El Templo de Debod, hoy instalado en Madrid, fue objeto de publicación en la serie Les Temples Immergés de la Nubie del Service des Antiquités de L’Égypte. Gunther Roeder: Debod bis Bab Kalabscha. El Cairo, 1911.
Con dicha obra, encargada apresuradamente por Gaston Maspero a Gunther Roeder en 1907, con motivo de la construcción de la presa de Assuán, cuyas aguas cubrirían parcialmente el monumento, se llevó a cabo la primera publicación y traducción de los textos de Debod.
El egiptólogo alemán trabajó a la vista de las inscripciones jeroglíficas existentes en aquél momento sobre los muros del templo, consultando también el contenido de las anteriores referencias documentales y bibliográficas aportadas por otros viajeros y egiptólogos como Burckhardt, Light, Belzoni, Riffaud, Gau, Cooper, Wilkinson, Champollion, Von Prokesch, Vyse, Lepsius, Ampère, Máxime du Camp, Borchardt, Weigall y Barsanti, en las que se recogían datos e inscripciones, ya perdidas cuando él abordó su trabajo.
En el mes de agosto de 1960, antes de proceder al total desmantelamiento del monumento para salvarlo de la inundación que sumergiría para siempre la Baja Nubia hasta cerca de Tangur, François Daumas y Philippe Derchain, recibieron el encargo de colacionar la epigrafía recogida en sus muros y otros fragmentos arquitectónicos dispersos por el lugar, y realizar un informe sobre el estado de la misma (Debod, Textes hiéroglyphiques et description archéologique. CDAE. El Cairo, 1960) .
Una vez reconstruido en Madrid, tras largas y azarosas vicisitudes, el templo quedó inaugurado y abierto al público en el mes de julio de 1972.
El templo de Debod es el mayor templo egipcio existente fuera de Egipto, y constituye un monumento único en su género, tanto por sus características arquitectónicas, como por el periodo histórico y el ambiente cultural en el que, su construcción original y posterior ampliación, deben ser enmarcadas.
La publicación de Roeder continúa siendo de manejo obligado, pero no se puede negar que el templo ha sufrido mucho desde principios del siglo XX.
De otra parte, algunos de los textos incluidos por Roeder en su libro no fueron completamente traducidos.
Si a todo ello añadimos la natural dificultad existente para encontrar y consultar dicha publicación, dada su limitada tirada, y los más de cien años transcurridos desde que vio la luz, con los avances producidos de entonces hasta ahora, en materia filológica del sistema de escritura jeroglífico de época ptolemaica y romana, aparece clara la oportunidad de abordar una nueva traducción de las inscripciones jeroglíficas del templo, en una versión integrada, con base en los trabajos de Champollion, Lepsius y Roeder, apoyada en la colación de Daumas y Derchain, y a la vista directa del estado presente de los relieves e inscripciones.
Esta es la iniciativa asumida por el autor, el Dr. Francisco J. Martín Valentín, en un trabajo que ha durado más de diez años, del cual, ahora, publica sus resultados, ofreciendo este libro en el que se recogen todas las inscripciones jeroglíficas del Templo de Debod, traducidas, transliteradas y comentadas.
Para establecer un orden de trabajo, el autor ha elegido el mismo utilizado en el clásico Porter & Moss , por ser un referente de obligado respeto egiptológico.
Se han elaborado fichas sistematizadas con dicho criterio, haciendo referencia a los números de párrafos de la publicación de Roeder, junto con los números y letras de la colación de Daumas y Derchain. En ellas se recogen las inscripciones jeroglíficas que, en el estado actual de nuestros conocimientos, se sabe, cubrieron las paredes interiores y exteriores del Pronaos , los muros interiores, y exterior Este, de la Capilla de Adijalamani, la fachada del naos de Ptolomeo XII, y las recogidas en algunos fragmentos arquitectónicos expuestos en el Museo del templo.
Se han añadido, un pequeño estudio sobre el marco histórico de Debod, así como una propuesta de interpretación del programa religioso y ritual de la capilla de Adijalamani y del pronaos, a la vista de sus relieves e inscripciones..
La obra se completa con los obligados índices de nombres y epítetos de divinidades y reyes, de lugares geográficos y de significado religioso, y de la lexicografía de Debod, siempre útiles herramientas de trabajo para el investigador.
Como es de uso, los signos que se presentan en la publicación bajo rayado, indican que hoy no son visibles en el monumento, si bien fueron copiados o recogidos por investigadores anteriores.
Se ha procurado, en los casos posibles, proponer reconstituciones de textos lacunares, con base en paralelos, existentes en la capilla de Arkamani, en el templo de Dakka o en otros monumentos de época grecorromana.
Fuente: Instituto de Estudios del Antiguo Egipto (Madrid)
Para más información dirigirse a: antiguoegipto2@gmail.com
Con dicha obra, encargada apresuradamente por Gaston Maspero a Gunther Roeder en 1907, con motivo de la construcción de la presa de Assuán, cuyas aguas cubrirían parcialmente el monumento, se llevó a cabo la primera publicación y traducción de los textos de Debod.
El egiptólogo alemán trabajó a la vista de las inscripciones jeroglíficas existentes en aquél momento sobre los muros del templo, consultando también el contenido de las anteriores referencias documentales y bibliográficas aportadas por otros viajeros y egiptólogos como Burckhardt, Light, Belzoni, Riffaud, Gau, Cooper, Wilkinson, Champollion, Von Prokesch, Vyse, Lepsius, Ampère, Máxime du Camp, Borchardt, Weigall y Barsanti, en las que se recogían datos e inscripciones, ya perdidas cuando él abordó su trabajo.
En el mes de agosto de 1960, antes de proceder al total desmantelamiento del monumento para salvarlo de la inundación que sumergiría para siempre la Baja Nubia hasta cerca de Tangur, François Daumas y Philippe Derchain, recibieron el encargo de colacionar la epigrafía recogida en sus muros y otros fragmentos arquitectónicos dispersos por el lugar, y realizar un informe sobre el estado de la misma (Debod, Textes hiéroglyphiques et description archéologique. CDAE. El Cairo, 1960) .
Una vez reconstruido en Madrid, tras largas y azarosas vicisitudes, el templo quedó inaugurado y abierto al público en el mes de julio de 1972.
El templo de Debod es el mayor templo egipcio existente fuera de Egipto, y constituye un monumento único en su género, tanto por sus características arquitectónicas, como por el periodo histórico y el ambiente cultural en el que, su construcción original y posterior ampliación, deben ser enmarcadas.
La publicación de Roeder continúa siendo de manejo obligado, pero no se puede negar que el templo ha sufrido mucho desde principios del siglo XX.
De otra parte, algunos de los textos incluidos por Roeder en su libro no fueron completamente traducidos.
Si a todo ello añadimos la natural dificultad existente para encontrar y consultar dicha publicación, dada su limitada tirada, y los más de cien años transcurridos desde que vio la luz, con los avances producidos de entonces hasta ahora, en materia filológica del sistema de escritura jeroglífico de época ptolemaica y romana, aparece clara la oportunidad de abordar una nueva traducción de las inscripciones jeroglíficas del templo, en una versión integrada, con base en los trabajos de Champollion, Lepsius y Roeder, apoyada en la colación de Daumas y Derchain, y a la vista directa del estado presente de los relieves e inscripciones.
Esta es la iniciativa asumida por el autor, el Dr. Francisco J. Martín Valentín, en un trabajo que ha durado más de diez años, del cual, ahora, publica sus resultados, ofreciendo este libro en el que se recogen todas las inscripciones jeroglíficas del Templo de Debod, traducidas, transliteradas y comentadas.
Para establecer un orden de trabajo, el autor ha elegido el mismo utilizado en el clásico Porter & Moss , por ser un referente de obligado respeto egiptológico.
Se han elaborado fichas sistematizadas con dicho criterio, haciendo referencia a los números de párrafos de la publicación de Roeder, junto con los números y letras de la colación de Daumas y Derchain. En ellas se recogen las inscripciones jeroglíficas que, en el estado actual de nuestros conocimientos, se sabe, cubrieron las paredes interiores y exteriores del Pronaos , los muros interiores, y exterior Este, de la Capilla de Adijalamani, la fachada del naos de Ptolomeo XII, y las recogidas en algunos fragmentos arquitectónicos expuestos en el Museo del templo.
Se han añadido, un pequeño estudio sobre el marco histórico de Debod, así como una propuesta de interpretación del programa religioso y ritual de la capilla de Adijalamani y del pronaos, a la vista de sus relieves e inscripciones..
La obra se completa con los obligados índices de nombres y epítetos de divinidades y reyes, de lugares geográficos y de significado religioso, y de la lexicografía de Debod, siempre útiles herramientas de trabajo para el investigador.
Como es de uso, los signos que se presentan en la publicación bajo rayado, indican que hoy no son visibles en el monumento, si bien fueron copiados o recogidos por investigadores anteriores.
Se ha procurado, en los casos posibles, proponer reconstituciones de textos lacunares, con base en paralelos, existentes en la capilla de Arkamani, en el templo de Dakka o en otros monumentos de época grecorromana.
Fuente: Instituto de Estudios del Antiguo Egipto (Madrid)
Para más información dirigirse a: antiguoegipto2@gmail.com