Cae la natalidad, suben los androides


Domingo, 27 de Abril 2014, 10:02 | Leído 513 veces | 0 comentario(s)


La tecnología unida al envejecimiento es clave para un futuro mejor


Los dos capítulos del debate sobre ¿Cómo viviremos dentro de 15 años? que estamos impulsando son la tecnología (¡cómo no!) y el envejecimiento (¡por fin!).
 
Les sorprenderá repensar que las personas seguimos yendo por delante de las empresas e instituciones. Por ejemplo, en el uso de la tecnologías. Entre las grandes empresas es todavía más habitual que los directivos tengan coche de empresa que tabletas o smartphones de empresa. O ver a sus directivos utilizando un powerpoint para apoyar discursos con los que quieren seducir a audiencias presumiendo, paradójicamente, de ser innovadores. Parece algo a punto de cambiar, ya que la hiperconectividad y la comunicación vivas a través de formatos y aplicaciones multimedia que permiten aprovechar cualquier dispositivo en cualquier momento están poco explotadas. Yo aún no he recibido ninguna información procedente de una empresa a través de whatsapp, ni conozco ninguna aplicación que me presente de otra manera la información de alguna de las empresas que presume de transparente, pero me temo que pronto seré invadido.
 
También tenemos más asumido las personas que las empresas el hecho de que la sociedad española envejece. En mi día a día con empresas, no puedo utilizar la palabra envejecimiento para abordar el tema. Las puertas del incipiente interés solo se abren si empiezo por términos como “gestionar la edad de los públicos de la empresa”, “el cambio demográfico”, “la intergeneracionalidad de los equipos” o “mantener actitudes y aptitudes durante toda la vida” para despertar el interés inicial. Pero en los medios de comunicación y en las encuestas que realizamos en el Foro Empresa y Sociedad, la palabra envejecimiento se usa tal cual para referirse al concepto global, sin eufemismos alternativos. En cuanto a contenidos, sigue siendo excepcional segmentar cualquier capítulo de la gestión según la edad. Me refiero a clientes, empleados o redes comerciales, pero también a las políticas de igualdad o a productos como los seguros de salud o los de coche, aunque no se lo crean.
 
Como son temas ligados entre sí, es habitual la referencia a los robots en conferencias y coloquios sobre el futuro que nos espera. En una de las últimas en las que he participado, relacionándolos con el cuidado a los mayores. Será porque el envejecimiento de la población no es un posible escenario de futuro, sino uno cierto, ya que la edad es de las pocas cosas que evolucionan linealmente con el tiempo. Los datos que refleja la última estadística sobre el padrón del INE contiene datos sugerentes:
-        Hoy hay tantos niños menores de un año en España como en siglo XVIII.
-        Dos provincias españolas tienen una edad media superior a 50 años.
-        Somos un 16% de menores de 16 años y un 45% de mayores de 45. No es un error de mecanografía ni una casualidad, sino una combinación de números fáciles de memorizar.
 


A este paso, no sé si nuestros hijos sabrán qué es tener un nieto porque la media será de menos de uno per cápita. Quizá sí sabrán qué es un robot cuidador de sus mayores. Porque no habrá cuidadores para tanto mayor. Espero que la tecnología y el espíritu emprendedor nos ayuden a no perder el norte, y sepamos unir tecnología y trato humano para que los servicios básicos sean universales y de bajo coste. Y para que los androides sean cariñosos, intuitivos y guapos. Dicho de otra forma, confío en que la iniciativa personal siga anticipándose a los responsables políticos y económinos de la larvada quiebra de nuestro todavía estático sistema de bienestar, sobre todo de sus capítulos de pensiones y Seguridad Social.
 




En la misma rúbrica