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¿Por qué Jesús se presentó en Israel y no en otra parte del mundo? “Compartir” (155) de 1 de febrero de 2016. Preguntas y respuestas

Redactado por Antonio Piñero el Lunes, 1 de Febrero 2016 a las 07:57

Escribe Antonio Piñero



Pregunta:


¿ Por qué el fenómeno de Jesús se presentó en Israel y no en otra parte del mundo ?


A lo largo y ancho del planeta y por siglos y siglos se ha vivido situaciones similares a la del pueblo judio y, sin embargo, personajes similares no alcanzaron a establecer una base tan solida de fé. O al menos eso creo yo.


¿ Se le debe algo a San Pablo ? ó a Constantino ?


RESPUESTA:


Porque Jesús de Nazaret, o mejor, Jesús el Nazoreo, es un fenómeno judío totalmente. Es lo mismo que si Usted me pregunta por qué el movimiento de Confucio se originó en China y ni en el Imperio Romano.


El cristianismo debe muchísimo a san Pablo que fue el primer gran teólogo –no sistemático, pues solo compuso cartas ocasionales– que reinterpretó y repensó la figura y misión de Jesús después de la muerte de este. Pero nada más. No quiso fundar ninguna religión nueva, sino solo vivir su judaísmo conforme a los planes del que creía firmemente que era el mesías.


Constantino no interviene en la dogmática estrictamente. Pero su benevolencia política hacia el cristianismo (por interese meramente políticos, de unión religiosa del Imperio y para que los obispos le votaran a la hora de nombrarlo también el emperador de la parte oriental del Imperio) ayudaron mucho a la constitución de la Iglesia. En el reinado de Constantino empieza la Iglesia a constituirse como una organización bien asentada en ese mundo y con voluntad de poder no solo espiritual sino terreno, es decir, teóricamente hasta la vuelta de Jesús desde el cielo: parusía y juicio final.



Pregunta:


¿Es posible que lo que consideraba el Evangelio secreto de Marcos fuera en realidad la versión
original del evangelio y que las historias en cuestión fueron eliminadas
por escribas a los que no les gustaban sus implicaciones (su trasfondo
homosexual posiblemente) y que, al hacerlo, crearon el Marcos que hoy tenemos en el Nuevo Testamento?


¿ Se conoció él dos o tres versiones del Evangelio de Marcos en la comunidad cristiana de Alejandría?


RESPUESTA:


1. No parece posible porque con casi total seguridad, y a pesar de Helmut Koester y otros investigadores, ese evangelio es un falso compuesto por Morton Smith para burlarse de los científicos que a su vez se burlaban de su homosexualidad.


2. Es muy probable que sí. Y si fuera de ese modo se podría explicar las concordancias menores de Mateo y Lucas, contra el texto actual de Marcos. Iban siguiendo otra edición del Evangelio de Marcos que no ha llegado hasta nosotros. Sobre esas ediciones consulte el Blog, mi reseña del libro de Josep Rius Camps sobre las varias ediciones de Marcos (tres).


Pregunta:


Una reseña tuya sobre “Repensar el mal”, el libro de Andrés Torres Queiruga, me movió a escribirte. Mis preguntas: ¿qué es el hombre? ¿Qué es educar? ¿Cuál es la relación entre “hombre” y “educación”? Si como especialista en el siglo I me puedes ayudar con respuestas históricas (las dadas en el Siglo I por judíos y cristianos) y como persona puedes contribuir con tu reflexión personal, lo agradezco inmensamente.


RESPUESTA:


Me temo que no ha caído Usted en la cuenta de la enormidad de su pregunta, imposible de contestar sin escribir un par de libros muy voluminosos.


Por suerte, en el ambiente grecorromano, pero que toca todo de pasada, hay un libro que puede ayudarle mucho y es el de Henry Irénée Marrou, Historia de la educación en la Antigüedad. Está en castellano. Busque en Google sus datos.


Bucee por ahí y a partir del hilo, tirando de él encontrará el ovillo.



Pregunta:


Qué le parece Jean Dominique Crossan como exegeta? Y qué le parece el ensayo sobre Pablo del mismo autor?


RESPUESTA:


Es un “buen” exegeta, bien informado y muy erudito. Pero diría que todas las obras que conozco de él, incluido el estudio sobre Pablo, son muy sesgadas. Tiene una suerte de prurito de originalidad que creo que perturba toda su investigación. En concreto su obre sobre Jesús “Un campesino judío”), de gran trascendencia, está sin embargo, desacreditada. Personalmente no suscribo en general su concepción global de Jesús de Nazaret casi como un filósofo cínico y en nada apocalíptico.


En la obra colectiva, que he editado en la Editorial El Almendro, Córdoba, 2006, “Biblia y Helenismo” hay un capítulo de Rafael Aguirre sobre esta interpretación de Jesús que puede usted consultar con provecho.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Lunes, 1 de Febrero 2016
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