Escribe Antonio Piñero
Sigo comentando el libro de S. Guijarro sobre los cuatro evangelios. La hipótesis de los dos documentos es la que sostiene que, no hay mejor explicación de los enormes parecidos entre los evangelios de Mateo y Lucas que suponer que, además de otras fuentes menores, los evangelistas tuvieron ante sus ojos y copiaron de Marcos y de la Fuente Q.
Y aunque esta hipótesis goza de un aprecio prácticamente unánime, tiene sus detractores, asunto bien explicado por parte de Guijarro, es interesante leer sus páginas 87-89.
Argumenta nuestro autor que “la principal objeción consiste en negar la existencia de la Fuente Q. La segunda es que Marcos y “Q” no son fuentes independientes, sino que hay casos en los que los dos documentos coinciden. Y pone cuatro ejemplos de coincidencias o combinación entre Marcos y “”, que debe consultar el lector.
Solo añado y estoy de acuerdo con Guijarro, que tales coincidencias literales “se pueden explicar de tres formas: a) Marcos y Q tuvieron acceso a las mismas tradiciones orales; b) Marcos conoció a Q; c) Q conoció a Marcos”.
Y, desde luego, aun admitiendo las dos primeras explicaciones (a y b) como posibles, Guijarro se pregunta “por qué razón Marcos prescindió de la abundante tradición de dichos de Jesús que presuntamente habría tenido que encontrar en la Fuente Q o en la tradición oral que transmitía esos dichos (p. 89).
Estoy de acuerdo.
El próximo día comentaré el análisis de Guijarro de la hipótesis de Farrer-Goulder, de Griesbach y de Benoit-Boismard.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
Enlace a otra entrevista, con los miembros de la “escuela de Alejandría”, sobre los Libros del Nuevo Testamento”:
https://youtu.be/gROLxWgiFTs
https://www.facebook.com/events/412786360536320/
Sigo comentando el libro de S. Guijarro sobre los cuatro evangelios. La hipótesis de los dos documentos es la que sostiene que, no hay mejor explicación de los enormes parecidos entre los evangelios de Mateo y Lucas que suponer que, además de otras fuentes menores, los evangelistas tuvieron ante sus ojos y copiaron de Marcos y de la Fuente Q.
Y aunque esta hipótesis goza de un aprecio prácticamente unánime, tiene sus detractores, asunto bien explicado por parte de Guijarro, es interesante leer sus páginas 87-89.
Argumenta nuestro autor que “la principal objeción consiste en negar la existencia de la Fuente Q. La segunda es que Marcos y “Q” no son fuentes independientes, sino que hay casos en los que los dos documentos coinciden. Y pone cuatro ejemplos de coincidencias o combinación entre Marcos y “”, que debe consultar el lector.
Solo añado y estoy de acuerdo con Guijarro, que tales coincidencias literales “se pueden explicar de tres formas: a) Marcos y Q tuvieron acceso a las mismas tradiciones orales; b) Marcos conoció a Q; c) Q conoció a Marcos”.
Y, desde luego, aun admitiendo las dos primeras explicaciones (a y b) como posibles, Guijarro se pregunta “por qué razón Marcos prescindió de la abundante tradición de dichos de Jesús que presuntamente habría tenido que encontrar en la Fuente Q o en la tradición oral que transmitía esos dichos (p. 89).
Estoy de acuerdo.
El próximo día comentaré el análisis de Guijarro de la hipótesis de Farrer-Goulder, de Griesbach y de Benoit-Boismard.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
Enlace a otra entrevista, con los miembros de la “escuela de Alejandría”, sobre los Libros del Nuevo Testamento”:
https://youtu.be/gROLxWgiFTs
https://www.facebook.com/events/412786360536320/