Anochecer. pixabay
Amo la oportunidad que da el morir,
y abandono toda resistencia
aunque no sepa qué voy a encontrar
cuando el “yo” ya desaparezca
Está clara la determinación
quiero que lo que soy florezca
que no me confunda más la personalidad
que sólo sirve para que la ceguera crezca
Despojada de mi antigua vestidura,
aunque aún tema el desnudo frío,
me enfrento a lo nuevo con la esperanza
de reconocer lo que fue desconocido
¿A dónde voy?
¿cuál es el motivo para seguir andando?
¿qué dirección me indica el viento?
Es el hogar sin tiempo el que me llama
es su añoranza el motivo del reencuentro
Y hacia ahí me dirijo,
poco a poco y sin esfuerzo,
sin importar la forma del camino
sólo sé que es directo.
Es el momento y así lo asumo,
ahora es mi Alma la que emerge
le dejo hacer a ella su labor
mientras siento como sus brazos me mecen.