Notas

Pureza, sacrificio y Templo (I)

Redactado por Antonio Piñero el Miércoles, 21 de Marzo 2012 a las 08:54

Hoy escribe Fernando Bermejo

Llamo hoy la atención de nuestros lectores sobre un libro importante aparecido hace unos pocos años, y cuyos análisis no han pasado de moda: Jonathan Klawans, Purity, Sacrifice, and the Temple. Symbolism and Supersessionism in the Study of Ancient Judaism, Oxford University Press, Oxford, 2006.

Es imposible entender el judaísmo y el cristianismo sin comprender las instituciones bíblicas centrales del sacrificio y el Templo. Sin embargo, tanto en el ámbito judío como cristiano –y también en el ámbito académico dependiente de sus preconcepciones– estas instituciones suelen ser consideradas únicamente como realidades deleznables, destinadas a ser “superadas”. En el ámbito cristiano, la “superación” se considera operada por la espiritualidad jesuánica.

Basándose en una nueva lectura de los textos, en estudios antropológicos y del ritual, Jonathan Klawans –profesor del Departamento de Religión de la Universidad de Boston– pone de manifiesto el poderoso simbolismo del antiguo culto sacrificial judío, mostrando que el sacrificio constituía una actividad espiritualmente rica y significativa iluminada por dos “principios organizadores” centrales a las tradiciones sacerdotales de la Biblia: el deseo de imitar a Dios y la preocupación por mantener la presencia divina dentro de la comunidad.

Al hacer esto, Klawans desmonta todas las anteriores visiones evolucionistas (y más o menos hostiles) del antiguo sacrificio judío como un comportamiento “primitivo” y espiritualmente vacío que fue rechazado y superado por la Eucaristía en el cristianismo o por la oración en el judaísmo rabínico. Sus lecturas novedosas de textos neotestamentarios y rabínicos desafían preconcepciones y prejuicios sólidamente asentados tanto en el ámbito académico como en la mente de muchos cristianos.

El libro se divide en dos partes. En la primera (“Pureza y sacrificio en el Israel bíblico”), el autor argumenta que la fascinación selectiva (y a menudo evolucionista) con los orígenes del sacrificio ha tenido un efecto negativo sobre la comprensión académica del Israel bíblico. En la segunda, se analiza cómo diversas ideas judías y cristianas sobre el reemplazo del sacrificio (o su “espiritualización”) han tenido a su vez un impacto negativo sobre la comprensión de toda una serie de textos judíos antiguos relativos a asuntos cultuales.

El último capítulo, el séptimo, presenta el mayor interés para los estudiosos del Nuevo Testamento, pues en él se analiza la actitud de Jesús y neotestamentaria ante el Templo. Se examinan en particular el incidente de Jesús en el Templo y la “institución” de la Eucaristía. Mientras que la mayor parte de estudiosos consideran que estos episodios articulan una crítica o incluso un rechazo del Templo de Jerusalén, Klawans –a partir de las conclusiones obtenidas en los capítulos previos de su libro– ofrece interpretaciones alternativas de ambos relatos.

Comentaré ulteriormente este interesante libro, recomendándolo desde ahora a nuestros lectores.

Posdata: en algún próximo post terminaremos la serie sobre la obra de MacCulloch, de la que la editorial Debate está preparando ya una nueva edición revisada.

Saludos cordiales de Fernando Bermejo
Miércoles, 21 de Marzo 2012
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