Notas

Uso de la Biblia en los Hechos Apócrifos de los Apóstoles

Redactado por Antonio Piñero el Jueves, 3 de Diciembre 2009 a las 07:32

Hoy escribe Gonzalo del Cerro

Niveles diferentes en el uso de la Biblia

7. Citas textuales (II)

En los HchAnd (Papiro de Utrecht 14,20) encontramos una exhortación del Apóstol en la que se alaba la perseverancia en la oración: “Vuestras lámparas ardían hacia la medianoche hasta que llegó hasta vosotros aquella voz: Levantaos, salid al encuentro del esposo”. El texto de Mt 25,6 está prácticamente recogido en el apócrifo. Las palabras del evangelista son exactamente: “Hacia la medianoche se oyó una voz: Aquí está el esposo, salid a su encuentro”.

Aunque modificada ligeramente la cita de 1 Tim 6,20, el autor de HchAnd 12,1 convierte en exhortación lo que la epístola contiene como mandato: “Guarda el depósito”, dice el autor de 1 Tim: “Guardemos el depósito”. El tercer término de la frase del apócrifo pisteuthéisan (pasiva de pistéuō) aparece en 2 Tim 1,12 en una nueva alusión al depósito que hay que custodiar.

Los HchJn contienen citas con expresa referencia. Así, por ejemplo, suena la interpelación que Juan dirige a Cristo: “Pues tú mismo, oh Cristo, dijiste: Pedid y se os dará” (HchJn 22,1) que son las mismas palabras de Jesús en Mt 7,7 y Lc 11,9, parte de un logion más largo.

Otras citas reproducen los textos bíblicos de forma un tanto anónima y espontánea con modificaciones ligeras debidas a necesidades del pasaje. En el discurso que pronuncia Juan en Éfeso, aconseja “no atesorar sobre la tierra, donde todo se corrompe” (Hch34,1). Tanto las palabras como la estructura de la frase son prácticamente las mismas que en Mt 6,19.

En uno de los discursos de Pedro (HchPe 20,6), tenemos una cita textual con referencia, que se aparta de la Vulgata y sigue la versión de los LXX en Is 53,4: Peccata nostra portat et pro nobis dolet: nos autem putabamus eum in dolore esse et plagis teneri (“Él soporta nuestros pecados y sufre por nosotros. Pero nosotros pensábamos que estaba entre dolores y cubierto de heridas”). Puede compararse el texto de Mt 8,17: Ipse infirmitates nostras accepit, et aegrotationes nostras portauit (“Él tomó nuestras enfermedades y sobrellevó nuestras dolencias”). Las citas de Isaías en 1 Pe 2,24 y 1 Jn 3,5 están tratadas todavía con mayor libertad.

Los Hechos de Pablo y Tecla (HchPlTe) contienen una serie de macarismos que reproducen varias de las bienaventuranzas de Mt o parte de algunas de ellas. Forman parte de la predicación de Pablo sobre la continencia y la resurrección. Dos de los macarismos reproducen literalmente los del evangelio de Mt: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (HchPlTe 5,2 y Mt 5,8). “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (HchPlTe 6,2 y Mt 5,7).

El Papiro de Heidelberg 2,3 (HchPl PHeid) hace una afirmación que recoge las palabras y el pensamiento de Flp 1,23: “Deseo morir y estar con Cristo”. También el Papiro de Hamburgo (PH) refiere que Jesús “recorría toda la comarca de Jerusalén enseñando que el reino de los cielos está ya cerca” (PH 8,30 y Mt 4,17 par.).

De los HchTom ya hemos recordado en otro lugar que recogen el Padrenuestro según el texto de Mt 6,9-13. En la versión griega se suprime la petición del “pan de cada día” por razones de sus tendencias encratitas (HchTom 144,1).

Pero en un pasaje que recoge una exhortación de Tomás, se recuerda que las turbas que seguían a Jesús pudieron oír: “Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís” (HchTom 82,2), que es lo que Jesús decía hablando sobre el peligro de los fariseos (Mc 8,18). En el mismo contexto se cuenta que Jesús decía a las multitudes: “El que tenga oídos para oír que oiga” (HchTom 82,2 y Mc 4,9; Mt 11,15). Y sin solución de continuidad, añade el apócrifo la recomendación de Jesús cuando decía: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré”. La encontramos también en Mt 11,28.

Saludos cordiales. Gonzalo del Cerro
Jueves, 3 de Diciembre 2009
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