Notas

Un arma nuclear cae sobre Sodoma y Gomorra. Fenómenos aéreos paranormales en la Biblia (III) (489)

Redactado por Antonio Piñero el Viernes, 7 de Marzo 2014 a las 07:54



Hoy escribe Antonio Piñero

Seguimos comentando los textos que Manuel Carballal me presentó como usuales dentro del grupo de quienes defienden con ardor la existencia de ovnis en la Biblia

4. Armas atómicas sobre Sodoma y Gomorra

A. Gn 19,24-28:

Entonces Yahvé hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de parte de Yahvé. 26 Su mujer miró hacia atrás y se volvió poste de sal. 27 Levantóse Abrahán de madrugada y fue al lugar donde había estado en presencia de Yahvé. 28 Dirigió la vista en dirección de Sodoma y Gomorra y de toda la región de la redonda, miró, y he aquí que subía una humareda de la tierra cual la de una fogata

Aquí habría que añadir el episodio del Nuevo Testamento que narra cómo dos de los discípulos, del grupo de los íntimos de Jesús, Santiago y Juan pidieron a éste que rogara a
Dios que enviara fuego del cielo sobre un pueblo de samaritanos que no los había recibido porque iban a dorar a Dios en Jerusalén y no en el monte Garizim:

B. Lc 9,51-54

Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, 52 y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; 53 pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. 54 Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?»

Brevísimo comentario:

De los textos nº 4 A. y B. se ve bien claro que el Yahvé extraterrestre disponía ya de armas atómicas y que no dudaba mucho en usarlas. Esas armas estaban compuestas fundamentalmente de fuego y azufre. De hecho Sodoma y Gomorra quedaron arrasadas por su efecto. Y los discípulos de Jesús, Juan y Santiago, hijos del Zebedeo, irritados por el rechazo de unos samaritanos a admitirlos en su aldea preguntaron a Jesús si ellos mismos podían invocar al cielo y lograr, del Yahvé extraterrestre naturalmente, que cayera sobre esa ciudad una bomba semejante. Menos mal que Jesús les reprendió y la tal bomba no cayó sobre los pobres samaritanos. Puede verse que los discípulos de Jesús tenían contacto asiduo con los extraterrestres como para estar seguros de que con el permiso de Jesús la bomba habría caído sobre aquella ciudad.

3. Relaciones sexuales entre extraterrestres y mujeres terrestres

Gn 6,1-4:

Cuando la humanidad comenzó a multiplicarse sobre el haz de la tierra y les nacieron hijas, 2 vieron los hijos de Dios que las hijas de los hombres les venían bien, y tomaron por mujeres a las que preferían de entre todas ellas. 3 Entonces dijo Yahvé: «No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, porque no es más que carne; que sus días sean 120 años.» 4 Los nefilim existían en la tierra por aquel entonces (y también después), cuando los hijos de Dios se unían a las hijas de los hombres y ellas les daban hijos: estos fueron los héroes de la antigüedad, hombres famosos.

Comentario:

Del texto nº 3, relato sobre las relaciones sexuales de extraterrestres, denominados en el pasaje los “hijos de Dios”, es decir, dioses secundarios o ángeles al servicio de Yahvé, y que son de su misma estirpe, se deduce que esa relación no gustaba nada al extraterrestre principal, Yahvé, ya que castigó a toda la humanidad desde entonces a que su vida no pudiera pasar nunca de los 120 años. Antes podía durar hasta cerca de 1.000, como sabemos por la historia de los patriarcas. Pero después del desvarío sexual de los extraterrestres resulta que quienes resultaron castigados con el acortamiento de la vida por Yahvé… ¡fueron los pobres humanos! Este Yahvé extraterrestre no era muy lógico… o bien protegía demasiado a los suyos de los encantos de las hijas de los hombres.


8. Un OVNI guió a los 3 Reyes Magos

Mt 2,1-10:

Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, 2 diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.» 3 En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén. 4 Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo. 5 Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta: 6 Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel.» 7 Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella. 8 Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle.» 9 Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. 10 Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría.

Comentario:

El texto nº 8 nos es muy conocido: una estrella que salió por Oriente, apareció sobre Jerusalén, que giró al sur hacia Belén, donde se detuvo sobre una casa, habría constituido un fenómeno celeste sin paralelo en la historia astronómica; sin embargo, no la registraron las crónicas de entonces. Por tanto el texto en sí está preñado de dificultades intrínsecas de credibilidad puesto que una estrella no puede actuar de esa manera. Desde luego el propio autor de la narración, denominado Mateo aunque no sabemos bien quién era en realidad, está convencido de que era una estrella y así lo transmite. Es decir, un ovni según la interpretación que aquí nos ocupa, guía a los magos hasta el lugar donde nace Jesús. Interpretado como un ovni el texto adquiere más sentido que considerado el texto al pie de la letra, como una estrella, como acabamos de ver. Pero otra conclusión se impone: el propio autor que nos transmite la narración se equivocó y todo el cristianismo después; afirma que era una estrella pero naturalmente era un ovni.

9. La nueva Jerusalén que desciende de los cielos era un OVNI

Ap 21,10:

Me trasladó en espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios

Comentario:

El texto nº 9 afirma también que la Jerusalén celestial, es decir la parte “terrena” del paraíso que describe el autor del Apocalipsis, quien habla de que, al final, Dios, Yahvé, eliminará la tierra y cielo antiguos y creará una nueva tierra y un nuevo cielo. Estar en la nueva Jerusalén, en donde no hay templo sino que la presencia del mismo Dios, Yahvé, que también habita dentro de ella, sustituye el templo es el núcleo de la felicidad futura. De ello se deduce que en el paraíso por venir los fieles a Yahvé vivirán eternamente en un ovni, o bien confundieron la futura Jerusalén con una nave espacial. Yo creo que personalmente no me apuntaría a ese paraíso así concebido.

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Hasta aquí, pues, la primera parte de mi charla: algunas elementales reflexiones o deducciones de la teoría general acerca del testimonio de la Biblia sobre ovnis y extraterrestres. Seguro que pueden obtenerse más y seguro también que a algunos de los presentes se le habrán ocurrido ya.

Voy ahora a la segunda parte cuya tesis es: la historia de la composición de la Biblia, sobre todo del Antiguo Testamento y las consideraciones a propósito de su veracidad, ayudan a impostar el problema de los fenómenos aéreos “milagrosos” de la Biblia en una nueva y razonable luz: puede ayudar a formarnos un contexto científico de la generación de la Biblia dentro del cual explicar este tipo de fenómenos y obtener una satisfacción suficiente del porqué aparecen en ese libro narraciones de hechos portentosos. Pido disculpas de antemano a algunos del público por si algunas cosas que diré a continuación son también elementales y conocidas. Pero para el conjunto de Ustedes pienso que es conveniente recordarlas.

La Biblia hebrea es un conjunto de códigos legislativos, datos históricos, poesía, sabiduría proverbial, hechos portentosos y leyendas muy antiguas, cuyo origen puede remontarse quizás a los siglos XVII/XVIII a.C. como las leyendas sobre Abrahán que hablan de la vida de pastores de esas épocas en el Medio Oriente. La parte más antigua de la Biblia es sin duda el conjunto formado por los 4 primeros libros: Génesis, Éxodo, Levítico y Números. La investigación actual sigue conservando, aunque con muchas precisiones, la idea de principios del siglo pasado de que estos libros se componen de tres estratos, o mejor de la actividad de tres manos que recogieron tres estratos de leyendas, etc., tanto propias como tomadas de otros pueblos, el sumerio y acadio, y algunos datos históricos tanto del propio pueblo como de los de alrededor.

La primera mano es la del llamado redactor J., denominado así porque llama a Dios siempre Yahvé. Se cree que realizó su compilación en torno a la mitad del siglo X a.C., es decir, en el reinado de Salomón y que representaba el pensamiento teológico del reino de Judá en el sur.

La segunda mano es la del redactor E, que denomina a Dios Elohim (literalmente “dioses” pues al principio se refería a Dios uniéndolo con su corte de dioses menores) que representa el pensamiento del reino de Israel, al norte (Samaría y Galilea). Esta “mano” debió de realizar su tarea de recogida por la misma época o un poco más tarde a finales del siglo X, o en el IX, pero sin pasar del 720, que fue el momento en el que la capital, Samaría sucumbió ante las tropas del rey asirio Salmanasar.

La tercera mano: Hubo otro redactor, también anónimo que se dedicó a recopilar fundamentalmente leyes que se había ido dando el pueblo, cuya fecha de actividad es un poco posterior a los otros dos ya nombrados J y E; en torno al siglo VIII.
A este bloque primitivo se añadió un nuevo código legal, que hoy llamamos Deuteronomio, que contiene un resumen de todas las regulaciones legales anteriores y que narra parte de la vida de Moisés, sobre todo su final. Quizá sea este código el señalado en un relato en la Biblia que cuenta legendariamente que en tiempos del rey Josías de Judá (640-609 a.C.) se encontró en el templo de Jerusalén un misterioso rollo de la Ley divina. Muchos investigadores opinan que ese libro misterioso es precisamente el núcleo o primerísima edición del Deuteronomio.

Sabemos, además, que a partir del siglo VIII comenzaron a recopilarse oráculos de profetas famosos en la época y posteriores, Isaías, Oseas, algunas partes de Amós. Por tanto en el siglo VII, fecha del rey Josías empieza a recopilarse el núcleo de lo que luego será la Biblia, pues las leyendas, historias, leyes y oráculos proféticos comienzan a ser venerados por sacerdotes, escribas y el pueblo como palabra divina expresada a través de hombres y su historia. A partir, pues, de este momento, s. VII comienza el desarrollo “moderno” de la Biblia hebrea. Fíjense en el espacio temporal que hay entre las leyendas en torno a Abrahán, siglo XVII o XVIII a.C. y su recogida formal en el siglo VII.

Seguiremos

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com



Viernes, 7 de Marzo 2014
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