Hoy escribe Antonio Piñero
Concluimos hoy con el tema de las ideas básicas de la gnosis y mañana intentaremos resumirlas mas aún en una serie de principios fundamentales.
18. Y ¿qué ocurre con las tres clases de hombres, especialmente con los no espirituales?
La primera, la puramente material (los hílicos, asimilada con los paganos), no es capaz de ninguna salvación. Serán totalmente destruidos por Dios una vez muertos. De ellos no quedará nada.
La segunda clase, la de los psíquicos, asimilada a los cristianos vulgares afectos a la Iglesia mayoritaria, si prestan atención a los preceptos del Salvador y llevan una vida recta, obtendrán una salvación intermedia: a su muerte se despojarán de la materia (del cuerpo, que no resucita) y sus almas ascenderán a un cielo inferior, es decir a una región superior del universo -separada del Pleroma - y llevarán allí junto con el Demiurgo y sus ángeles buenos, que al final se convierten (no ocurre así en todas las sectas), una vida bienaventurada.
19. A la tercera clase, a la de los espirituales, les ocurrirá lo siguiente: cuando les llegue la hora de morir, su cuerpo carnal perecerá con la materia; su alma ascenderá junto con el resto de las almas de los hombres psíquicos cabe el Demiurgo y será allí feliz también. Mas su parte superior, el espíritu, traspasará el límite del Pleroma, y uniéndose a su contrapartida celeste, es decir a su espíritu gemelo superior que le aguarda en el Pleroma, descansará allí, haciéndose uno con la divinidad, a la que entonará himnos de alabanza y gloria por siempre jamás.
Y hasta que llegue ese momento, toda la vida del gnóstico consistirá en profundizar en esa sabiduría (gnosis) que ha venido a traer el Salvador. Todo su anhelo radicará en escaparse cuanto antes de esta vestidura carnal, y lograr que su parte superior, el espíritu, retorne al Pleroma para gozar allí de descanso y felicidad eternos.
Mañana resumimos.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
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