Con mis impuestos, mejor comprar que subvencionar


Domingo, 14 de Septiembre 2014, 10:11 | Leído 579 veces | 0 comentario(s)


A un emprendedor le resulta más fácil conseguir una subvención, un viaje a Silicon Valley o una oficina que un cliente. A veces con mis impuestos.


La experiencia de secretaría técnica del Premio Comprendedor de la Fundación Empresa y Sociedad está siendo muy enriquecedora. No me resisto a compartir algunas ideas, a un día de que mañana día 15 de septiembre acabe el plazo para recibir candidaturas a las 12:00 del mediodía.
El objetivo del Premio Comprendedor es ayudar a que los emprendedores B2B consigan … ¡CLIENTES!
Partimos de la paradoja de que, incluso en los grandes programas de apoyo al mundo emprendedor, es más fácil conseguir una subvención, un business angel, un viaje a Silicon Valley o a Israel, formación en un master internacional, un espacio para alojarse, asesoramiento multidisciplinar de quien impulsa el programa que lograr que dicho impulsor compre los productos o servicios de sus emprendedores. Entre otras cosas, porque sus procedimientos de compra exigen una antigüedad, experiencia o solvencia que cualquier emprendedor todavía está en proceso de conseguir.
Hemos recibido hasta ahora 14 candidaturas en la modalidad de EMPRENDEDORES. Se trata de hacer un video de 1 minuto que ayude a transmitir las ideas anteriores. Empezamos con algunos meramente promocionales, desde puramente técnico a simpáticos selfies, pero poco a poco han ido apareciendo otros en donde el emprendedor (o la emprendedora) hablan como portavoces del mundo emprendedor, en primera apersona del plural en vez de en primera del singular. Las pueden ver pinchando aquí gracias a HITSBOOK, el emprendedor especializado en video marketing viral que nos está ayudando. Se admiten apuestas sobre lo que más le va a gustar al jurado. Y no digamos si en las apenas 24 horas que quedan para cerrar el plazo, recibimos alguna candidatura procedente de varios emprendedores en equipo, que aún podría ser.
Tenemos de momento menos candidaturas en la modalidad de EMPRESA. Parece que cuesta que una empresa considere que no merece un premio comprarle algo a un emprendedor. O es posible que el responsable lo haya hecho tan discretamente, porque sus sofisticados sistemas de compras no les permiten arriesgar tanto con proveedores todavía no consolidados, que prefiera no hacerlo público ni siquiera ante sus jefes. Hay incluso una anécdota de alguien que se ha presentado y a las horas ha retirado su candidatura. Hasta ahora, las mejores excepciones proceden del mundo de las empresas no demasiado grandes, quizá porque están más abiertas a la innovación y son más ágiles a la hora de decidir.
Algo parecido está ocurriendo en la modalidad de ADMINISTRACIONES PÚBLICAS, supongo que motivado por la complejidad de la normativa de contratación pública. Aquí la anécdota viene en forma de respuesta al correo de invitación, a la que un organismo de la Administración Central respondió diciendo que “hemos estado revisando su convocatoria y no nos ha parece que entre dentro de la temática de la compra pública”.
Espero que los propios emprendedores candidatos rompan este círculo animando a sus primeros clientes a que hagan público el sentido de su apuesta cuando decidieron apostar así por alguien que está dando sus primeros pasos. Pero supongo que en la primera edición de un premio como este no es sencillo.
Nos gustaría iniciar un debate y distintas líneas de conversación sobre estas ideas y las que sugieran. Por ejemplo, yo preferiría que mis impuestos se dedicaran no tanto a programas de emprendimiento o a subvencionar a emprendedores como a comprar sus productos.



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