Están siempre cerca. Están ahí, a tu lado, a mi lado, en un vecino, en un extraño, un desconocido, un familiar, un amigo, o cualquier otro, detrás de un gesto, de una mirada. Entre la verdad, la mentira y la muerte, la vida, y el día a día cotidiano, se me escapan entre los dedos millones de seres, de momentos. Por todos los que no tienen voz, presencia, ni exisitencia en nuestro corazón, en nuestra reflexión. A ellos, por ellos, desde ellos.
Reflexiones