Hoy escribe Fernando Bermejo
Reseño aquí brevemente una monografía que apareció hace un mes sobre el Evangelio de Judas, que presenta algunas novedades importantes en la investigación efectuada hasta la fecha: Lance Jenott, The Gospel of Judas. Coptic Text, Translation, and Historical Interpretation of the “Betrayer’s Gospel”, Mohr Siebeck, Tübingen, 2011.
Además de una interpretación novedosa, el interés de la obra de Jenott estriba en presentar una edición del texto copto algo diferente de la edición crítica. El autor ha mejorado varias lecturas, y en otras ha sugerido alternativas que dan mayor sentido al texto.
El libro de Jenott imagina la historia del cristianismo antiguo sin los conceptos de ortodoxia y gnosticismo (a la luz de las críticas que de este concepto se han efectuado en los últimos quince años), pues el autor considera que intentar comprender textos antiguos altamente complejos a través de un modelo ingenuamente binario podría estar cegándonos al espectro de posibilidades interpretativas disponible. De este modo, es posible más fácilmente descubrir las continuidades que este texto comparte con un espectro más amplio de teologías, actitudes y comportamientos cristianos. Así pues, la nueva monografía no se refiere nunca al autor del Evangelio de Judas como "gnóstico".
Por ejemplo, Jenott propone que el autor del Evangelio de Judas no critica todas las formas de sacrificio o ritual, incluyendo la muerte sacrificial de Jesús, la Eucaristía o el bautismo. Según su análisis, el autor comprende el bautismo como un medio clave de salvación a través del cual el iniciado “limpia” su cuerpo mortal heredado del Adán terrero y empieza a participar en la victoria que Jesús ganó sobre los poderes demoníacos en la cruz.
Según Jenott, al igual que otros textos “setianos” el EvJudas interpretaría la muerte de Jesús positivamente, según el mito del Christus Victor. El autor del texto compartiría con varios autores de la Patrística una interpretación dramática y mitológica de la crucifixión de Jesús: el cuerpo mortal de Jesús sufrió en un sacrificio, mientras que su persona inmortal permaneció libre de daño y triunfó sobre las fuerzas del mal. En su opinión, a diferencia de lo que a menudo se ha afirmado, el Evangelio de Judas no efectúa una crítica de la interpretación sacrificial de la muerte de Jesús. Dado que otros textos setianos nada dicen sobre esa muerte, esto sugiere que la interpretación de la muerte de Jesús pudo ser un asunto discutido en el seno de los propios grupos setianos.
Según el autor, el problema acuciante para el autor del Evangelio de Judas fue que los miembros del clero naciente insistían en que solo ellos podían administrar la Eucaristía, y que legitimaban su pretensión apelando a la sucesión apostólica a partir de los doce discípulos. Con el objeto de minar su autoridad y la integridad de su culto, el autor respondió escribiendo un nuevo “Evangelio” que retrata a los Doce como sacerdotes malvados implicados en toda clase de actividades inmorales.
Mi próxima edición del Evangelio de Judas en la editorial Sígueme tiene en cuenta tanto las variantes textuales como las novedosas propuestas de interpretación contenidas en esta obra.
Saludos cordiales de Fernando Bermejo
Reseño aquí brevemente una monografía que apareció hace un mes sobre el Evangelio de Judas, que presenta algunas novedades importantes en la investigación efectuada hasta la fecha: Lance Jenott, The Gospel of Judas. Coptic Text, Translation, and Historical Interpretation of the “Betrayer’s Gospel”, Mohr Siebeck, Tübingen, 2011.
Además de una interpretación novedosa, el interés de la obra de Jenott estriba en presentar una edición del texto copto algo diferente de la edición crítica. El autor ha mejorado varias lecturas, y en otras ha sugerido alternativas que dan mayor sentido al texto.
El libro de Jenott imagina la historia del cristianismo antiguo sin los conceptos de ortodoxia y gnosticismo (a la luz de las críticas que de este concepto se han efectuado en los últimos quince años), pues el autor considera que intentar comprender textos antiguos altamente complejos a través de un modelo ingenuamente binario podría estar cegándonos al espectro de posibilidades interpretativas disponible. De este modo, es posible más fácilmente descubrir las continuidades que este texto comparte con un espectro más amplio de teologías, actitudes y comportamientos cristianos. Así pues, la nueva monografía no se refiere nunca al autor del Evangelio de Judas como "gnóstico".
Por ejemplo, Jenott propone que el autor del Evangelio de Judas no critica todas las formas de sacrificio o ritual, incluyendo la muerte sacrificial de Jesús, la Eucaristía o el bautismo. Según su análisis, el autor comprende el bautismo como un medio clave de salvación a través del cual el iniciado “limpia” su cuerpo mortal heredado del Adán terrero y empieza a participar en la victoria que Jesús ganó sobre los poderes demoníacos en la cruz.
Según Jenott, al igual que otros textos “setianos” el EvJudas interpretaría la muerte de Jesús positivamente, según el mito del Christus Victor. El autor del texto compartiría con varios autores de la Patrística una interpretación dramática y mitológica de la crucifixión de Jesús: el cuerpo mortal de Jesús sufrió en un sacrificio, mientras que su persona inmortal permaneció libre de daño y triunfó sobre las fuerzas del mal. En su opinión, a diferencia de lo que a menudo se ha afirmado, el Evangelio de Judas no efectúa una crítica de la interpretación sacrificial de la muerte de Jesús. Dado que otros textos setianos nada dicen sobre esa muerte, esto sugiere que la interpretación de la muerte de Jesús pudo ser un asunto discutido en el seno de los propios grupos setianos.
Según el autor, el problema acuciante para el autor del Evangelio de Judas fue que los miembros del clero naciente insistían en que solo ellos podían administrar la Eucaristía, y que legitimaban su pretensión apelando a la sucesión apostólica a partir de los doce discípulos. Con el objeto de minar su autoridad y la integridad de su culto, el autor respondió escribiendo un nuevo “Evangelio” que retrata a los Doce como sacerdotes malvados implicados en toda clase de actividades inmorales.
Mi próxima edición del Evangelio de Judas en la editorial Sígueme tiene en cuenta tanto las variantes textuales como las novedosas propuestas de interpretación contenidas en esta obra.
Saludos cordiales de Fernando Bermejo