Se ha entendido necesario hacer una lectura-presentación de los principales textos de los Derechos Humanos, para que todos, los niños, los jóvenes y los adultos de todos las clases sociales y niveles de educación -incluso universitarios- se animen a leer los Derechos Humanos Universales, y los principales texto internacionales de protección de los derechos más importantes de la Humanidad.
La lectura habitual o asidua de textos tan básico, es necesaria incluso para profesionales del Derecho, y universitarios, pues la lectura ayuda a refrescar el contenido y conocimiento que por no tenerlo presente y activo, se pierde en el olvido y la memoria, sin tener en cuenta que muchos juristas (incluso, abogados, jueces o fiscales), no han leído nunca completa todos los artículos de las declaraciones universales de derechos humanos. Lo cual abunda en su desconocimiento y desprotección.
Cuando se dice que muchos profesionales no han leído la Declaración Universal de los Derechos Humanos, basta que si algún lector es abogado, juez, fiscal o licenciado en derecho, se pregunte ?cuantas veces ha leído la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el último año, por ejemplo?. O más genéricamente, para saber cuanto sabes de derechos humanos preguntarte si has leído la declaración Universal de los Derechos Humanos alguna vez, entera y completa.
La lectura sosegada, es una invitación a la toma de conciencia, que requiere de una atenta escucha y concentración. De la concentración mental, como la del estudio cuando ya se tiene ya cogido el maravilloso hábito de estudiar diariamente, es el medio básico para elaborar un comprensión más allá de la atención superficial de la mera lectura desinteresada. Se trata también de una cuestión (1) mental, intelectual y de comprensión, (2) psicológica (inspiración, motivación, estimulación) y (3) de conciencia. Esta última es la que cambiaría nuestra vida si todos y cada uno tuviéramos más conciencia del Respeto a la Dignidad de los Derechos Humanos, propios, y de los demás, incluso de los familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc. Por ejemplo, cuando al conducir alguien insulta con gritos a otros, es por que no conoce la dignidad y el respeto a los derechos humanos, el insulto es la primera prueba del desconocimiento en conciencia del respecto de las demás personas. Pero puede ser también un profesional del derechos, que si conoce al menos en principio los valores y derechos de dignidad y respeto de los demás, pero que cambia su estado de ánimo, y pierde su equilibro, se pone como un energúmeno como se dice coloquialmente.
El enfado, la ira, el rencor, el odio en cualquiera de sus formas es una lesión contra los esencia de la dignidad propia y de los demás. Meditar en esto ayudaría a ir tomando conciencia del significado profundo de la ética y moral sobre el respecto de los demás y del conocimiento de la dignidad de las personas, en un mundo conflictivo.
Se invita por tanto, a leer, escuchar, meditar y tomar conciencia de la importancia de aprender con la lectura, la escucha y la meditación el significado de los derechos humanos, para irlos adquiriendo en conciencia y respeto. Si no se conocen, y no se escuchan o leen, no se puede aprender ni respetar.
El lenguaje que usamos es importante, aprender el lenguaje de los derechos humanos es preciso en todos los ámbitos de la sociedad, y muy especialmente en todos los sectores de la función pública y de la sociedad en su conjunto,
La lectura habitual o asidua de textos tan básico, es necesaria incluso para profesionales del Derecho, y universitarios, pues la lectura ayuda a refrescar el contenido y conocimiento que por no tenerlo presente y activo, se pierde en el olvido y la memoria, sin tener en cuenta que muchos juristas (incluso, abogados, jueces o fiscales), no han leído nunca completa todos los artículos de las declaraciones universales de derechos humanos. Lo cual abunda en su desconocimiento y desprotección.
Cuando se dice que muchos profesionales no han leído la Declaración Universal de los Derechos Humanos, basta que si algún lector es abogado, juez, fiscal o licenciado en derecho, se pregunte ?cuantas veces ha leído la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el último año, por ejemplo?. O más genéricamente, para saber cuanto sabes de derechos humanos preguntarte si has leído la declaración Universal de los Derechos Humanos alguna vez, entera y completa.
La lectura sosegada, es una invitación a la toma de conciencia, que requiere de una atenta escucha y concentración. De la concentración mental, como la del estudio cuando ya se tiene ya cogido el maravilloso hábito de estudiar diariamente, es el medio básico para elaborar un comprensión más allá de la atención superficial de la mera lectura desinteresada. Se trata también de una cuestión (1) mental, intelectual y de comprensión, (2) psicológica (inspiración, motivación, estimulación) y (3) de conciencia. Esta última es la que cambiaría nuestra vida si todos y cada uno tuviéramos más conciencia del Respeto a la Dignidad de los Derechos Humanos, propios, y de los demás, incluso de los familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc. Por ejemplo, cuando al conducir alguien insulta con gritos a otros, es por que no conoce la dignidad y el respeto a los derechos humanos, el insulto es la primera prueba del desconocimiento en conciencia del respecto de las demás personas. Pero puede ser también un profesional del derechos, que si conoce al menos en principio los valores y derechos de dignidad y respeto de los demás, pero que cambia su estado de ánimo, y pierde su equilibro, se pone como un energúmeno como se dice coloquialmente.
El enfado, la ira, el rencor, el odio en cualquiera de sus formas es una lesión contra los esencia de la dignidad propia y de los demás. Meditar en esto ayudaría a ir tomando conciencia del significado profundo de la ética y moral sobre el respecto de los demás y del conocimiento de la dignidad de las personas, en un mundo conflictivo.
Se invita por tanto, a leer, escuchar, meditar y tomar conciencia de la importancia de aprender con la lectura, la escucha y la meditación el significado de los derechos humanos, para irlos adquiriendo en conciencia y respeto. Si no se conocen, y no se escuchan o leen, no se puede aprender ni respetar.
El lenguaje que usamos es importante, aprender el lenguaje de los derechos humanos es preciso en todos los ámbitos de la sociedad, y muy especialmente en todos los sectores de la función pública y de la sociedad en su conjunto,
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