Recuerdo que coincidiendo con la muerte de Franco, en España comenzó a usarse la matraquilla “Esto es como muy…” La referencia política es relevante, pues precisamente los que así hablaban estaban escapando de los pronunciamientos rotundos propios de la anterior etapa autoritaria. Recuerdo también que mi paciencia saltó por los aires cuando una alumna me dijo que estaba a punto de conseguir un empleo “como muy alucinante”. “Ah, le increpé-medio en broma, medio en serio- eso sí que no, o es alucínate o no es alucinante, en cuestión de alucines no caben términos medios”.
Vivimos desde entonces tiempos de relativismo, ya nadie se atreve a decir frontalmente que esto es bueno o malo. “Bueno… , ¿Con respecto a qué? Es por eso que se inventaron los benchmarking. Necesitamos indicadores con quien comparar el perfomance de una empresa, producto y servicio.
En esto aparece GOOGLE y cuando nos presentan a alguien lo primero que hacemos para comprobar si realmente es “alguien” es entrar en el metabuscador y comprobar cuántos resultados obtenemos metiendo su nombre. El paso siguiente es introducir nuestro propio nombre y compararnos con los colegas. Lo malo es que esta práctica crea adicción y conozco a muchos que por la mañana lo primero que hacen es controlar su cotización en la red y ver cuál es su puesto en e l ranking.
Por eso me alegré esta mañana , cuando recibí la llamada de un amigo, que me espetó “¿Estás delante del ordenador? Pues métete en GOOGLE, introduce tus dos palabras mágicas “Estrategias” “Comunicación” si, entrecomillado y por separado. Obtendrás 2.270.000 resultados. ¿Los tienes? Pues tus sales el primero” . “ No me lo creo- le respondí- pero por otra parte lo suyo sería la frase entera “Estrategias de comunicación” que a fin de cuentas el título de mi último libro”. “Pues mételo entrecomillado, la cifra de resultados desciende a 557.000 pero sigues saliendo el primero. Y el Foro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación (FISEC) que presides es el 6º”
Cuando colgamos me quedé reflexionando, y qué ocurrirá mañana cuando ya no esté ahí. Brassens hablaba/cantaba acerca de la Mauvaise réputation” en GOOGLE hay que hablar de la efímera reputación. Hoy GOOGLE me ha dado un trozo de “gloria” efímera, pero qué enorme depresión me vendrá mañana, o pasado mañana, cuando ya ni aparezca. Si como seres vivos somos simples burbujas de jabón en el tiempo a punto de estallar. En GOOGLE somos meros instantes digitales.