Quiero ser como tú


Domingo, 6 de Octubre 2013, 13:03 | Leído 1000 veces | 4 comentario(s)


¿Cuáles son tus prioridades cuando acabe tu etapa laboral? ¿Es verdad que "tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor"?


 Ya lo dijo Loui, el rey mono, la marchosa canción del Libro de la Selva de Walt Disney para niños y no tan niños: en Quiero ser como tú. En este caso, mi aspiración es, además de parecerme a Mowgli un poco, algo que parece más aburrido pero que al pensarlo un poco me ha resultado inspirador: ser como la persona que retrata el Foro Empresa y Sociedad en un reciente informe sobre la participación de los mayores en una sociedad para todas las edades.
 
Una persona que considera que lo más importante cuando se acabe su vida laboral es la salud, por lo que vive una vida sana que incluye de alimentación y ejercicio físico. Después, no ser una persona dependiente. Pero entendiendo por dependencia no solo la pérdida de autonomía a nivel individual sino también dejar de ser activa y útil para la sociedad. A continuación, familia y amigos. Un poco menos le preocupa la pensión y su situación económica, a pesar de que todos sabemos cuál la situación actual y que en algún momento las pensiones se reducirán a la mitad si mantenemos el actual sistema de reparto. Y también menciona la espiritualidad, una espiritualidad no exclusivamente vinculada a religiones, para sorpresa de todos los que creen que está en declive. Seguro que es un punto que explicará muy bien una de las autoras de nuestro próximo libro, Dentro de Quince Años, que se presenta como teóloga laica ecofeminista.
 
Una persona que cree que para que se tenga cada vez más en cuenta la opinión y participación de las personas mayores, quienes deben tomar la iniciativa son los responsables políticos, en línea con la todavía tradición de que las instancias públicas lo resuelvan todo. Con esto me identifico menos pero lo entiendo, dado el poder que acumulan. Sin embargo me resulta esperanzador que aparezca en segunda posición la iniciativa individual de cada persona. Por delante de las organizaciones de mayores, los medios de comunicación y la sociedad civil organizada.
 
Una persona que opina que las actuaciones más interesantes para favorecer la participación de las personas mayores son el acceso universal a la sanidad, denunciar activamente cualquier discriminación por edad y romper tópicos negativos sobre el envejecimiento. Pero no se olvida de la importancia de la formación permanente a todas las edades ni de la de adaptar las condiciones de trabajo a la edad. Por cierto, mi opinión personal es que a ver si alguna empresa empieza a ponerlo en práctica, al menos de las que se autodenominan líderes en RSC, aunque sea un contenido que trasciende la RSC y aunque en el párrafo anterior dice que las empresas tienen poca importancia para favorecer un papel más activo de los mayores. Será porque no quieren clientes en el último tercio de la vida de sus clientes, ni siquiera las dedicadas al gran consumo.
 
Una persona que, además de opinar, presenta propuestas para que mejore la participación de las personas mayores en la sociedad. De todo tipo. Algunas tan simpáticas como articular una gran campaña publicitaria con sentido del humor bajo un lema como “Algún día tú también serás mayor” o enseñar Mundología, una asignatura cuyo profesorado fueran mayores con sabiduría, experiencia y criterio singulares. Otras más serias, como asumir que la longevidad nos afecta a todos, por lo que es bueno preparar nuestro envejecimiento a lo largo de toda la vida. O cuantificar los efectos de la valiosa e ingente actividad de los mayores, ignorada porque no se refleja en el PIB. Planteando en medios de comunicación la longevidad y el envejecimiento en clave de oportunidad, rompiendo tópicos negativos sobre la edad e incluyendo casos reales inspiradores de cambios. Con ideas como incluir líderes de todas las edades en todas las iniciativas relevantes para la sociedad, especialmente en las estructuras de toma de decisiones, o crear Consejos de Edad consultivos en instancias políticas, administraciones públicas, empresas y organizaciones sociales. Sin olvidar la importancia de la educación: incorporar contenidos sobre envejecimiento activo y solidaridad intergeneracional en el sistema educativo así como la edad como un ángulo más de la diversidad en las empresas y organizaciones, flexibilizando funciones, tareas y responsabilidades a lo largo de la vida. No podía faltar la mención a los emprendedores, ya que también propone vincular más directamente emprendimiento con edad, tanto para que haya más emprendedores mayores como para que los mayores apoyen a los emprendedores más jóvenes.
 
Este es el perfil que reflejan los resultados de una encuesta en la que han participado 839 miembros del Foro Empresa y Sociedad (repito, 839). Un grupo creciente, abierto y variado, principal pero no exclusivamente del ámbito empresarial y de mayores de 45 años, unidos porque comparten inquietudes sociales y compromiso por mejorar la realidad de quienes más lo necesitan y quieren compartir su criterio. Personas interesadas por aportar temas de debate a la sociedad sobre temas que afectan a “lo común”, en un momento en que las ideas son especialmente necesarias.
 
En la canción el rey mono dice que quiere ser hombre, gozar de la ciudad y dominar el rojo fuego. Hasta ahí, bueno. Pero también dice que es para tener poder, ya que le hace sufrir que, como mono, ya no va a llegar más alto. Esto ya no me convence tanto. Me ilusiona más formar parte de esa creciente mayoría, todavía silenciosa por educada, de los que apostamos por la importancia creciente de la participación ciudadana directa (no sólo la organizada) en la vida comunitaria. Que no es ni el sector privado, ni el público ni el tercer sector. Sino esa otra dimensión que concentra lo mejor de nuestra vida, aunque tenga alguna conexión con las anteriores.
 

130930 Resumen ejecutivo PARTICIPACIÓN MAYORES.pdf  (530.85 Kb)




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