos?
Hoy nadie se cuestiona que el mundo se enfrenta a retos de amplia dimensión para los que se necesitan mejores estrategias. Pero ¿Nos preguntamos lo suficiente sobre cuántas de esas estrategias fracasan? ¿Somos conscientes de qué cifras y esfuerzos se desperdician cada año en estrategias fallidas? Sin duda sumas ingentes. Se dice que 5 de cada 7 estrategias fracasan; que en el mundo empresarial apenas un 56 por ciento de los nuevos productos alcanzan sus objetivos económico-financieros; que las empresas tienen un promedio de vida de 6 años y que entre el 70 % y “el 80% de las Pymes fracasa en los primeros 5 años.
Es fácil atribuir la culpa a los altos ejecutivos, pero los expertos de FISEC se preguntaron un día si lo que estaba fallando no sería la cartografía (teorías, esquemas, modelos) en vez de los pilotos. Y es por ahí por donde les propongo que comencemos.
La estrategia fue durante siglos un asunto militar. En 1944 John von Neumann con su teoría de los juegos dio entrada a los matemáticos. En 1954 Peter Drucker (con sus “decisiones estratégicas) y de la Harvard Business School. Abrieron la puerta a los economistas y desde entonces ahí siguen. Fueron años gloriosos en que la estrategia se puso de moda y se encontró con su público: los ejecutivos de empresa. Pero eso no impidió que surgiesen las críticas.
El primer aviso fue de Philip Mirowski ( “More Heat Than Light: Economics as Social Physics”, 1989). Aunque sería en 1994 cuando se abriese la caja de Pandora con tres trabajos decisivos:.
- “Strategy as a field of Study: Why Search for a New Paradigm” Prahalad y Hamel, 1994
- “The Rise and Fall of Strategic Planning”, Henry Minztberg, 1994
- "The Death of Economics", Paul Ormerod , 1994
Pero sería Jules Goddard quien mejor lo resumiría tres años después: ”Las ideas sobre la estrategia se han limitado a acumularse en lugar de materializarse en un sustrato teórico de aceptación general sobre el que construir las investigaciones subsiguientes”.
Pregunta nº 6: ¿Es la NTE la única respuesta a esas críticas?
Pues lo cierto es que no, a día de hoy tenemos dos propuestas refundadoras diferentes aunque confluentes.
Una de ellas es la TNE que propone 7 cambios significativos con respecto al conocimiento estratégico que hemos heredado y que, hoy por hoy, se enseña en las Business School. La NTE viene siendo desarrollada desde 2001 por un grupo 380 expertos de 120 Universidades y otras tantas instituciones públicas y privadas de 23 países iberoamericanos y europeos, agrupados en el Foro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación (FISEC).
Sus propuestas han sido debatidas en 7 Encuentros Internacionales en otras tantas Universidades de los dos lados del Atlántico. Y están recogidas en más de 150 textos publicados en su Revista Académica www.fisec-estrategias.com.ar indexada en Latindex y en el libro Hacia una Teoría General de la Estrategia, Ariel, 2009, prologado por Enrique V. Iglesias.
La otra propuesta, dada a conocer en el artículo “Moon shots for management” publicado por Gary Hamel en la Harvard Business Review de Febrero 2009 es mucho más reciente pues su origen es una reunión celebrada en California, en concreto en Half Moon Bay, en mayo 2008. Y se concreta en 25 propuestas
La gran diferencia entre las dos es que, mientras la NTE pretende refundar la estrategia, el grupo que se autodenomina “los renegados de Half moon Bay”- entre los que figuran, además de Hamel, personas de tanto peso como Mintzberg, Prahalad o Senge, aspiran a reiventar el management. Ahora bien si pensamos que el management se viene autocalificando desde 1979 (Ansoff) de estratégico. A lo mejor ambas temáticas y ambas propuestas están más cerca de lo que sus propios padres hubiesen podio pensar (véase la serie “Las propuestas de Half Moon Bay” publicada el 30 de marzo 2009 y siguientes en este mismo blog)