¿Quién es?
Rafael Alberto Pérez
Autor de referencia en comunicación estratégica, conferenciante y consultor. Es consejero de The Blueroom Project - TBP Consulting para temas de turismo y ocio
Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.
En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.
Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.
En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.
Tendencias Estratégicas
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22/11/2024 17:54 - Pablo Javier Piacente -
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21/11/2024 17:58 - Pablo Javier Piacente
7ª propuesta:
Reconvertir la ya pinchada burbuja inmobiliaria en un dirigible
(de Housing Corporations)
O de como un comunicador se aventura a opinar sobre economía
Porpuesta por:
Rafael Alberto Pérez y Fran de Enrique
La propuesta que someto a la consideración de los lectores se ubica dentro del debate con el que se inicia en España la nueva Legislatura. El Gobierno de Rajoy ha anunciando que las cuentas públicas que recibió del Gobierno anterior son peores de lo que los socialistas les habían anunciado antes de irse y que eso les obliga a aplicar medidas restrictivas y recaudatorias que no tenían previstas y a endurecer otras. Deja muy claro que su primer objetivo es minimizar el déficit para así ganar confianza.
Ante esta situación, el PSOE se rasga las vestiduras y vaticina que las citadas medidas de austeridad del PP solo van a agravar el paro y que lo que España necesita son políticas keynesianas.
Dado que muchos de los lectores que visitan este blog son de fuera de España, un deber de cortesía elemental me obliga aponerles en antecedentes. Y lo quiero hacer desde el pensamiento complejo que he heredado de mi buen maestro Edgar Morin. Y lo primero que veo es que desde una óptica compleja los dos, PP y PSOE tienen razón aunque de distinta manera.
Comenzaré por los socialistas, creo que tienen razón cuando dicen que sin políticas keynesianas difícilmente se reducirá el paro (al menos en el corto plazo) pero parece que se olvidan de dos cosas (1) que el PP ha recibido la herencia que ellos le han dejado y (2) que si tenían buenas soluciones a los problemas de España por qué entonces no las aplicaron ellos mismos cuando todavía estaban en el poder ¿…?
A su vez el punto (1) merece otro comentario ¿qué ha fallado en nuestra economía durante la etapa socialista que le lleva a recibir un Estado rico y a devolver un Estado al borde de la ruina? La coartada del PSOE de que la crisis es europea y no solo española, es parcialmente cierto, pero eso explicaría que España tuviese un paro similar al promedio de la UE, unos puntos arriba unos puntos abajo, pero el brutal diferencial que tenemos con Europa y que nos convierte en el país de la UE con más desempleo es claramente atribuible a la mala política económica del PSOE. Aunque sería injusto decir esto sin reconocer que este problema viene de atrás y en realidad es atribuible a todos los gobiernos desde la transición por utilizar políticas cortoplacistas en busca de votos, en lugar de realizar los ajustes necesarios para un cambio de modelo productivo.
Otro factor que ha agravado la crisis fue la pérdida de confianza de los empresarios (y de muchos de los españoles) en un gobierno que comenzó a practicar la mentira convulsiva. Primero no había crisis … no querrán que siga ¿verdad?
Creo personalmente que ese diferencial de paro no se resolverá mientras no se identifiquen bien los vectores que nos han llevado a la actual situación.Y pienso que hay uno que sobresale sobre los demás: la famosa burbuja inmobiliaria. El PSOE viene criticando desde atrás que el modelo español tenía fallos estructurales y el mayor era una enorme burbuja inmobiliaria. Y tenía razón. Si miramos el gráfico de 2001 a 2007 las personas empleadas en la producción de bienes en España permanece constante y muy por debajo del % de las otras grandes economías europeas, teniendo el doble % de personas en la construcción.
Pero cuando a uno no le gusta algo lo cambia por algo mejor. Y eso es lo que hacen todos los políticos, todos menos los dogmáticos. Los dogmáticos son como los fundamentalistas, queman en la hoguera pero no se molestan en sustituir lo que no les gusta por algo mejor. ¿Y qué ocurrió? La construcción como todo el mundo sabe es mano de obra intensiva, es decir genera empleo, y si se pincha la burbuja lo que se desinfla es el empleo. Y eso es lo que nos ha pasado.Pero el PSOE no solo desinfló la burbuja anunció que lo iba a hacer con muchos meses de adelanto. El resultado es bien conocido: al grito de que viene el lobo, los constructores tomaron su dinero y se fueron con él hacer negocios a otras partes, dejando que sus empresas entrase en concurso de acreedores. Los centenares de pisos que salpican la geografía española sin terminar son una clara evidencia de que la forma precipitada con que esos constructores hicieron las maletas.
Y aunque algunos ven en ello el agotamiento de un modelo y otros- véase el reportaje de El País de 15 de enero “Se los tragó la tierra” - parecen querer dirigirnos la mirada hacia otra parte. Lo relevante para mí no son los vaivenes de las carreras directivas de esos señores de la construcción, sujetas- como las de tantos otros- a las ambiciones y a las especulaciones. Lo relevante para mí es que de tanto escuchar que viene el lobo, han terminado por re-dirigir sus inversiones (los legítimos beneficios de los años anteriores) hacia otros sectores.
¿A dónde nos lleva esta disquisición?
Bueno, mi conclusión es muy elemental pero me temo que pueda ser cierta. España no tiene capacidad de generar el empleo que necesita para dar de trabajo a sus jóvenes si deja la construcción y la obra pública al margen.Y es aquí donde entra mi propuesta. No se trata de volver a la burbuja, se trata de crear un dirigible. De llevar a la construcción a donde se la necesita. Y veo tres campos de acción: (1) un plan de renovación de centros urbanos; (2) un plan de viviendas protegidas para jóvenes y (3) una adaptación del modelo holandés de Social Housing de alquiler, donde incluso se podrían añadir variables como que los ayuntamientos liberaran suelo, abaratando estos edificios (y de paso ganándose el derecho a la rehabilitación del punto (1) y que gracias a ello las empresas que pagan la construcción pudieran alquilar estos edificios durante unos X años a un precio negociado con el gobierno y después ya que el suelo al ser publico revertiría al estado)
¿Cómo se financia este dirigible? Pues mediante los que los sajones llaman Housing Corporations, son instituciones independientes sin ánimo de lucro. Porque señores no se trata de hacerse rico sino de recuperar el bienestar perdido. No descarto que una parte de esos fondos pudiesen venir de las grandes empresas del país. Ellas deberían ser las primeras interesadas en salir cuanto antes de esta crisis.
Fuente: elaboración Fran de Enrique a partir de datos de Eurostat
Rafael Alberto Pérez y Fran de Enrique
La propuesta que someto a la consideración de los lectores se ubica dentro del debate con el que se inicia en España la nueva Legislatura. El Gobierno de Rajoy ha anunciando que las cuentas públicas que recibió del Gobierno anterior son peores de lo que los socialistas les habían anunciado antes de irse y que eso les obliga a aplicar medidas restrictivas y recaudatorias que no tenían previstas y a endurecer otras. Deja muy claro que su primer objetivo es minimizar el déficit para así ganar confianza.
Ante esta situación, el PSOE se rasga las vestiduras y vaticina que las citadas medidas de austeridad del PP solo van a agravar el paro y que lo que España necesita son políticas keynesianas.
Dado que muchos de los lectores que visitan este blog son de fuera de España, un deber de cortesía elemental me obliga aponerles en antecedentes. Y lo quiero hacer desde el pensamiento complejo que he heredado de mi buen maestro Edgar Morin. Y lo primero que veo es que desde una óptica compleja los dos, PP y PSOE tienen razón aunque de distinta manera.
Comenzaré por los socialistas, creo que tienen razón cuando dicen que sin políticas keynesianas difícilmente se reducirá el paro (al menos en el corto plazo) pero parece que se olvidan de dos cosas (1) que el PP ha recibido la herencia que ellos le han dejado y (2) que si tenían buenas soluciones a los problemas de España por qué entonces no las aplicaron ellos mismos cuando todavía estaban en el poder ¿…?
A su vez el punto (1) merece otro comentario ¿qué ha fallado en nuestra economía durante la etapa socialista que le lleva a recibir un Estado rico y a devolver un Estado al borde de la ruina? La coartada del PSOE de que la crisis es europea y no solo española, es parcialmente cierto, pero eso explicaría que España tuviese un paro similar al promedio de la UE, unos puntos arriba unos puntos abajo, pero el brutal diferencial que tenemos con Europa y que nos convierte en el país de la UE con más desempleo es claramente atribuible a la mala política económica del PSOE. Aunque sería injusto decir esto sin reconocer que este problema viene de atrás y en realidad es atribuible a todos los gobiernos desde la transición por utilizar políticas cortoplacistas en busca de votos, en lugar de realizar los ajustes necesarios para un cambio de modelo productivo.
Otro factor que ha agravado la crisis fue la pérdida de confianza de los empresarios (y de muchos de los españoles) en un gobierno que comenzó a practicar la mentira convulsiva. Primero no había crisis … no querrán que siga ¿verdad?
Creo personalmente que ese diferencial de paro no se resolverá mientras no se identifiquen bien los vectores que nos han llevado a la actual situación.Y pienso que hay uno que sobresale sobre los demás: la famosa burbuja inmobiliaria. El PSOE viene criticando desde atrás que el modelo español tenía fallos estructurales y el mayor era una enorme burbuja inmobiliaria. Y tenía razón. Si miramos el gráfico de 2001 a 2007 las personas empleadas en la producción de bienes en España permanece constante y muy por debajo del % de las otras grandes economías europeas, teniendo el doble % de personas en la construcción.
Pero cuando a uno no le gusta algo lo cambia por algo mejor. Y eso es lo que hacen todos los políticos, todos menos los dogmáticos. Los dogmáticos son como los fundamentalistas, queman en la hoguera pero no se molestan en sustituir lo que no les gusta por algo mejor. ¿Y qué ocurrió? La construcción como todo el mundo sabe es mano de obra intensiva, es decir genera empleo, y si se pincha la burbuja lo que se desinfla es el empleo. Y eso es lo que nos ha pasado.Pero el PSOE no solo desinfló la burbuja anunció que lo iba a hacer con muchos meses de adelanto. El resultado es bien conocido: al grito de que viene el lobo, los constructores tomaron su dinero y se fueron con él hacer negocios a otras partes, dejando que sus empresas entrase en concurso de acreedores. Los centenares de pisos que salpican la geografía española sin terminar son una clara evidencia de que la forma precipitada con que esos constructores hicieron las maletas.
Y aunque algunos ven en ello el agotamiento de un modelo y otros- véase el reportaje de El País de 15 de enero “Se los tragó la tierra” - parecen querer dirigirnos la mirada hacia otra parte. Lo relevante para mí no son los vaivenes de las carreras directivas de esos señores de la construcción, sujetas- como las de tantos otros- a las ambiciones y a las especulaciones. Lo relevante para mí es que de tanto escuchar que viene el lobo, han terminado por re-dirigir sus inversiones (los legítimos beneficios de los años anteriores) hacia otros sectores.
¿A dónde nos lleva esta disquisición?
Bueno, mi conclusión es muy elemental pero me temo que pueda ser cierta. España no tiene capacidad de generar el empleo que necesita para dar de trabajo a sus jóvenes si deja la construcción y la obra pública al margen.Y es aquí donde entra mi propuesta. No se trata de volver a la burbuja, se trata de crear un dirigible. De llevar a la construcción a donde se la necesita. Y veo tres campos de acción: (1) un plan de renovación de centros urbanos; (2) un plan de viviendas protegidas para jóvenes y (3) una adaptación del modelo holandés de Social Housing de alquiler, donde incluso se podrían añadir variables como que los ayuntamientos liberaran suelo, abaratando estos edificios (y de paso ganándose el derecho a la rehabilitación del punto (1) y que gracias a ello las empresas que pagan la construcción pudieran alquilar estos edificios durante unos X años a un precio negociado con el gobierno y después ya que el suelo al ser publico revertiría al estado)
¿Cómo se financia este dirigible? Pues mediante los que los sajones llaman Housing Corporations, son instituciones independientes sin ánimo de lucro. Porque señores no se trata de hacerse rico sino de recuperar el bienestar perdido. No descarto que una parte de esos fondos pudiesen venir de las grandes empresas del país. Ellas deberían ser las primeras interesadas en salir cuanto antes de esta crisis.
Fuente: elaboración Fran de Enrique a partir de datos de Eurostat
Rafael Alberto Pérez
Jueves, 19 de Enero 2012
Comentarios
Propuesta No.6
Flexibilizar la jornada laboral mediante 2 días de teletrabajo en el propio domicilio
Por Rafael Alberto Pérez
Si solo acudiéramos tres de los 5 días laborables a la oficina y los dos restantes trabajásemos en casa en el ordenador, la sociedad en su conjunto obtendría al menos 3 beneficios que entiendo importantes: reducción del consumo de carburantes en torno a un 30% durante la semana laboral; la consecuente mejora de la contaminación urbana y una mayor fluidez del tráfico. En lo que a los trabajadores se refiere tendrían una mayor flexibilidad de su tiempo para organizarse y repartir la jornada laboral; los padres podrían pasar más tiempos con sus hijos, y mejorar así la formación en valores de los mismos; la familia en su conjunto podría estar más horas junta, etc.
Pues bien, esta enorme revolución solo necesita cumplir tres simples requisitos para que sea viable: (1) que las empresas asignen dos de los días laborales para posibles reuniones (por lo que sobre los tres restantes cada uno elegiría aquellos dos que mejor le conviniesen); (2) que equipen a sus empleados con ordenadores que permitan controlar el nº de horas trabajadas y en general su productividad; (3) y que durante las horas laborables los trabajadores se comprometan a dejar sus teléfonos abiertos por si hubiese alguna urgencia que se pudiese aclarar telefónicamente (uso excepcional).
Bueno, realmente haría falta un cuarto requisito: mentalización. Del mismo modo que hace años la jornada flexible parecía una utopía y hoy son numerosas las empresas en que se ficha con un margen de conveniencia y es el trabajador el que se preocupa de cumplir el total de horas reguladas. El teletrabajo durante dos de los días laborables también puede parecernos ahora una utopía. Y es necesario perderle el miedo.
Personalmente pienso que es una buena medida para la España de hoy, en un momento en que se pretende ahorrar y flexibilizar. Solo tiene un problema, que no sirve para todo tipo de trabajo, solo para oficinas y similares. Y no para el personal de cara al público. Con todo la cifra de beneficiarios sería muy alta. ¿Alguien querría cuantificar los beneficios?
Si solo acudiéramos tres de los 5 días laborables a la oficina y los dos restantes trabajásemos en casa en el ordenador, la sociedad en su conjunto obtendría al menos 3 beneficios que entiendo importantes: reducción del consumo de carburantes en torno a un 30% durante la semana laboral; la consecuente mejora de la contaminación urbana y una mayor fluidez del tráfico. En lo que a los trabajadores se refiere tendrían una mayor flexibilidad de su tiempo para organizarse y repartir la jornada laboral; los padres podrían pasar más tiempos con sus hijos, y mejorar así la formación en valores de los mismos; la familia en su conjunto podría estar más horas junta, etc.
Pues bien, esta enorme revolución solo necesita cumplir tres simples requisitos para que sea viable: (1) que las empresas asignen dos de los días laborales para posibles reuniones (por lo que sobre los tres restantes cada uno elegiría aquellos dos que mejor le conviniesen); (2) que equipen a sus empleados con ordenadores que permitan controlar el nº de horas trabajadas y en general su productividad; (3) y que durante las horas laborables los trabajadores se comprometan a dejar sus teléfonos abiertos por si hubiese alguna urgencia que se pudiese aclarar telefónicamente (uso excepcional).
Bueno, realmente haría falta un cuarto requisito: mentalización. Del mismo modo que hace años la jornada flexible parecía una utopía y hoy son numerosas las empresas en que se ficha con un margen de conveniencia y es el trabajador el que se preocupa de cumplir el total de horas reguladas. El teletrabajo durante dos de los días laborables también puede parecernos ahora una utopía. Y es necesario perderle el miedo.
Personalmente pienso que es una buena medida para la España de hoy, en un momento en que se pretende ahorrar y flexibilizar. Solo tiene un problema, que no sirve para todo tipo de trabajo, solo para oficinas y similares. Y no para el personal de cara al público. Con todo la cifra de beneficiarios sería muy alta. ¿Alguien querría cuantificar los beneficios?
A todos mis amigos y seguidores los invito a que me ayuden a resolver el dilema estratégico que me presenta esta navidad
Propuesta No.5
La eduación como motor del cambio social
Por Avelina Frías
Construir una sociedad mejor debe comenzar siempre por la educación. ¿Pero qué tipo de educación? Nuestra realidad en constante cambio y circulación de información exige una educación enfocada en la co-construcción y no en la competencia, en el fomento de la autoconfianza y la creatividad de los niños y no en una simple escolarización tradicional de acumulación de conocimiento.
En este sentido resulta necesario empoderar a los niños como creadores del verdadero cambio social. Actualmente movimientos educativos internacionales como Diseño el Cambio (Design for Change)) están demostrando a niños y jóvenes la posibilidad de ser protagonistas del cambio a través de un sencillo proceso de diseño de cuatro etapas: SENTIR, IMAGINAR, ACTÚAR y COMPARTIR.
Esta sencilla metodología promueve el sentido de la iniciativa, el trabajo en equipo, el espíritu crítico, el auto-conocimiento y el desarrollo de su auto-confianza. Hoy es de vital importancia que los niños aprendan más que a repetir las tablas de memoria, a relacionarse en el mundo, a confiar en sus propias ideas y a decir ¡YO PUEDO! ante los retos y dificultades emocionales o materiales que su propia realidad les plantea.
Trasladar este u otros modelos educativos que, además de trasmitir conocimientos, potencien el entendimiento desde niños de que somos seres humanos relacionales que necesitamos todos de todos y que somos capaces de intervenir en nuestro mundo, sería un gran paso para la construcción de una sociedad mejor.
Construir una sociedad mejor debe comenzar siempre por la educación. ¿Pero qué tipo de educación? Nuestra realidad en constante cambio y circulación de información exige una educación enfocada en la co-construcción y no en la competencia, en el fomento de la autoconfianza y la creatividad de los niños y no en una simple escolarización tradicional de acumulación de conocimiento.
En este sentido resulta necesario empoderar a los niños como creadores del verdadero cambio social. Actualmente movimientos educativos internacionales como Diseño el Cambio (Design for Change)) están demostrando a niños y jóvenes la posibilidad de ser protagonistas del cambio a través de un sencillo proceso de diseño de cuatro etapas: SENTIR, IMAGINAR, ACTÚAR y COMPARTIR.
Esta sencilla metodología promueve el sentido de la iniciativa, el trabajo en equipo, el espíritu crítico, el auto-conocimiento y el desarrollo de su auto-confianza. Hoy es de vital importancia que los niños aprendan más que a repetir las tablas de memoria, a relacionarse en el mundo, a confiar en sus propias ideas y a decir ¡YO PUEDO! ante los retos y dificultades emocionales o materiales que su propia realidad les plantea.
Trasladar este u otros modelos educativos que, además de trasmitir conocimientos, potencien el entendimiento desde niños de que somos seres humanos relacionales que necesitamos todos de todos y que somos capaces de intervenir en nuestro mundo, sería un gran paso para la construcción de una sociedad mejor.
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Rafael Alberto Pérez
Blog sobre comunicación estratégica
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
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