¿Quién es?
Rafael Alberto Pérez
Autor de referencia en comunicación estratégica, conferenciante y consultor. Es consejero de The Blueroom Project - TBP Consulting para temas de turismo y ocio
Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.
En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.
Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.
En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.
Tendencias Estratégicas
Fue el que vivimos el pasado martes 12 de mayo todos los asistentes a la firma del Convenio Marco entre la Fundación Illa de San Simón y el Foro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación FISEC, en la Casa de Galicia en Madrid
Casi no había terminado de hablar Francisco Javier Alonso González, director-gerente de la Fundación Illa de San Simón, cuando las luces rebajaron su intensidad para dar comienzo a la proyección de una serie de diapositivas de la Isla con el sello inconfundible del fotógrafo coruñés Xurxo Lobato. Fue en ese momento en que la mitad del público ya tenía la mirada fija en la pantalla cuando, en un ángulo discreto y medio desapercibido por la penumbra, Rómulo Sanjurjo, comenzó a desgranar en su acordeón las primeras notas de una bella composición suya dedicada a la Isla. Pasaron unos minutos en que fotos y acordeón nos recordaron a Julio Verne y sus 20,000 Leguas de Viaje Submarino -dice la tradición que fue en la Isla de San Simón donde concibió su novela- y despertaron en todos nosotros nostalgias de las rías gallegas. Entonces se levantó otra sombra, esta vez de pie y más alta, la del actor Lino Braxe, para mí la mejor voz del cine español, quien recitó una poesía que en realidad eran dos, y que a continuación reproduzco:
"Tierra firma llamaban los antiguos a todo lo que no fuera isla
La isla es, pues, lo menos firme, lo menos tierra de la Tierra."
Dulce María Loinaz
"Se me ha anunciado que mañana,
A las siete y seis minutos de la tarde,
Me convertiré en isla,
isla como suelen ser las islas.
Mis piernas se irán haciendo tierra y mar,
y, poco a poco, igual que un andante chopiniano,
Empezará a salirme árboles en los brazos
Rosas en los ojos y arena en el pecho.
En la boca las palabras morirán
Para que el viento a su deseo pueda ulular.
Después , tendido como suelen hacer las islas,
miraré fijamente al horizonte,
Veré salir el sol, la luna
Y lejos ya de la inquietud,
diré muy bajito:
¿así que era verdad?"
Virgilio Piñera
Poesía, convenios, comunicación, fotografía, música y recitado en vivo dieron una impronta especial al acto, nos recordaron que son las emociones las que orientan a las razones, y se confabularon “estratégicamente” para marcar ese momento especial…
No cabe mejor forma para comenzar.
"Tierra firma llamaban los antiguos a todo lo que no fuera isla
La isla es, pues, lo menos firme, lo menos tierra de la Tierra."
Dulce María Loinaz
"Se me ha anunciado que mañana,
A las siete y seis minutos de la tarde,
Me convertiré en isla,
isla como suelen ser las islas.
Mis piernas se irán haciendo tierra y mar,
y, poco a poco, igual que un andante chopiniano,
Empezará a salirme árboles en los brazos
Rosas en los ojos y arena en el pecho.
En la boca las palabras morirán
Para que el viento a su deseo pueda ulular.
Después , tendido como suelen hacer las islas,
miraré fijamente al horizonte,
Veré salir el sol, la luna
Y lejos ya de la inquietud,
diré muy bajito:
¿así que era verdad?"
Virgilio Piñera
Poesía, convenios, comunicación, fotografía, música y recitado en vivo dieron una impronta especial al acto, nos recordaron que son las emociones las que orientan a las razones, y se confabularon “estratégicamente” para marcar ese momento especial…
No cabe mejor forma para comenzar.
Rafael Alberto Perez
Sábado, 15 de Mayo 2010
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LA FUNDACIÓN ILLA DE SAN SIMÓN FIRMA UN CONVENIO CON EL FORO IBEROAMERICANO SOBRE ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN (FISEC) PARA DESARROLLAR ACTIVIDADES Y ACCIONES DE CARÁCTER INTERNACIONAL
o La vocación universal y el enfoque transdisciplinar marcarán la línea de trabajo conjunta, que contempla residenciar en la isla de San Simón el Proyecto Estrategar, en el que participarán investigadores de todo el mundo
o El Foro Iberoamericano sobre Estrategias de Comunicación está formado por cerca de 400 expertos de 18 países iberoamericanos a los que se suman Estados Unidos y varios países europeos
o El convenio se enmarca en el plan de futuro de la Fundación Illa de San Simón, que tiene como retos principales preservar el valor patrimonial de este escenario único, al tiempo que fomenta el desarrollo de todo tipo de actividades culturales y educativas
Madrid, 11 de mayo de 2010.- El director-gerente de la Fundación Illa de San Simón, Francisco Javier Alonso González, firmó hoy martes, 11 de mayo de 2010, en la Casa de Galicia en Madrid, un convenio de colaboración con el presidente del Foro Iberoamericano sobre Estrategias de Comunicación, Rafael Alberto Pérez, con el objetivo de desarrollar de forma conjunta actividades encaminadas al fomento de la reflexión y el encuentro de pensadores, en disciplinas que abarcan desde la cultura hasta la filosofía, el arte, el turismo o la comunicación social. Estas acciones se organizarán y promocionarán con una clara vocación universal, dando cabida a protagonistas y a participantes de numerosos países, con el propósito de aportar a la sociedad, principalmente a la comunidad gallega e iberoamericana, la visión de un mundo sostenible y de una sociedad futura consciente de sus riesgos y limitaciones, pero también de sus potencialidades y fortalezas.
En virtud de este convenio se desarrollarán múltiples acciones que estarán avaladas por el prestigio internacional del Foro Iberoamericano sobre Estrategias de Comunicación (FISEC), del que forman parte cerca de 400 expertos, miembros de 120 universidades y otras tantas instituciones, empresas y medios de comunicación social de 18 países iberoamericanos, a los que se suman Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania y Rusia. En cuanto a la Fundación Illa de San Simón, cabe señalar que es la encargada de custodiar uno de los legados del patrimonio histórico y cultural más importantes de Galicia, que es el sitio histórico “Isla de San Simón”, ubicado en el municipio de Redondela, provincia de Pontevedra.
Además de salvaguardar este espacio único, la fundación se encarga de desarrollar todo tipo de actividades culturales y educativas como la organización de congresos, cursos, foros y seminarios en este emplazamiento histórico. Una labor en la que se enmarca este convenio, que contempla como una de sus acciones más ambiciosas residenciar en la isla de San Simón el desarrollo del Proyecto Estrategar. Coordinado por Rafael Alberto Pérez, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y presidente del FISEC, y el experto en periodismo científico Eduardo Martínez, director de Tendencias 21, este ambicioso proyecto reúne a un equipo formado por prestigiosos investigadores de todo el mundo y contará con el asesoramiento del reconocido filósofo y antropólogo francés Edgar Morin, padre de la teoría del Pensamiento Complejo.
El objetivo del proyecto es la exploración y puesta en común de los conocimientos existentes sobre el proceso estratégico humano con el fin de construir un modelo básico para guiar las políticas de los actores sociales ante los grandes retos de la humanidad, lo que no sólo redundará en un mejor conocimiento teórico sino también en una mejor intervención social y una mejor administración de los fondos económicos asignados. Este proyecto parte de la premisa de que los actuales modelos estratégicos son de baja fiabilidad, basados en unos conocimientos débiles y desorientados que no han llegado a convertirse en una teoría, y menos en una teoría científica. Ante el fracaso de las estrategias actuales se plantea la necesidad de reformular las ciencias directivas que pretenden asistir al hombre de acción bajo un punto de vista transdisciplinar.
o El Foro Iberoamericano sobre Estrategias de Comunicación está formado por cerca de 400 expertos de 18 países iberoamericanos a los que se suman Estados Unidos y varios países europeos
o El convenio se enmarca en el plan de futuro de la Fundación Illa de San Simón, que tiene como retos principales preservar el valor patrimonial de este escenario único, al tiempo que fomenta el desarrollo de todo tipo de actividades culturales y educativas
Madrid, 11 de mayo de 2010.- El director-gerente de la Fundación Illa de San Simón, Francisco Javier Alonso González, firmó hoy martes, 11 de mayo de 2010, en la Casa de Galicia en Madrid, un convenio de colaboración con el presidente del Foro Iberoamericano sobre Estrategias de Comunicación, Rafael Alberto Pérez, con el objetivo de desarrollar de forma conjunta actividades encaminadas al fomento de la reflexión y el encuentro de pensadores, en disciplinas que abarcan desde la cultura hasta la filosofía, el arte, el turismo o la comunicación social. Estas acciones se organizarán y promocionarán con una clara vocación universal, dando cabida a protagonistas y a participantes de numerosos países, con el propósito de aportar a la sociedad, principalmente a la comunidad gallega e iberoamericana, la visión de un mundo sostenible y de una sociedad futura consciente de sus riesgos y limitaciones, pero también de sus potencialidades y fortalezas.
En virtud de este convenio se desarrollarán múltiples acciones que estarán avaladas por el prestigio internacional del Foro Iberoamericano sobre Estrategias de Comunicación (FISEC), del que forman parte cerca de 400 expertos, miembros de 120 universidades y otras tantas instituciones, empresas y medios de comunicación social de 18 países iberoamericanos, a los que se suman Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania y Rusia. En cuanto a la Fundación Illa de San Simón, cabe señalar que es la encargada de custodiar uno de los legados del patrimonio histórico y cultural más importantes de Galicia, que es el sitio histórico “Isla de San Simón”, ubicado en el municipio de Redondela, provincia de Pontevedra.
Además de salvaguardar este espacio único, la fundación se encarga de desarrollar todo tipo de actividades culturales y educativas como la organización de congresos, cursos, foros y seminarios en este emplazamiento histórico. Una labor en la que se enmarca este convenio, que contempla como una de sus acciones más ambiciosas residenciar en la isla de San Simón el desarrollo del Proyecto Estrategar. Coordinado por Rafael Alberto Pérez, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y presidente del FISEC, y el experto en periodismo científico Eduardo Martínez, director de Tendencias 21, este ambicioso proyecto reúne a un equipo formado por prestigiosos investigadores de todo el mundo y contará con el asesoramiento del reconocido filósofo y antropólogo francés Edgar Morin, padre de la teoría del Pensamiento Complejo.
El objetivo del proyecto es la exploración y puesta en común de los conocimientos existentes sobre el proceso estratégico humano con el fin de construir un modelo básico para guiar las políticas de los actores sociales ante los grandes retos de la humanidad, lo que no sólo redundará en un mejor conocimiento teórico sino también en una mejor intervención social y una mejor administración de los fondos económicos asignados. Este proyecto parte de la premisa de que los actuales modelos estratégicos son de baja fiabilidad, basados en unos conocimientos débiles y desorientados que no han llegado a convertirse en una teoría, y menos en una teoría científica. Ante el fracaso de las estrategias actuales se plantea la necesidad de reformular las ciencias directivas que pretenden asistir al hombre de acción bajo un punto de vista transdisciplinar.
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Convenio entre FISEC y la Fundación Illa de San Simón
La Casa de Galicia en Madrid acogerá el martes, 11 de mayo de 2010, el acto de firma de un convenio de colaboración entre el director de la Fundación Illa de San Simón, Francisco Javier Alonso González, y el presidente del Foro Iberoamericano sobre Estrategias de Comunicación (FISEC) y profesor de la Universidad Complutense , Rafael Alberto Pérez, con el objetivo de desarrollar de forma conjunta actividades encaminadas al fomento de la reflexión y el encuentro de pensadores, en disciplinas que abarcan desde la cultura hasta la filosofía, el arte, el turismo o la comunicación social.
En el transcurso de este acto se presentará el Proyecto Estrategar, en el que participan investigadores de todo el mundo con el objetivo de construir un modelo unificado del proceso estratégico.
El acto se celebrará el martes, 11 de mayo, a las 12:00hs. en la Casa de Galicia en Madrid (calle Casado del Alisal, nº 8). Están invitados los lectores de este blog
En el transcurso de este acto se presentará el Proyecto Estrategar, en el que participan investigadores de todo el mundo con el objetivo de construir un modelo unificado del proceso estratégico.
El acto se celebrará el martes, 11 de mayo, a las 12:00hs. en la Casa de Galicia en Madrid (calle Casado del Alisal, nº 8). Están invitados los lectores de este blog
En la primera entrega de este artículo he criticado el vicio occidental de descomponer y pensar el mundo mediante dualismos antagónicos. También he criticado el divorcio conceptual entre teoría y práctica. Y todo eso lo he hecho desde una visión que pretendía ser lo más general y objetiva posible. Pero objetivo no significa neutral. Como señala Francisco Varela “esta tarea no puede ser neutra: se tiene que hacer desde la perspectiva de alguien, preferentemente de una parte interesada que hable de una actividad de la cual participa”. Y mi perspectiva es muy clara. Se resume en siete lugares desde los que mirar al mundo, o, si se prefiere, en siete claves para entenderlo:
Las 7 claves
1ª Clave: mi mundo es un producto “a la medida” que no tiene por qué coincidir necesariamente con el tuyo.
El profesor de fisiología humana de la Universidad Complutense de Madrid, Francisco Mora Teruel (2007) nos dice que lo que nosotros llamamos el mundo exterior, el de la vida cotidiana, ese con “objetos” y “partes”, no existe así objetivamente, lo que existe “afuera” es otro mundo, como lo sería para cualquier ser que viniese de otra galaxia con otro cerebro. El ambiente no es considerado por la ciencia de hoy como algo ajeno, sino como un espacio en el que también estamos nosotros y que es fruto de esa interrelación. Esto significa que los organismos no “se adaptan” a un medio fijado de antemano, a un “nicho” exterior autónomo, sino que –en cierta medida– “lo construyen” a través de sus propias actividades vitales. Aquí hay un mensaje importante que viene a decirnos que todo “mi” mundo está en mí y yo en él. Es un producto del ser humano que lo percibe. Construido a partir de unos datos que le aportan sus terminales nerviosas. Y que después re-construirá cultural y vivencialmente a base de sus experiencias. Ya lo dijeran en día Bernard Berelson y Gary Steiner: “El hombre es una criatura que adapta la realidad a sus propias necesidades, que transforma la realidad de acuerdo a sí mismo, que construye su propia realidad.” estamos condenados a ser nosotros mismos. Somos seres diferentes. Y eso- lejos de ser negativo- es nuestra mayor riqueza. En vez de poner fronteras y abrir brechas, mejor haríamos sacando partido de esas diferencias.
2ª Clave: Somos seres polisémicos y hermenéuticos. Estamos condenados a interpretar: Eso que acabamos de llamar “mi” mundo es en realidad una interpretación. O para ser más precisos: una construcción a partir de datos interpretados. Cual borracho o miope, el ser humano ve borroso, no percibe un dato sino varios a la vez. ¿Alguien se ha preguntado porque la IA en su intento de imitar al ser humano trabaja hoy con “fuzzy logic”/ lógica difusa? La evolución, la misma que nos ha convertido en el Homo Simbolicus de Cassirer, ha hecho que nuestra realidad, nuestro mundo ya no sea monosémico- como suele ocurrir en los animales- sino que nos ofrece múltiples significados entre los que debemos elegir uno. Estamos condenados a seleccionar una “lectura” entre varias. Fue Alfred Korzybski en su hoy olvidada Semántica General (1937) quien ya entonces dijo que “el ser humano es un gran intérprete que crea sus propios símbolos y utiliza la connotación para extraer sentido de una realidad polisémica y el ruido para generar significación propia”.
3ª Clave: Somos seres bifurcados. Estamos condenados a elegir:
Que duro resulta estar quietos mucho rato (que se lo pregunten si no a esos soldados impasibles que hacen guardia en las garitas) Nuestro cuerpo está preparado para la acción, somos el Homo Agens de Gertz y Kirzner, A partir de nuestras interpretaciones seleccionamos cauces de acción entre aquellas alternativas que se nos presentan como posibles, es decir viables, caminables, ejecutables. Lo que hacemos es una doble elección, primero elegimos una “lectura” cuando interpretamos y en base a ella elegimos/decidimos una “ruta” cuando actuamos. Lo cual es bueno: abrimos rutas, innovamos, y es malo: vivimos en la inseguridad permanente, nada es, todo parece…. El ser humano no nace, pero se hace en las encrucijadas. Ahí donde los caminos y las vidas se bifurcan. Ahí donde los celtas ponían a sus dioses para que ahuyentasen a las brujas y a los malos espíritus (algo que nos recuerdan con su presencia los cruceiros gallegos). Fue Lawrence Durrell en su cuarteto de Alejandría, concretamente en “Justine”, quien bautizó certeramente al ser humano como “esa pobre criatura bifurcada” y Jorge Luis Borges quien lo ubicó en el espacio en “El jardín de los senderos que se bifurcan”. Mientras Machado y Kavafis lo ubicarían en el espacio/tiempo al decirnos que lo nuestro es pasar y que se hace el camino al andar. Cada vez que elegimos una alternativa entre varias, nos bifurcamos y cada vez que nos bifurcamos, nos hacemos y nos configuramos. En cada elección estamos podando ramas posibles de nuestras vidas, abandonando sueños, concretando nuestro devenir cargado de futuros virtuales en presentes reales pero evanescentes. Esta tercera clave nos enseña, pues, dos cosas:
(a) Somos lo que hacemos (lo que elegimos, lo que construimos, lo que interpretamos). Pero lo que somos es efímero: burbujas en el tiempo, pompas de jabón. Nadie está dado ni está fijado, todos somos el producto mutante de nuestras elecciones. Y eso nos permite mejorar cada día, o por lo menos aspirar a hacerlo.
(b) La variabilidad de los escenarios, las situaciones y los momentos en que adoptamos decisiones hace que mis bifurcaciones tiendan a configurar unas ramificaciones y una arboreidad única, la mía. Y del mismo modo que “mi mundo mental” no coincide con el tuyo, “mi vida real” tampoco va a coincidir con la tuya. Somos fenotipos más que genotipos- eso es lo que diferencia a los gemelos- aunque nada impide que seamos almas gemelas y que por caminos distintos podamos llegar a tener mundos interiores convergentes y gustos coincidentes.
4ª Clave: Somos seres relacionales: estamos condenados a sentirnos y a mirarnos en los otros:
Vengo hablando de diferencias y de soledades, pero lo cierto es que ese ser que se bifurca, está muy lejos de ser solitario o asocial, sino todo lo contrario: solo se es humano cuando se vive en relación. Y del mismo modo que nosotros construimos el mundo en nuestro interior, el mundo nos construye a nosotros en nuestra relación con los demás. Lo dijo José Agustín Goytisolo en su inolvidable “Palabras para Julia”: “Un hombre solo, una mujer, así tomados de uno en uno, son como polvo, no son nada, no son nada,,,”. Somos seres relacionales que nos desplegamos en el habla y en el tacto. Los niños que han carecido del afecto y las caricias de sus padres suelen ser de adultos seres asociales y patológicos. Somos el reflejo de nosotros mismos que nos devuelve la mirada ajena. Una idea que he creído percibir en esa maravilla de pieza teatral que se llama “Art” de Reza Palazzi. Por cierto, al morir ese reflejo- que ya no puede ser- se convierte en el recuerdo que dejamos tras nosotros, algo que los romanos sabían muy bien.
5ª Clave: Vivimos en la comunicación que hace la relación: ese es nuestro territorio de intervención
Como Sandra Massoni y yo mismo explicamos en “Hacia una Teoría General de la Estrategia (2009) lo que hoy entendemos por comunicación ha cambiado fuertemente. De acuerdo con el antiguo paradigma, la comunicación sería algo que alguien “el emisor” le hace a otro llamado “el receptor” y el lenguaje no sería otra cosa que un instrumento que nos permite “describir“ lo que percibimos (el mundo exterior) o “expresar” lo que pensamos o sentimos (nuestro mundo interior). A partir de Thougt and Language de Vygostki (1934) pero sobre todo a partir giro lingüístico operado por pensadores como el segundo Wittgenstein, Heidegger y Maturana hoy se han invertido las relaciones entre lenguaje y pensamiento. Según el nuevo paradigma el pensar discurre por los surcos abiertos por el habla. Partiendo de las ideas ya expuestas de que “la vida es el espacio en que los seres se crean así mismos”, y del que el ser humano no es una forma determinada, ni permanente de ser sino que es un espacio de posibilidades hacia su propia creación, el chileno Rafael Echeverría (2004) uno de los autores que mejor ha reivindicado el papel constituyente del lenguaje nos aporta cuatro ideas fundamentales: (1) los seres humanos somos seres que vivimos en el lenguaje. (2) El lenguaje es generativo: No solo describe y expresa el mundo exterior, sino que el lenguaje es acción y crea realidades. (3) Los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje: “el individuo no puede ser separado de su relato. El relato es constitutivo de lo que el individuo es”. Y (4) Lo social se constituye en el lenguaje. Todo fenómeno social es siempre un fenómeno lingüístico. De ahí la no-neutralidad del lenguaje, o lo que es igual, la no-neutralidad de la red de significados y sentidos por medio de la cual construimos nuestro mundo (Julián Serna Arango, 2001). Y si lo social se construye en el lenguaje, la comunicación pasa a ser (1) El espacio de encuentro de la heterogeneidad sociocultural (Massoni, 1990, 2007). (2) El sistema que nos permite articular nuestras percepciones plurales con las de los demás y desde el que podemos estratégicamente dar nuevas configuraciones a nuestra trama relacional (Alberto Pérez, 2001, 2007). Y (3) “ el dispositivo fundamental de la configuración y la dinámica de los sistemas sociales” (Nicklas Luhman, 1983). Hablamos de personas en interacción.
6ª Clave: Actuamos en base a futuros que no existen y a realidades que nos imaginamos. Y por eso necesitamos teorías que nos aporten una cierta previsibilidad de las consecuencias de nuestros actos
Ese ser humano que interpreta, construye, y actúa sobre su mundo exterior bifurcándose y articulándose es el gran sujeto de la estrategia. Y lo hace dotado de dos poderosas capacidades además del lenguaje ya comentado: la visión de futuro y la imaginación. Con la primera viaja a momentos (futuribles) que todavía no han ocurrido y que tal vez no ocurran nunca. Y con la segunda viaja a mundos virtuales, y puede pensar rutas que nadie ha visionado todavía (innovación); conectar y mezclar cosas que nadie ha mezclado antes, las increíbles conexiones de Poincaré (creatividad,) e imaginar los resultados previsibles de sus acciones (juegos de simulación). Es aquí donde entran en juego las teorías. Ya hemos dicho en la primera entrega que una teoría es una explicación de un fenómeno En otras palabras, una teoría es una forma de entender lo real. Maturana va más lejos al señalar que toda observación está cargada de teoría y que es imposible separar la percepción de la ilusión (de comprender, de explicar, de imaginar). Y esto que ocurre con las percepciones simples, también ocurre con la ciencia. Todas las teorías parten de premisas que son aceptadas a priori por el que las sostiene desde sus preferencias, no porque sean necesarias, sino porque a alguien le preocupa un problema. Ninguna es más o menos eficaz que otra escindida del dominio en el que se la expresa. Ninguna es más o menos verdadera que otra, si no decimos para quién y para qué. Por eso Sandra Massoni y yo mismo consideramos en “Hacia una teoría general de la estrategia” que el aporte que pueden hacernos las teorías de la comunicación integradas a una perspectiva estratégica tiene que ver con un ir descubriendo para qué es competente una teoría y para qué no lo es. Sobre qué dimensiones de la situación está trabajando efectivamente. Qué me permite y qué no una categoría conceptual. Esto implica visualizar sus alcances y sus limitaciones operando en situaciones dadas. Qué pretende cada teoría respecto de la modalidad del contacto, qué logra. Nuestro desafío es intentar ser más reflexivos a fin de lograr una descripción más aceptable de la realidad –este escenario complejo, cambiante, fluido– que nos permita hacer cálculos sobre los resultados previsibles de nuestros actos.
7ª Clave: “Piensa como un hombre de acción, pero actúa como un hombre de pensamiento”.
Esta frase que he tomada prestada de Henri Bergson sintetiza todo mis pensamiento al respecto y resume las otras claves precedentes. La recomiendo fuertemente a mis lectores, pues es en ese cruce paradójico donde se abre la puerta que da acceso a la complejidad del mundo que nos rodea y nacen las buenas estrategias. Es también la clave para reconciliar teoría con práctica y práctica con teoría. Algo de lo que estamos necesitados.
(continuará)
1ª Clave: mi mundo es un producto “a la medida” que no tiene por qué coincidir necesariamente con el tuyo.
El profesor de fisiología humana de la Universidad Complutense de Madrid, Francisco Mora Teruel (2007) nos dice que lo que nosotros llamamos el mundo exterior, el de la vida cotidiana, ese con “objetos” y “partes”, no existe así objetivamente, lo que existe “afuera” es otro mundo, como lo sería para cualquier ser que viniese de otra galaxia con otro cerebro. El ambiente no es considerado por la ciencia de hoy como algo ajeno, sino como un espacio en el que también estamos nosotros y que es fruto de esa interrelación. Esto significa que los organismos no “se adaptan” a un medio fijado de antemano, a un “nicho” exterior autónomo, sino que –en cierta medida– “lo construyen” a través de sus propias actividades vitales. Aquí hay un mensaje importante que viene a decirnos que todo “mi” mundo está en mí y yo en él. Es un producto del ser humano que lo percibe. Construido a partir de unos datos que le aportan sus terminales nerviosas. Y que después re-construirá cultural y vivencialmente a base de sus experiencias. Ya lo dijeran en día Bernard Berelson y Gary Steiner: “El hombre es una criatura que adapta la realidad a sus propias necesidades, que transforma la realidad de acuerdo a sí mismo, que construye su propia realidad.” estamos condenados a ser nosotros mismos. Somos seres diferentes. Y eso- lejos de ser negativo- es nuestra mayor riqueza. En vez de poner fronteras y abrir brechas, mejor haríamos sacando partido de esas diferencias.
2ª Clave: Somos seres polisémicos y hermenéuticos. Estamos condenados a interpretar: Eso que acabamos de llamar “mi” mundo es en realidad una interpretación. O para ser más precisos: una construcción a partir de datos interpretados. Cual borracho o miope, el ser humano ve borroso, no percibe un dato sino varios a la vez. ¿Alguien se ha preguntado porque la IA en su intento de imitar al ser humano trabaja hoy con “fuzzy logic”/ lógica difusa? La evolución, la misma que nos ha convertido en el Homo Simbolicus de Cassirer, ha hecho que nuestra realidad, nuestro mundo ya no sea monosémico- como suele ocurrir en los animales- sino que nos ofrece múltiples significados entre los que debemos elegir uno. Estamos condenados a seleccionar una “lectura” entre varias. Fue Alfred Korzybski en su hoy olvidada Semántica General (1937) quien ya entonces dijo que “el ser humano es un gran intérprete que crea sus propios símbolos y utiliza la connotación para extraer sentido de una realidad polisémica y el ruido para generar significación propia”.
3ª Clave: Somos seres bifurcados. Estamos condenados a elegir:
Que duro resulta estar quietos mucho rato (que se lo pregunten si no a esos soldados impasibles que hacen guardia en las garitas) Nuestro cuerpo está preparado para la acción, somos el Homo Agens de Gertz y Kirzner, A partir de nuestras interpretaciones seleccionamos cauces de acción entre aquellas alternativas que se nos presentan como posibles, es decir viables, caminables, ejecutables. Lo que hacemos es una doble elección, primero elegimos una “lectura” cuando interpretamos y en base a ella elegimos/decidimos una “ruta” cuando actuamos. Lo cual es bueno: abrimos rutas, innovamos, y es malo: vivimos en la inseguridad permanente, nada es, todo parece…. El ser humano no nace, pero se hace en las encrucijadas. Ahí donde los caminos y las vidas se bifurcan. Ahí donde los celtas ponían a sus dioses para que ahuyentasen a las brujas y a los malos espíritus (algo que nos recuerdan con su presencia los cruceiros gallegos). Fue Lawrence Durrell en su cuarteto de Alejandría, concretamente en “Justine”, quien bautizó certeramente al ser humano como “esa pobre criatura bifurcada” y Jorge Luis Borges quien lo ubicó en el espacio en “El jardín de los senderos que se bifurcan”. Mientras Machado y Kavafis lo ubicarían en el espacio/tiempo al decirnos que lo nuestro es pasar y que se hace el camino al andar. Cada vez que elegimos una alternativa entre varias, nos bifurcamos y cada vez que nos bifurcamos, nos hacemos y nos configuramos. En cada elección estamos podando ramas posibles de nuestras vidas, abandonando sueños, concretando nuestro devenir cargado de futuros virtuales en presentes reales pero evanescentes. Esta tercera clave nos enseña, pues, dos cosas:
(a) Somos lo que hacemos (lo que elegimos, lo que construimos, lo que interpretamos). Pero lo que somos es efímero: burbujas en el tiempo, pompas de jabón. Nadie está dado ni está fijado, todos somos el producto mutante de nuestras elecciones. Y eso nos permite mejorar cada día, o por lo menos aspirar a hacerlo.
(b) La variabilidad de los escenarios, las situaciones y los momentos en que adoptamos decisiones hace que mis bifurcaciones tiendan a configurar unas ramificaciones y una arboreidad única, la mía. Y del mismo modo que “mi mundo mental” no coincide con el tuyo, “mi vida real” tampoco va a coincidir con la tuya. Somos fenotipos más que genotipos- eso es lo que diferencia a los gemelos- aunque nada impide que seamos almas gemelas y que por caminos distintos podamos llegar a tener mundos interiores convergentes y gustos coincidentes.
4ª Clave: Somos seres relacionales: estamos condenados a sentirnos y a mirarnos en los otros:
Vengo hablando de diferencias y de soledades, pero lo cierto es que ese ser que se bifurca, está muy lejos de ser solitario o asocial, sino todo lo contrario: solo se es humano cuando se vive en relación. Y del mismo modo que nosotros construimos el mundo en nuestro interior, el mundo nos construye a nosotros en nuestra relación con los demás. Lo dijo José Agustín Goytisolo en su inolvidable “Palabras para Julia”: “Un hombre solo, una mujer, así tomados de uno en uno, son como polvo, no son nada, no son nada,,,”. Somos seres relacionales que nos desplegamos en el habla y en el tacto. Los niños que han carecido del afecto y las caricias de sus padres suelen ser de adultos seres asociales y patológicos. Somos el reflejo de nosotros mismos que nos devuelve la mirada ajena. Una idea que he creído percibir en esa maravilla de pieza teatral que se llama “Art” de Reza Palazzi. Por cierto, al morir ese reflejo- que ya no puede ser- se convierte en el recuerdo que dejamos tras nosotros, algo que los romanos sabían muy bien.
5ª Clave: Vivimos en la comunicación que hace la relación: ese es nuestro territorio de intervención
Como Sandra Massoni y yo mismo explicamos en “Hacia una Teoría General de la Estrategia (2009) lo que hoy entendemos por comunicación ha cambiado fuertemente. De acuerdo con el antiguo paradigma, la comunicación sería algo que alguien “el emisor” le hace a otro llamado “el receptor” y el lenguaje no sería otra cosa que un instrumento que nos permite “describir“ lo que percibimos (el mundo exterior) o “expresar” lo que pensamos o sentimos (nuestro mundo interior). A partir de Thougt and Language de Vygostki (1934) pero sobre todo a partir giro lingüístico operado por pensadores como el segundo Wittgenstein, Heidegger y Maturana hoy se han invertido las relaciones entre lenguaje y pensamiento. Según el nuevo paradigma el pensar discurre por los surcos abiertos por el habla. Partiendo de las ideas ya expuestas de que “la vida es el espacio en que los seres se crean así mismos”, y del que el ser humano no es una forma determinada, ni permanente de ser sino que es un espacio de posibilidades hacia su propia creación, el chileno Rafael Echeverría (2004) uno de los autores que mejor ha reivindicado el papel constituyente del lenguaje nos aporta cuatro ideas fundamentales: (1) los seres humanos somos seres que vivimos en el lenguaje. (2) El lenguaje es generativo: No solo describe y expresa el mundo exterior, sino que el lenguaje es acción y crea realidades. (3) Los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje: “el individuo no puede ser separado de su relato. El relato es constitutivo de lo que el individuo es”. Y (4) Lo social se constituye en el lenguaje. Todo fenómeno social es siempre un fenómeno lingüístico. De ahí la no-neutralidad del lenguaje, o lo que es igual, la no-neutralidad de la red de significados y sentidos por medio de la cual construimos nuestro mundo (Julián Serna Arango, 2001). Y si lo social se construye en el lenguaje, la comunicación pasa a ser (1) El espacio de encuentro de la heterogeneidad sociocultural (Massoni, 1990, 2007). (2) El sistema que nos permite articular nuestras percepciones plurales con las de los demás y desde el que podemos estratégicamente dar nuevas configuraciones a nuestra trama relacional (Alberto Pérez, 2001, 2007). Y (3) “ el dispositivo fundamental de la configuración y la dinámica de los sistemas sociales” (Nicklas Luhman, 1983). Hablamos de personas en interacción.
6ª Clave: Actuamos en base a futuros que no existen y a realidades que nos imaginamos. Y por eso necesitamos teorías que nos aporten una cierta previsibilidad de las consecuencias de nuestros actos
Ese ser humano que interpreta, construye, y actúa sobre su mundo exterior bifurcándose y articulándose es el gran sujeto de la estrategia. Y lo hace dotado de dos poderosas capacidades además del lenguaje ya comentado: la visión de futuro y la imaginación. Con la primera viaja a momentos (futuribles) que todavía no han ocurrido y que tal vez no ocurran nunca. Y con la segunda viaja a mundos virtuales, y puede pensar rutas que nadie ha visionado todavía (innovación); conectar y mezclar cosas que nadie ha mezclado antes, las increíbles conexiones de Poincaré (creatividad,) e imaginar los resultados previsibles de sus acciones (juegos de simulación). Es aquí donde entran en juego las teorías. Ya hemos dicho en la primera entrega que una teoría es una explicación de un fenómeno En otras palabras, una teoría es una forma de entender lo real. Maturana va más lejos al señalar que toda observación está cargada de teoría y que es imposible separar la percepción de la ilusión (de comprender, de explicar, de imaginar). Y esto que ocurre con las percepciones simples, también ocurre con la ciencia. Todas las teorías parten de premisas que son aceptadas a priori por el que las sostiene desde sus preferencias, no porque sean necesarias, sino porque a alguien le preocupa un problema. Ninguna es más o menos eficaz que otra escindida del dominio en el que se la expresa. Ninguna es más o menos verdadera que otra, si no decimos para quién y para qué. Por eso Sandra Massoni y yo mismo consideramos en “Hacia una teoría general de la estrategia” que el aporte que pueden hacernos las teorías de la comunicación integradas a una perspectiva estratégica tiene que ver con un ir descubriendo para qué es competente una teoría y para qué no lo es. Sobre qué dimensiones de la situación está trabajando efectivamente. Qué me permite y qué no una categoría conceptual. Esto implica visualizar sus alcances y sus limitaciones operando en situaciones dadas. Qué pretende cada teoría respecto de la modalidad del contacto, qué logra. Nuestro desafío es intentar ser más reflexivos a fin de lograr una descripción más aceptable de la realidad –este escenario complejo, cambiante, fluido– que nos permita hacer cálculos sobre los resultados previsibles de nuestros actos.
7ª Clave: “Piensa como un hombre de acción, pero actúa como un hombre de pensamiento”.
Esta frase que he tomada prestada de Henri Bergson sintetiza todo mis pensamiento al respecto y resume las otras claves precedentes. La recomiendo fuertemente a mis lectores, pues es en ese cruce paradójico donde se abre la puerta que da acceso a la complejidad del mundo que nos rodea y nacen las buenas estrategias. Es también la clave para reconciliar teoría con práctica y práctica con teoría. Algo de lo que estamos necesitados.
(continuará)
“Una teoría no es otra cosa que una forma de mirar el mundo”
David Bohm
Mire a su alrededor y dígame lo que ve ¿confrontación o armonía?
Sin duda la pregunta está mal planteada. Lo más probable es que Vd. vea ambas cosas confrontación y armonía, sencillamente porque, nos guste o no, el mundo es complejo. Y complejo como nos recuerda Edgar Morin, es lo que está tejido junto. La trama y la urdimbre de lo real, de la vida, de lo social.
Pero no es menos cierto que nos han enseñado a mirar así, fraccionado y enfrentando la realidad en pares antagónicos. Lo malo es que, de esta guisa, la cultura occidental amparándose en el dualismo y la dialéctica que lleva por sus venas nos ha terminado por enfrentar a los unos contra los otros. Y a cada concepto y a cada cosa con su antagonista.
No hay que apelar a las guerras del pasado y del presente, basta con encender la TV para comprobar que vivimos una Cultura de la Polémica, escenificada e intermediada como muy bien explica en su libro la periodista americana Deborah Tannen.
Por eso tenemos la política que tenemos: candidatos que se pelean por nuestros votos y nos cuentan las maldades ajenas pero no nos dicen nunca cómo van a resolver nuestros problemas.
Por eso tenemos el management que tenemos: empresarios que ven en todo competidor un enemigo y no un posible aliado, y que reproducen a nivel mercado los “horrores” de la guerra, aunque luego se unan y se asocien para subirnos los precios. O para defender posiciones en su Patronal.
Por eso tenemos la espiritualidad que tenemos: incapaz de armonizar cada cuerpo con “su” alma; cada cerebro con “su” mente; cada acción con “sus” valores.
Por eso tenemos la ciencia que tenemos: lo primero que nos enseñan a la hora de analizar un ser/fenómeno vivo es fraccionarlo para estudiar sus partes por separado. Con olvido, o yo diría con desprecio, de que al diseccionarlo, la vida se nos escapa entre corte y corte, y lo que terminamos estudiando es un ser muerto. Pues la vida estaba precisamente en esas conexiones que hemos roto (1).
Todo ello sin darnos cuenta de que nada de lo que nos rodea es antagónico entre sí, ni siquiera es algo aislado e independiente, sino conectado, fluido y mutante.
Sin darnos cuenta de que todo y todos formamos parte de ese tejido del que está hecha la materia y la vida, incluidos los sueños.
Sin darnos cuenta de que es precisamente en la fusión, en los mestizajes y en las fronteras donde surge la innovación (por la que tanto sueñan empresarios de todo el mundo que sin embargo dirigen organizaciones piramidales y jerárquicas que ahogan cualquier intento de innovación).
Es, ese dualismo antagonista que respiramos por todas partes el culpable de que a tantos les haya sido tan difícil asumir algunos de los avances científicos más importantes del siglo XX: el pensamiento complejo, la complementariedad, la sistémica, la emergencia, las conexiones profundas; que el todo es distinto de la suma de sus partes (ya lo dijo Pascal, pero lo validaría la sistémica) y que la realidad y la vida van de menos a mas (me refiero a la emergencia) y que por tanto no somos ángeles caídos, ni seres degradados por alguna oscura culpa originaria, sino simples seres evolucionados.
Para aquellos que crean que estas ideas son producto de un decadente retorno al misticismo oriental, les diré que tienen una parte de razón. Pero solo una parte. Es verdad que todas estas ideas tiene sus orígenes en Oriente: el bing bang en los vedas y en su Brahman “el que se expande” (en sanscrito); la complementariedad en el Yin y el Yang, la lógica binaria de Leibnitz con la que trabajan nuestros ordenadores en los exagramas del libro de las mutaciones; pero ha sido la ciencia del siglo XX, física cuántica incluida (véase el “Tao de la Física” de Fritjof Capra) la que ha sabido recuperar y reconstruir esos mismos principios y sacarlos de la oscuridad y del secretismo iniciático de sus orígenes y del olvido de XXIV siglos
Y hoy, gracias a Edgar Morin (pensamiento complejo); Niels Bohr (principio de complementariedad); Francisco Varela (embodied mind); David Bóhm (el orden implicado y otros pocos hombres preclaros, sabemos que la realidad lejos de ser dual y antagónica es compleja, fluida, y a veces caótica, y que fragmentarla y enfrentarla conceptual o físicamente es un grave error.
Sin duda todas estas inquietudes merecerían un comentario más largo y calmado. ¡Hay tanto que decir al respecto! Por mi parte podría remitir a mis lectores a las páginas de mi último libro “Hacia una teoría general de la estrategia” (en coautoría con Sandra Massoni), Ariel, 2009, donde presentamos métodos de análisis que no solo no fraccionan sino que precisamente ponen el énfasis en las conexiones; pero realmente el motivo por el que he sacado este tema hoy, es para céntrame en una dualidad que me preocupa y me irrita mucho; aquella que enfrenta teoría y práctica.
Cuando en clase digo “hoy vamos a ver la teoría…” mis alumnos salen huyendo. Frases como “eso es demasiado teórico”, “Yo quiero algo más práctico”; “profe, puede cortar ya esta parte y darnos el modelo…” tan frecuentes de oír para un viejo profesor como soy yo, nos hablan de una sociedad o desorientada o descerebrada. Y no sé que es peor.
Aunque a muchos les cueste entenderlo una teoría es una forma de ver el mundo, o si se prefiere nos da la perspectiva desde donde mirarlo. Una teoría es una explicación de un fenómeno. Y de hecho, nos guste o no, todo lo que hacemos es en base a una “teoría”, desde el más simple de los esquemas a una teoría científica. Las teorías científicas también son explicaciones, solo que para ser “científicas” han de cumplir unos determinados requisitos. Los seres humanos necesitamos esas explicaciones, para hacer cálculos sobre los resultados (previsibles) de nuestras acciones. Todos sabemos que si pasamos de los 120 kmts./hora corremos dos riesgos, que nos pongan una multa y peor, tener un accidente” . Si voy a invertir en bolsa, antes debería saber cómo funciona ese mercado. Eso no me va a garantizar el resultado, ni el éxito (ese es otro problema que comentaremos otro día, el de una sociedad en busca del algoritmo perdido, pero que nunca existió), pero al menos me evitan algunos errores de bulto
En teste punto es bueno recordar a John Maynard Keynes- quien, por cierto, ganó mucho dinero en la bolsa- cuando dice:”Practical men who believes themselves to be quite exempt from any intellectual influences are usually the slaves of some defunct economist” . La pregunta aquí es ¿Cuántos cadáveres guardamos en el armario? Porque, Sras. y Srs. de vez en cuando hay que abrir las puertas, airearse y dejar espacio… Porque nos guste o no, no hay nada más práctico que una teoría, eso sí, una buena teoría.
Debo decir, en sentido contrario y muy a mi pesar, que el rechazo de la teoría tiene algunas raíces fundadas. Detrás del enfrentamiento entre teoría y práctica está el rechazo de mal teórico, del que se enrolla sin llegar ninguna parte, de esos profesores que cuando ven que su teoría no funciona dicen que quien se equivoca es la realidad, nunca ellos (pero ese es otro problema que también habría que abordar).
Yo también participo de ese rechazo, y por eso, entre tantas otras cosas, cuesta llevarse bien con los colegas. Pero estas críticas y estas “boutades” no resuelven el problema. Una sociedad sin teorías y cada vez más pobre en valores es una sociedad descerebrada y sin ética para su acción.
Para todos nosotros que nos movemos entre el pensamiento y la acción, nos resultaría fácil renunciar a la teoría, darle el gusto al lector y tratar de escribir “prácticos” bestsellers. Algunos lo hacen y ganan mucho dinero. Pero eso tampoco es ético, porque implica una renuncia a la búsqueda de mejores explicaciones. Nuestro compromiso como profesores, pensadores e investigadores es intentar hacer buenas teorías. Serán los de fuera al ponerlas en práctica en sus proyectos y planes los que nos den o nos quiten la razón. Y si nos la dan, por favor, que nos la den en vida. Cómo en su día ya advirtió Vicent van Gogh en sus hermosas cartas a Teo: Hay ya demasiadas viudas homenajeadas.
(continuará)
____
(1) Me permito recordar al lector que desde Descartes y su 2º principio del método, analizar es fraccionar para estudiar las partes por separado, y me permito recordar también que “Distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos.“ es la primera acepción que nos da la 22 edición del “Diccionario de la Real Academia de la Lengua” que confunde el proceso de analizar con el método seguido hasta ahora para lograr ese análisis. Con olvido de que hoy tenemos métodos que permiten analizar sin trocear. Un tema que abordo en mi último libro con la ayuda de Francisco Serra y “su” dinámica de sistemas y de otros autores.
Sin duda la pregunta está mal planteada. Lo más probable es que Vd. vea ambas cosas confrontación y armonía, sencillamente porque, nos guste o no, el mundo es complejo. Y complejo como nos recuerda Edgar Morin, es lo que está tejido junto. La trama y la urdimbre de lo real, de la vida, de lo social.
Pero no es menos cierto que nos han enseñado a mirar así, fraccionado y enfrentando la realidad en pares antagónicos. Lo malo es que, de esta guisa, la cultura occidental amparándose en el dualismo y la dialéctica que lleva por sus venas nos ha terminado por enfrentar a los unos contra los otros. Y a cada concepto y a cada cosa con su antagonista.
No hay que apelar a las guerras del pasado y del presente, basta con encender la TV para comprobar que vivimos una Cultura de la Polémica, escenificada e intermediada como muy bien explica en su libro la periodista americana Deborah Tannen.
Por eso tenemos la política que tenemos: candidatos que se pelean por nuestros votos y nos cuentan las maldades ajenas pero no nos dicen nunca cómo van a resolver nuestros problemas.
Por eso tenemos el management que tenemos: empresarios que ven en todo competidor un enemigo y no un posible aliado, y que reproducen a nivel mercado los “horrores” de la guerra, aunque luego se unan y se asocien para subirnos los precios. O para defender posiciones en su Patronal.
Por eso tenemos la espiritualidad que tenemos: incapaz de armonizar cada cuerpo con “su” alma; cada cerebro con “su” mente; cada acción con “sus” valores.
Por eso tenemos la ciencia que tenemos: lo primero que nos enseñan a la hora de analizar un ser/fenómeno vivo es fraccionarlo para estudiar sus partes por separado. Con olvido, o yo diría con desprecio, de que al diseccionarlo, la vida se nos escapa entre corte y corte, y lo que terminamos estudiando es un ser muerto. Pues la vida estaba precisamente en esas conexiones que hemos roto (1).
Todo ello sin darnos cuenta de que nada de lo que nos rodea es antagónico entre sí, ni siquiera es algo aislado e independiente, sino conectado, fluido y mutante.
Sin darnos cuenta de que todo y todos formamos parte de ese tejido del que está hecha la materia y la vida, incluidos los sueños.
Sin darnos cuenta de que es precisamente en la fusión, en los mestizajes y en las fronteras donde surge la innovación (por la que tanto sueñan empresarios de todo el mundo que sin embargo dirigen organizaciones piramidales y jerárquicas que ahogan cualquier intento de innovación).
Es, ese dualismo antagonista que respiramos por todas partes el culpable de que a tantos les haya sido tan difícil asumir algunos de los avances científicos más importantes del siglo XX: el pensamiento complejo, la complementariedad, la sistémica, la emergencia, las conexiones profundas; que el todo es distinto de la suma de sus partes (ya lo dijo Pascal, pero lo validaría la sistémica) y que la realidad y la vida van de menos a mas (me refiero a la emergencia) y que por tanto no somos ángeles caídos, ni seres degradados por alguna oscura culpa originaria, sino simples seres evolucionados.
Para aquellos que crean que estas ideas son producto de un decadente retorno al misticismo oriental, les diré que tienen una parte de razón. Pero solo una parte. Es verdad que todas estas ideas tiene sus orígenes en Oriente: el bing bang en los vedas y en su Brahman “el que se expande” (en sanscrito); la complementariedad en el Yin y el Yang, la lógica binaria de Leibnitz con la que trabajan nuestros ordenadores en los exagramas del libro de las mutaciones; pero ha sido la ciencia del siglo XX, física cuántica incluida (véase el “Tao de la Física” de Fritjof Capra) la que ha sabido recuperar y reconstruir esos mismos principios y sacarlos de la oscuridad y del secretismo iniciático de sus orígenes y del olvido de XXIV siglos
Y hoy, gracias a Edgar Morin (pensamiento complejo); Niels Bohr (principio de complementariedad); Francisco Varela (embodied mind); David Bóhm (el orden implicado y otros pocos hombres preclaros, sabemos que la realidad lejos de ser dual y antagónica es compleja, fluida, y a veces caótica, y que fragmentarla y enfrentarla conceptual o físicamente es un grave error.
Sin duda todas estas inquietudes merecerían un comentario más largo y calmado. ¡Hay tanto que decir al respecto! Por mi parte podría remitir a mis lectores a las páginas de mi último libro “Hacia una teoría general de la estrategia” (en coautoría con Sandra Massoni), Ariel, 2009, donde presentamos métodos de análisis que no solo no fraccionan sino que precisamente ponen el énfasis en las conexiones; pero realmente el motivo por el que he sacado este tema hoy, es para céntrame en una dualidad que me preocupa y me irrita mucho; aquella que enfrenta teoría y práctica.
Cuando en clase digo “hoy vamos a ver la teoría…” mis alumnos salen huyendo. Frases como “eso es demasiado teórico”, “Yo quiero algo más práctico”; “profe, puede cortar ya esta parte y darnos el modelo…” tan frecuentes de oír para un viejo profesor como soy yo, nos hablan de una sociedad o desorientada o descerebrada. Y no sé que es peor.
Aunque a muchos les cueste entenderlo una teoría es una forma de ver el mundo, o si se prefiere nos da la perspectiva desde donde mirarlo. Una teoría es una explicación de un fenómeno. Y de hecho, nos guste o no, todo lo que hacemos es en base a una “teoría”, desde el más simple de los esquemas a una teoría científica. Las teorías científicas también son explicaciones, solo que para ser “científicas” han de cumplir unos determinados requisitos. Los seres humanos necesitamos esas explicaciones, para hacer cálculos sobre los resultados (previsibles) de nuestras acciones. Todos sabemos que si pasamos de los 120 kmts./hora corremos dos riesgos, que nos pongan una multa y peor, tener un accidente” . Si voy a invertir en bolsa, antes debería saber cómo funciona ese mercado. Eso no me va a garantizar el resultado, ni el éxito (ese es otro problema que comentaremos otro día, el de una sociedad en busca del algoritmo perdido, pero que nunca existió), pero al menos me evitan algunos errores de bulto
En teste punto es bueno recordar a John Maynard Keynes- quien, por cierto, ganó mucho dinero en la bolsa- cuando dice:”Practical men who believes themselves to be quite exempt from any intellectual influences are usually the slaves of some defunct economist” . La pregunta aquí es ¿Cuántos cadáveres guardamos en el armario? Porque, Sras. y Srs. de vez en cuando hay que abrir las puertas, airearse y dejar espacio… Porque nos guste o no, no hay nada más práctico que una teoría, eso sí, una buena teoría.
Debo decir, en sentido contrario y muy a mi pesar, que el rechazo de la teoría tiene algunas raíces fundadas. Detrás del enfrentamiento entre teoría y práctica está el rechazo de mal teórico, del que se enrolla sin llegar ninguna parte, de esos profesores que cuando ven que su teoría no funciona dicen que quien se equivoca es la realidad, nunca ellos (pero ese es otro problema que también habría que abordar).
Yo también participo de ese rechazo, y por eso, entre tantas otras cosas, cuesta llevarse bien con los colegas. Pero estas críticas y estas “boutades” no resuelven el problema. Una sociedad sin teorías y cada vez más pobre en valores es una sociedad descerebrada y sin ética para su acción.
Para todos nosotros que nos movemos entre el pensamiento y la acción, nos resultaría fácil renunciar a la teoría, darle el gusto al lector y tratar de escribir “prácticos” bestsellers. Algunos lo hacen y ganan mucho dinero. Pero eso tampoco es ético, porque implica una renuncia a la búsqueda de mejores explicaciones. Nuestro compromiso como profesores, pensadores e investigadores es intentar hacer buenas teorías. Serán los de fuera al ponerlas en práctica en sus proyectos y planes los que nos den o nos quiten la razón. Y si nos la dan, por favor, que nos la den en vida. Cómo en su día ya advirtió Vicent van Gogh en sus hermosas cartas a Teo: Hay ya demasiadas viudas homenajeadas.
(continuará)
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(1) Me permito recordar al lector que desde Descartes y su 2º principio del método, analizar es fraccionar para estudiar las partes por separado, y me permito recordar también que “Distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos.“ es la primera acepción que nos da la 22 edición del “Diccionario de la Real Academia de la Lengua” que confunde el proceso de analizar con el método seguido hasta ahora para lograr ese análisis. Con olvido de que hoy tenemos métodos que permiten analizar sin trocear. Un tema que abordo en mi último libro con la ayuda de Francisco Serra y “su” dinámica de sistemas y de otros autores.
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Rafael Alberto Pérez
Blog sobre comunicación estratégica
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
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