Placa de fayenza con el Ojo de Horus. Excavaciones españolas en la TA 28. Asasif. Foto propiedad del I.E.A.E.
El dios Thot devolvería más tarde a Horus el Ojo que había perdido en el combate.
Este acto simbolizaba y evocaba la recuperación de la salud por parte del dios y, en consecuencia, para todo aquel que portase tal amuleto.
El capítulo 167 del Libro de los Muertos recoge la fórmula para traer el Ojo Sagrado y devolverlo a su dueño: ‘Thot ha traído el Ojo sagrado, ha apaciguado el Ojo sagrado después que Ra lo envió a buscar. Estaba muy encolerizado, pero fue Thot quien lo apaciguó tras dejar aventar la cólera. Si estoy intacto, él está intacto; si estoy intacto, él está intacto. El Osiris N. está intacto’.
Es en este contexto en el que debemos entender el uso de este tipo de amuletos. El difunto lo utilizaría para su protección contra toda clase de peligros y para garantizarse que su salud y fortaleza estarían asegurados en el Más Allá, como lo estuvo el mismo dios Horus.
Nuestras excavaciones han entregado este hermoso ejemplar con el Ojo de Horus en forma de pastilla cerámica, todo ello de color amarillo oro. El material en el que está fabricado es la fayenza de color amarillo, no muy habitual. Debió pertenecer a uno de los difuntos cuyas momias violadas estamos recuperando estos días.
Francisco J. Martín Valentín. Egiptólogo. Director del Proyecto Visir Amen-Hotep Huy (TA 28-Asasif).
Este acto simbolizaba y evocaba la recuperación de la salud por parte del dios y, en consecuencia, para todo aquel que portase tal amuleto.
El capítulo 167 del Libro de los Muertos recoge la fórmula para traer el Ojo Sagrado y devolverlo a su dueño: ‘Thot ha traído el Ojo sagrado, ha apaciguado el Ojo sagrado después que Ra lo envió a buscar. Estaba muy encolerizado, pero fue Thot quien lo apaciguó tras dejar aventar la cólera. Si estoy intacto, él está intacto; si estoy intacto, él está intacto. El Osiris N. está intacto’.
Es en este contexto en el que debemos entender el uso de este tipo de amuletos. El difunto lo utilizaría para su protección contra toda clase de peligros y para garantizarse que su salud y fortaleza estarían asegurados en el Más Allá, como lo estuvo el mismo dios Horus.
Nuestras excavaciones han entregado este hermoso ejemplar con el Ojo de Horus en forma de pastilla cerámica, todo ello de color amarillo oro. El material en el que está fabricado es la fayenza de color amarillo, no muy habitual. Debió pertenecer a uno de los difuntos cuyas momias violadas estamos recuperando estos días.
Francisco J. Martín Valentín. Egiptólogo. Director del Proyecto Visir Amen-Hotep Huy (TA 28-Asasif).