Como los propios organizadores han dejado claro en su convocatoria: Este XIV Foro recogerá el trabajo de proyección de la Nueva Teoría Estratégica (NTE), luego de 18 años de su creación”.
El interés de este Encuentro es evidente. Aunque reconozco que no soy imparcial, y no soy imparcial porque me toca muy de cerca: resulta que soy el Padre de la NTE: “Necesitamos una Nueva Teoría Estratégica que sea menos geométrica y más hermenéutica, menos racional y más relacional” fueron las palabras que escribí en 2001 en mi libro, “Estrategias de Comunicación” y con ellas nació la NTE. Y eso me convirtió así en “el padre de la NTE”, tal y como algunos suelen llamarme.
Pero no basta con enunciar una nueva teoría hay que desarrollarla. Y aquellas que responden a una finalidad aplicada, hay que desarrollarlas además de forma acorde con los requerimientos de los profesionales que las van a manejar. Para ello hacía falta, en el caso de la Estrategia, cambiar varios puntos clave con respecto a la teoría estratégica convencional formulada desde el Management. Se trataba de identificar esos fallos y solucionarlos. Y en ello llevo trabajando desde entonces. Identifiqué 8 problemas y propuse los seis primeros cambios en 2007 en el V Encuentro de FISEC en la Universidad del Algarve, Portugal, y los 2 restantes, los más difíciles, en Buenos Aires en el 33 Congreso de CONFIARP, y los he desarrollado en detalle, en mi último libro “Estrategar. Vivir la Estrategia (2018) editado por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. En él mantengo que alto nivel de fracaso estratégico que se está dando se debe a la gran confusión reinante en el Management y a la falta de consenso sobre lo que es la propia estrategia. Ante esa situación me permití desvelar en qué consiste la estrategia. Soy consciente de que existen cientos de definiciones de estrategia y no se trataba de aportar una más que añadir a esa larga serie. La revisión a fondo de la literatura científica que vengo realizando me permitió descubrir en las Ciencias de la Vida (campo 24 de la nomenclatura de la UNESCO) que la Estrategia es un fenómeno biológico, un sistema de relación con el entorno que tenemos todos los seres vivos, y que en los humanos adquiere rasgos peculiares.
Si el lector es escéptico sobre lo que acabo de decir, lo entendería perfectamente porque son ideas rompedoras, pero no lo compartiría. Y si lo que cuestiona es mi explicación del fenómeno sepa que no puedo darle una respuesta adecuada desde aquí, no tengo espacio en el blog para explicárselo, pero me permito re-dirigirlo a mi último libro de 2018, “Estrategar. Vivir la Estrategia” editado por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (Argentina) en que lo aclara con todo detalle. La buena noticia es que además de la edición argentina ya disponible, en breve habrá también una edición colombiana de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.
Pero por si lo que el lector se cuestiona es el fracaso empírico y la confusión que, en mi opinión, reina en el Management sobre lo que es estrategia, le aporto algunos datos y referencias de expertos reputados que se explican por sí mismos. El primer dato es que entre el 50% y el 90% de la estrategias fracasan. Lo avalan , en base a los estudios existentes, los dos grandes expertos en este tema, los profesores portugueses de la Universidad del Algarve: Carlos J. F. Cándido y Sergio P. Santos (2018).
El segundo dato se refiere a la confusión y nos lo aporta también la mayor autoridad en el tema, el profesor cubano Guillermo Armando Ronda-Pupo, hoy docente en Chile en la Universidad Católica del Norte, quien en sus estudios bibliométricos trabajando sobre 91 definiciones formuladas desde el Management Estratégico, ha llegado a identificar: 36 concepciones distintas de Estrategia.
Y estas son las referencias, también sobre la confusión:
“Despite the obvious importance of a superior strategy to the success of an organisationand despite decades of research on the subject,there is little agreement among academics as what strategy really is” Costas Markides (“What is strategy and how do you know if you have one” en “Financial Times Handbook of Management”, 2004) El interés de este Encuentro es evidente. Aunque reconozco que no soy imparcial, y no soy imparcial porque me toca muy de cerca: resulta que soy el Padre de la NTE: “Necesitamos una Nueva Teoría Estratégica que sea menos geométrica y más hermenéutica, menos racional y más relacional” fueron las palabras que escribí en 2001 en mi libro, “Estrategias de Comunicación” y con ellas nació la NTE. Y eso me convirtió así en “el padre de la NTE”, tal y como algunos suelen llamarme.
Pero no basta con enunciar una nueva teoría hay que desarrollarla. Y aquellas que responden a una finalidad aplicada, hay que desarrollarlas además de forma acorde con los requerimientos de los profesionales que las van a manejar. Para ello hacía falta, en el caso de la Estrategia, cambiar varios puntos clave con respecto a la teoría estratégica convencional formulada desde el Management. Se trataba de identificar esos fallos y solucionarlos. Y en ello llevo trabajando desde entonces. Identifiqué 8 problemas y propuse los seis primeros cambios en 2007 en el V Encuentro de FISEC en la Universidad del Algarve, Portugal, y los 2 restantes, los más difíciles, en Buenos Aires en el 33 Congreso de CONFIARP, y los he desarrollado en detalle, en mi último libro “Estrategar. Vivir la Estrategia (2018) editado por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. En él mantengo que alto nivel de fracaso estratégico que se está dando se debe a la gran confusión reinante en el Management y a la falta de consenso sobre lo que es la propia estrategia. Ante esa situación me permití desvelar en qué consiste la estrategia. Soy consciente de que existen cientos de definiciones de estrategia y no se trataba de aportar una más que añadir a esa larga serie. La revisión a fondo de la literatura científica que vengo realizando me permitió descubrir en las Ciencias de la Vida (campo 24 de la nomenclatura de la UNESCO) que la Estrategia es un fenómeno biológico, un sistema de relación con el entorno que tenemos todos los seres vivos, y que en los humanos adquiere rasgos peculiares.
Si el lector es escéptico sobre lo que acabo de decir, lo entendería perfectamente porque son ideas rompedoras, pero no lo compartiría. Y si lo que cuestiona es mi explicación del fenómeno sepa que no puedo darle una respuesta adecuada desde aquí, no tengo espacio en el blog para explicárselo, pero me permito re-dirigirlo a mi último libro de 2018, “Estrategar. Vivir la Estrategia” editado por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (Argentina) en que lo aclara con todo detalle. La buena noticia es que además de la edición argentina ya disponible, en breve habrá también una edición colombiana de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.
Pero por si lo que el lector se cuestiona es el fracaso empírico y la confusión que, en mi opinión, reina en el Management sobre lo que es estrategia, le aporto algunos datos y referencias de expertos reputados que se explican por sí mismos. El primer dato es que entre el 50% y el 90% de la estrategias fracasan. Lo avalan , en base a los estudios existentes, los dos grandes expertos en este tema, los profesores portugueses de la Universidad del Algarve: Carlos J. F. Cándido y Sergio P. Santos (2018).
El segundo dato se refiere a la confusión y nos lo aporta también la mayor autoridad en el tema, el profesor cubano Guillermo Armando Ronda-Pupo, hoy docente en Chile en la Universidad Católica del Norte, quien en sus estudios bibliométricos trabajando sobre 91 definiciones formuladas desde el Management Estratégico, ha llegado a identificar: 36 concepciones distintas de Estrategia.
Y estas son las referencias, también sobre la confusión:
Con lo ya dicho me hubiera gustado haber transmitido al lector la importancia del XIV Foro de FISEC que se va a celebrar estos días. Tan solo añadir que estamos ante el inicio de una segunda Fase en la que la NTE tendría que ir ganando consenso de la comunidad científica y avanzando en su proyección y desarrollo.
Lo que está en juego no es solo de qué Estrategia estamos hablando, sino también su eficacia futura.