Se me ha preguntado a propósito del sentido de los siguientes párrafos de mi artículo ‘Las pirámides de Egipto, escaleras reales hacia el cielo’, insertado en el blog el 26 de julio de 2007:
‘ Sin embargo, las pirámides no fueron un fenómeno exclusivo de Menfis, la capital del Norte y sus alrededores; no es demasiado sabido que, en el lejano Sur de Egipto también se construyeron en esta época, al menos, otras siete pirámides escalonadas; la más meridional en la Isla de Elefantina; otras tres, en las localidades de Ombos, Edfú y Hieracónpolis; el resto, en las ciudades de Abidos, y en las actuales Zauiyet el-Mayitin y Seila, ésta última en las cercanías del Fayum.
Se trata de pequeñas edificaciones, quizás alzadas para albergar los cuerpos de esposas reales, aunque los arqueólogos no han concluido sus trabajos y conclusiones al respecto.’
Las dudas que se han suscitado vienen en relación, primero, con la expresión ‘lejano Sur de Egipto’, falta de comprensión que seguramente obedece, o a una atropellada lectura de mi artículo, junto a un evidente desconocimiento geográfico de Egipto por parte del interpelante, o a una evidente intención de tergiversar el texto.
Se trata de una imagen que pretende explicar, cómo desde el lejano Sur de Egipto, (en relación a Menfis, la capital del Norte), hasta la zona de El Fayum (también al Sur de Menfis), están ubicadas las siete pirámides que se mencionan.
En segundo término, la duda se refiere al párrafo en el que afirmo que ‘....Se trata de pequeñas edificaciones, quizás alzadas para albergar los cuerpos de esposas reales, aunque los arqueólogos no han concluido sus trabajos y conclusiones al respecto.’
También se advierte claramente un evidente desconocimiento, no exento de perversidad, al plantear las críticas con las que se cuestiona dicha afirmación.
En un artículo que trata de dar un repaso general al mundo de las pirámides egipcias, es obvio que la cita incidental de la existencia de las siete pequeñas pirámides escalonadas dispersas por Egipto a las que he hecho referencia, no pueden ser objeto de un detallado estudio del ‘Estado de la Cuestión’.
Por ello, me he limitado a sugerir las teorías planteadas a propósito solo de la de Seila, citando la teoría más antigua de ellas, del indiscutible Jean Philippe Lauer, y dejando abierta la puerta para el resto de las propuestas, toda vez que aún hoy, no sabemos con certidumbre cual fuera la funcionalidad de estas pirámides y, más exactamente, de la de Seila.
Veamos una selección de citas bibliográficas de indiscutibles obras de referencia en el mundo de la egiptología, a propósito de lo que afirmo, con lo que, a menos que no se quiera comprender, deberá quedar todo debidamente aclarado:
‘Entre las pequeñas pirámides escalonadas, conviene además citar a 3 kilómetros al oeste de Meidum, al límite del Fayum, la de Shila o Seila......Esta pirámide, netamente más grande que las que se acaban de citar, comprende una hilera más y alcanza alrededor de 26 metros de lado, es decir, una cincuentena de codos, a los que conviene añadir un revestimiento de caliza fina, cuya traza es visible actualmente sobre su cara norte, y que habría tenido 5 codos de espesor. Podría tratarse de la (pirámide) de la reina Hetep-Heres, esposa de Esnefru y madre de Kheops, antes del traslado de su sepultura a Guizeh; pero conviene esperar aún a que las excavaciones puedan entregar algún documento con su nombre.’ (Jean-Philippe Lauer, Le Mystére des Pyramides. París, 1988, 110).
‘...........La función de la pirámide (de Seila) (ya sea tumba de reina, Cenotafio, u otras interpretaciones) a propósito de las pirámides escalonadas de pequeño tamaño durante el Imperio Antiguo todavía no han sido aclaradas (son todavía inexplicables)’
(Gunther Dreyer, ‘Seila’ LÄ, V, 828)
‘....no tiene ninguna cámara en su interior o en sus subestructuras, y que, con la excepción antes mencionada de la estela y de la mesa de ofrendas, no se ha encontrado ninguna prueba de culto funerario. Su significado permanece de este modo confuso, así como el de las estructuras asociadas con ella.’ (Miroslav Verner, The Pyramids. The Mystery, Culture and Science of Egypt’s Great Monuments. El Cairo-Nueva York, 2002, 168-169).
‘El enigma de las pirámides escalonadas provinciales.
.......................Otra, en Seila, con vistas a El Fayum desde el espolón del desierto entre éste y el Nilo.
La intención de estas pequeñas pirámides escalonadas es un misterio. Se ha dicho que señalan las tierras de las consortes reales, que son lugares sagrados de Horus y Seth, o que son símbolos de la colina primitiva. Por ahora, en ninguna se ha encontrado una cámara sepulcral ni edificios secundarios, como capillas. En 1987, sin embargo, la expedición de la Brigham Young University encontró una mesa de ofrendas fragmentada, dos estelas-una de ellas con el nombre de Esnefru inscrito, primer rey de la IV dinastía- y ligeros restos de una calzada de ladrillo en el lado Este de la pirámide de Seila, lo que la vincula a la pirámide de Esnefru en Meidum...’ (Mark Lehner, Todo sobre las Pirámides. Barcelona, 2003, 96).
No cabe hacer más hincapié sobre el asunto. Al día de hoy, el criterio unánime de los egiptólogos es que todas las hipótesis son posibles y que nadie sabe con certeza que utilidad tenías esas pirámides.
Otro fragmento no bien comprendido por quien plantea las dudas y reservas que se me han hecho llegar, es el que sigue:
‘Que las pirámides sean edificios elevados por hombres con medios técnicos apropiados y racionales no quita para admitir que el estudio de la construcción y de la arquitectura de estos monumentos ha permitido constatar ciertos datos de orden astronómico y matemático allí presentes. Tales son, la precisa orientación de las tres de Guisha y, desde el punto de vista matemático, la existencia de destacables propiedades geométricas, así como ciertas relaciones de orden numérico que han sido debidamente señaladas por los investigadores: hablamos de la existencia del ‘número de oro’, o número Fi =1,618, y de una asombrosa aproximación al valor del número Pi griego con la valencia = 3,1428.’
No discutiré con quien dice saber más de pirámides y matemáticas que el gran arquitecto, arqueólogo y egiptólogo que fue el llorado Jean Philippe Lauer; solo traduciré algunos fragmentos de una de sus obras que, con todo respeto, inspiraron mi citada afirmación:
‘De inicio desde el punto de vista astronómico, el solo hecho indiscutible que se puede revelar en estos monumentos, y en particular en Guizeh, es el extremo cuidado con que se ha procurado su orientación. El resultado más extraordinario se encuentra en la pirámide de Kheops, donde la desviación media no es más que de 3 minutos y 6 segundos; pero la precisión no es apenas menor en Khefren y en Mykerinos, donde esta desviación es respectivamente alrededor de 5 minutos y medio y de 14 minutos, así pues, en todo caso, mínimas...... (Jean-Philippe Lauer, Le Mystére des Pyramides. París, 1988, 227).
En cuanto a las relaciones de orden matemático.......
‘Desde el punto de vista de las matemáticas, el estudio de las pirámides y especialmente de la Gran Pirámide, revela propiedades geométricas muy destacables que merecen ser destacadas.....En lo que concierne a la Gran Pirámide, se han citado frecuentemente dos cualidades destacables. Se trata, de una parte, de la relación de la ‘sección de oro’, cuyo valor numérico se expresa por la constante Fi = 1,618, el número de oro, y, de otra parte, de la relación que da con el número Pi, que en este momento se encuentran incontestablemente muy relacionadas, como en cada pirámide que tiene la proporción 14/11.
Para lo concerniente a la ‘sección de oro’, hemos constatado que se presenta esencialmente en la relación entre la apotema y la semi-base, o sea: x/b = 1+ Raíz Cuadrada de 5 /2 = 1,618=Fi , el ‘número de oro’....En lo que concierne a la relación Pi, he aquí las dos relaciones más frecuentemente citadas:.....que se reducen a una: 4b/h=4x11/14=22/7=3,1428, valor muy cercano al de Pi, correspondiente al límite superior que le asignaba Arquímedes.’ (Jean-Philippe Lauer, Le Mystére des Pyramides. París, 1988, 232).
¿Qué más añadir ?.
Solo que, de verdad, me siento muy dichoso porque mis artículos se leen con tanta atención, lo que evidencia que mi trabajo es muy positivo.
Gracias una vez más a todos los que leen esta página de egiptología de la Revista Tendencias 21.
Ahora, y como va a ser habitual en esta sección de Bitácora, ofreceré a nuestros queridos amigos un nuevo fragmento de sabiduría egipcia, extraído de las Enseñanzas de Ptah-Hotep, que nos hará evolucionar positivamente a todos:
'Máxima 4: Del arte del debate con un inferior.
Si encuentras un discutidor en acción, un hombre de poco que, ciertamente, no es tu igual, que tu corazón no sea agresivo contra él a causa de su debilidad. Pónlo en tierra y se castigará él (a sí) mismo. No le respondas para aliviar tu corazón. No descargues tu corazón a causa de quien se opone a tí. ¡Miserable el que hace mal a un hombre de poco, o el que quiere actuar conforme a sus impulsos!. (Si lo haces así) le golpearás para desaprobación de los que te juzguen'. (Ptah-Hotep, 4, 74-83)
Francisco J. Martín Valentín
Egiptólogo
‘ Sin embargo, las pirámides no fueron un fenómeno exclusivo de Menfis, la capital del Norte y sus alrededores; no es demasiado sabido que, en el lejano Sur de Egipto también se construyeron en esta época, al menos, otras siete pirámides escalonadas; la más meridional en la Isla de Elefantina; otras tres, en las localidades de Ombos, Edfú y Hieracónpolis; el resto, en las ciudades de Abidos, y en las actuales Zauiyet el-Mayitin y Seila, ésta última en las cercanías del Fayum.
Se trata de pequeñas edificaciones, quizás alzadas para albergar los cuerpos de esposas reales, aunque los arqueólogos no han concluido sus trabajos y conclusiones al respecto.’
Las dudas que se han suscitado vienen en relación, primero, con la expresión ‘lejano Sur de Egipto’, falta de comprensión que seguramente obedece, o a una atropellada lectura de mi artículo, junto a un evidente desconocimiento geográfico de Egipto por parte del interpelante, o a una evidente intención de tergiversar el texto.
Se trata de una imagen que pretende explicar, cómo desde el lejano Sur de Egipto, (en relación a Menfis, la capital del Norte), hasta la zona de El Fayum (también al Sur de Menfis), están ubicadas las siete pirámides que se mencionan.
En segundo término, la duda se refiere al párrafo en el que afirmo que ‘....Se trata de pequeñas edificaciones, quizás alzadas para albergar los cuerpos de esposas reales, aunque los arqueólogos no han concluido sus trabajos y conclusiones al respecto.’
También se advierte claramente un evidente desconocimiento, no exento de perversidad, al plantear las críticas con las que se cuestiona dicha afirmación.
En un artículo que trata de dar un repaso general al mundo de las pirámides egipcias, es obvio que la cita incidental de la existencia de las siete pequeñas pirámides escalonadas dispersas por Egipto a las que he hecho referencia, no pueden ser objeto de un detallado estudio del ‘Estado de la Cuestión’.
Por ello, me he limitado a sugerir las teorías planteadas a propósito solo de la de Seila, citando la teoría más antigua de ellas, del indiscutible Jean Philippe Lauer, y dejando abierta la puerta para el resto de las propuestas, toda vez que aún hoy, no sabemos con certidumbre cual fuera la funcionalidad de estas pirámides y, más exactamente, de la de Seila.
Veamos una selección de citas bibliográficas de indiscutibles obras de referencia en el mundo de la egiptología, a propósito de lo que afirmo, con lo que, a menos que no se quiera comprender, deberá quedar todo debidamente aclarado:
‘Entre las pequeñas pirámides escalonadas, conviene además citar a 3 kilómetros al oeste de Meidum, al límite del Fayum, la de Shila o Seila......Esta pirámide, netamente más grande que las que se acaban de citar, comprende una hilera más y alcanza alrededor de 26 metros de lado, es decir, una cincuentena de codos, a los que conviene añadir un revestimiento de caliza fina, cuya traza es visible actualmente sobre su cara norte, y que habría tenido 5 codos de espesor. Podría tratarse de la (pirámide) de la reina Hetep-Heres, esposa de Esnefru y madre de Kheops, antes del traslado de su sepultura a Guizeh; pero conviene esperar aún a que las excavaciones puedan entregar algún documento con su nombre.’ (Jean-Philippe Lauer, Le Mystére des Pyramides. París, 1988, 110).
‘...........La función de la pirámide (de Seila) (ya sea tumba de reina, Cenotafio, u otras interpretaciones) a propósito de las pirámides escalonadas de pequeño tamaño durante el Imperio Antiguo todavía no han sido aclaradas (son todavía inexplicables)’
(Gunther Dreyer, ‘Seila’ LÄ, V, 828)
‘....no tiene ninguna cámara en su interior o en sus subestructuras, y que, con la excepción antes mencionada de la estela y de la mesa de ofrendas, no se ha encontrado ninguna prueba de culto funerario. Su significado permanece de este modo confuso, así como el de las estructuras asociadas con ella.’ (Miroslav Verner, The Pyramids. The Mystery, Culture and Science of Egypt’s Great Monuments. El Cairo-Nueva York, 2002, 168-169).
‘El enigma de las pirámides escalonadas provinciales.
.......................Otra, en Seila, con vistas a El Fayum desde el espolón del desierto entre éste y el Nilo.
La intención de estas pequeñas pirámides escalonadas es un misterio. Se ha dicho que señalan las tierras de las consortes reales, que son lugares sagrados de Horus y Seth, o que son símbolos de la colina primitiva. Por ahora, en ninguna se ha encontrado una cámara sepulcral ni edificios secundarios, como capillas. En 1987, sin embargo, la expedición de la Brigham Young University encontró una mesa de ofrendas fragmentada, dos estelas-una de ellas con el nombre de Esnefru inscrito, primer rey de la IV dinastía- y ligeros restos de una calzada de ladrillo en el lado Este de la pirámide de Seila, lo que la vincula a la pirámide de Esnefru en Meidum...’ (Mark Lehner, Todo sobre las Pirámides. Barcelona, 2003, 96).
No cabe hacer más hincapié sobre el asunto. Al día de hoy, el criterio unánime de los egiptólogos es que todas las hipótesis son posibles y que nadie sabe con certeza que utilidad tenías esas pirámides.
Otro fragmento no bien comprendido por quien plantea las dudas y reservas que se me han hecho llegar, es el que sigue:
‘Que las pirámides sean edificios elevados por hombres con medios técnicos apropiados y racionales no quita para admitir que el estudio de la construcción y de la arquitectura de estos monumentos ha permitido constatar ciertos datos de orden astronómico y matemático allí presentes. Tales son, la precisa orientación de las tres de Guisha y, desde el punto de vista matemático, la existencia de destacables propiedades geométricas, así como ciertas relaciones de orden numérico que han sido debidamente señaladas por los investigadores: hablamos de la existencia del ‘número de oro’, o número Fi =1,618, y de una asombrosa aproximación al valor del número Pi griego con la valencia = 3,1428.’
No discutiré con quien dice saber más de pirámides y matemáticas que el gran arquitecto, arqueólogo y egiptólogo que fue el llorado Jean Philippe Lauer; solo traduciré algunos fragmentos de una de sus obras que, con todo respeto, inspiraron mi citada afirmación:
‘De inicio desde el punto de vista astronómico, el solo hecho indiscutible que se puede revelar en estos monumentos, y en particular en Guizeh, es el extremo cuidado con que se ha procurado su orientación. El resultado más extraordinario se encuentra en la pirámide de Kheops, donde la desviación media no es más que de 3 minutos y 6 segundos; pero la precisión no es apenas menor en Khefren y en Mykerinos, donde esta desviación es respectivamente alrededor de 5 minutos y medio y de 14 minutos, así pues, en todo caso, mínimas...... (Jean-Philippe Lauer, Le Mystére des Pyramides. París, 1988, 227).
En cuanto a las relaciones de orden matemático.......
‘Desde el punto de vista de las matemáticas, el estudio de las pirámides y especialmente de la Gran Pirámide, revela propiedades geométricas muy destacables que merecen ser destacadas.....En lo que concierne a la Gran Pirámide, se han citado frecuentemente dos cualidades destacables. Se trata, de una parte, de la relación de la ‘sección de oro’, cuyo valor numérico se expresa por la constante Fi = 1,618, el número de oro, y, de otra parte, de la relación que da con el número Pi, que en este momento se encuentran incontestablemente muy relacionadas, como en cada pirámide que tiene la proporción 14/11.
Para lo concerniente a la ‘sección de oro’, hemos constatado que se presenta esencialmente en la relación entre la apotema y la semi-base, o sea: x/b = 1+ Raíz Cuadrada de 5 /2 = 1,618=Fi , el ‘número de oro’....En lo que concierne a la relación Pi, he aquí las dos relaciones más frecuentemente citadas:.....que se reducen a una: 4b/h=4x11/14=22/7=3,1428, valor muy cercano al de Pi, correspondiente al límite superior que le asignaba Arquímedes.’ (Jean-Philippe Lauer, Le Mystére des Pyramides. París, 1988, 232).
¿Qué más añadir ?.
Solo que, de verdad, me siento muy dichoso porque mis artículos se leen con tanta atención, lo que evidencia que mi trabajo es muy positivo.
Gracias una vez más a todos los que leen esta página de egiptología de la Revista Tendencias 21.
Ahora, y como va a ser habitual en esta sección de Bitácora, ofreceré a nuestros queridos amigos un nuevo fragmento de sabiduría egipcia, extraído de las Enseñanzas de Ptah-Hotep, que nos hará evolucionar positivamente a todos:
'Máxima 4: Del arte del debate con un inferior.
Si encuentras un discutidor en acción, un hombre de poco que, ciertamente, no es tu igual, que tu corazón no sea agresivo contra él a causa de su debilidad. Pónlo en tierra y se castigará él (a sí) mismo. No le respondas para aliviar tu corazón. No descargues tu corazón a causa de quien se opone a tí. ¡Miserable el que hace mal a un hombre de poco, o el que quiere actuar conforme a sus impulsos!. (Si lo haces así) le golpearás para desaprobación de los que te juzguen'. (Ptah-Hotep, 4, 74-83)
Francisco J. Martín Valentín
Egiptólogo