Hoy escribe Gonzalo del Cerro
Texto de los HchJn
Lo que decíamos sobre varios HchAp podemos decirlo también de los Hechos de Juan (HchJn). El orden de la edición de Bonnet ha sido modificado sustancialmente en virtud del contenido, que delata la existencia de varias lagunas. En el orden presunto de los acontecimientos, podemos advertir la siguiente estructura de la obra. Una primera parte abunda en viajes o correrías apostólicas diversas (Mileto, Éfeso, Esmirna, Laodicea). Después el apóstol regresa a Éfeso (HchJn 62), en donde predica, hace milagros y muere (HchJn 62-86.106-115).
Pero los cortes en el relato, las interrupciones e incoherencias obligan a aceptar la existencia de lagunas. La primera de ellas es la que precede al principio actual del texto considerado como original (HchJn 18). El texto perdido podría contener la escena del reparto de tierras para la evangelización, como en los Hechos de Juan de Prócoro, el viaje desde Jerusalén y, por lo menos, una estancia en Mileto.
Una segunda laguna suele situarse en HchJn 37,1. Toda la escena de la curación de las ancianas, que tiene un desarrollo prolijo y lleno de detalles nimios, termina con una frase de carácter genérico: “Y habiendo dicho Juan estas cosas, curó con el poder de Dios todas las enfermedades”. Estas palabras podrían ser perfectamente un añadido para paliar una interrupción demasiado brusca. Luego, cuando prosigue el relato, han cambiado muchas cosas. Andrónico, persona importante en Éfeso, que tenía al principio una actitud hostil contra Juan (HchJn 31,2), es ya en HchJn 37 su discípulo fiel, lo aloja en su casa (HchJn 46,1) y lo acompaña en sus viajes (HchJn 46,1; 61,1). Además, por el relato de la muerte y resurrección de Drusiana, conocemos detalles que debían de estar narrados en esa laguna. Por ejemplo, que Andrónico había encerrado a su mujer en un sepulcro amenazándola de muerte si no consentía en convivir con él maritalmente (HcJn 82,1). Y Drusiana, ya resucitada, reconoce que Jesucristo la protegió contra las asechanzas de su esposo. El material desaparecido en esta laguna debía de ofrecer cumplida justificación e estas referencias.
En la laguna tercera, entre los capítulos HchJn 105 y 37, entrarían materiales indeterminados en cuanto al contenido y a su extensión, en opinión de Schäferdiek (en Hennecke-Schneemelcher) o encontrarían su lugar los fragmentos contenidos en el papiro de Oxirrinco 150 y en el Liber Flauus irlandés (Junod-Kaestli, Acta Ioannis, 109-136).
Otras lagunas delatan su presencia entre los capítulos 55 y 56 y entre 57 y 58. Los fieles de Esmirna enviaron a Juan una embajada pidiéndole que fuera a evangelizar Esmirna y las restantes ciudades (HchJn 55). Pero luego no se cuenta nada de la estancia de Juan en esos lugares. Además, es preciso buscar un lugar idóneo para dos de las citas de la carta del Pseudo Tito.
El mismo texto de los Hechos de Tomás (HchTom), considerados como los únicos que han llegado completos hasta nosotros, tampoco parece ser el original. Lo afirmaba rotundamente Junod en su artículo de Augustinianum 23, cuando escribe que el texto primitivo de los HchTom “ no corresponde ni al siríaco conservado, ni a la versión griega (E. Junod, “Créations romanesques et traditions ecclésiastiques Dans les Actes Apocryphes des Apôtres”, pp. 271-285. A. F. Klijn, en la introducción a su estudio sobre estos Hechos, parte de la base de que los HchTom fueron escritos en siríaco, pero que tanto el texto griego como el siríaco, que ahora poseemos, son distintos del texto original. Más aún, entre los textos griego y siríaco hay diferencias significativas en pasajes de sentido dogmático, moral y hasta litúrgico (A. F. Klijn, The Acts of Thomas, Leiden, 1962,pp. 13-15).
Tropezamos así con otro problema que incide en el contenido y en la conservación de los textos. Es la libertad con que trataron los textos los distintos copistas. traductores, adaptadores y transmisores. Las diversas formas de la Metástasis de Juan (HchJn 106-115) son un buen ejemplo. Otro, las distintas reelaboraciones de los HchAnd, tales como los Martirios (Prius y Alterum), la Carta a los presbíteros y diáconos de Acaya, el resumen de Gregorio de Tours, la Laudatio, la Narratio, etc. La Pasión Armenia, tan útil para la reconstrucción de los Hechos originales de Andrés, parafrasea, alarga, abrevia, y no es, lo que se dice, demasiado fiel al texto original.
He tratado este tema con alguna detención porque creo que su incidencia en los resultados y conclusiones de los estudios sobre los HchAp puede resultar decisiva.
Saludos cordiales. Gonzalo del Cerro
Texto de los HchJn
Lo que decíamos sobre varios HchAp podemos decirlo también de los Hechos de Juan (HchJn). El orden de la edición de Bonnet ha sido modificado sustancialmente en virtud del contenido, que delata la existencia de varias lagunas. En el orden presunto de los acontecimientos, podemos advertir la siguiente estructura de la obra. Una primera parte abunda en viajes o correrías apostólicas diversas (Mileto, Éfeso, Esmirna, Laodicea). Después el apóstol regresa a Éfeso (HchJn 62), en donde predica, hace milagros y muere (HchJn 62-86.106-115).
Pero los cortes en el relato, las interrupciones e incoherencias obligan a aceptar la existencia de lagunas. La primera de ellas es la que precede al principio actual del texto considerado como original (HchJn 18). El texto perdido podría contener la escena del reparto de tierras para la evangelización, como en los Hechos de Juan de Prócoro, el viaje desde Jerusalén y, por lo menos, una estancia en Mileto.
Una segunda laguna suele situarse en HchJn 37,1. Toda la escena de la curación de las ancianas, que tiene un desarrollo prolijo y lleno de detalles nimios, termina con una frase de carácter genérico: “Y habiendo dicho Juan estas cosas, curó con el poder de Dios todas las enfermedades”. Estas palabras podrían ser perfectamente un añadido para paliar una interrupción demasiado brusca. Luego, cuando prosigue el relato, han cambiado muchas cosas. Andrónico, persona importante en Éfeso, que tenía al principio una actitud hostil contra Juan (HchJn 31,2), es ya en HchJn 37 su discípulo fiel, lo aloja en su casa (HchJn 46,1) y lo acompaña en sus viajes (HchJn 46,1; 61,1). Además, por el relato de la muerte y resurrección de Drusiana, conocemos detalles que debían de estar narrados en esa laguna. Por ejemplo, que Andrónico había encerrado a su mujer en un sepulcro amenazándola de muerte si no consentía en convivir con él maritalmente (HcJn 82,1). Y Drusiana, ya resucitada, reconoce que Jesucristo la protegió contra las asechanzas de su esposo. El material desaparecido en esta laguna debía de ofrecer cumplida justificación e estas referencias.
En la laguna tercera, entre los capítulos HchJn 105 y 37, entrarían materiales indeterminados en cuanto al contenido y a su extensión, en opinión de Schäferdiek (en Hennecke-Schneemelcher) o encontrarían su lugar los fragmentos contenidos en el papiro de Oxirrinco 150 y en el Liber Flauus irlandés (Junod-Kaestli, Acta Ioannis, 109-136).
Otras lagunas delatan su presencia entre los capítulos 55 y 56 y entre 57 y 58. Los fieles de Esmirna enviaron a Juan una embajada pidiéndole que fuera a evangelizar Esmirna y las restantes ciudades (HchJn 55). Pero luego no se cuenta nada de la estancia de Juan en esos lugares. Además, es preciso buscar un lugar idóneo para dos de las citas de la carta del Pseudo Tito.
El mismo texto de los Hechos de Tomás (HchTom), considerados como los únicos que han llegado completos hasta nosotros, tampoco parece ser el original. Lo afirmaba rotundamente Junod en su artículo de Augustinianum 23, cuando escribe que el texto primitivo de los HchTom “ no corresponde ni al siríaco conservado, ni a la versión griega (E. Junod, “Créations romanesques et traditions ecclésiastiques Dans les Actes Apocryphes des Apôtres”, pp. 271-285. A. F. Klijn, en la introducción a su estudio sobre estos Hechos, parte de la base de que los HchTom fueron escritos en siríaco, pero que tanto el texto griego como el siríaco, que ahora poseemos, son distintos del texto original. Más aún, entre los textos griego y siríaco hay diferencias significativas en pasajes de sentido dogmático, moral y hasta litúrgico (A. F. Klijn, The Acts of Thomas, Leiden, 1962,pp. 13-15).
Tropezamos así con otro problema que incide en el contenido y en la conservación de los textos. Es la libertad con que trataron los textos los distintos copistas. traductores, adaptadores y transmisores. Las diversas formas de la Metástasis de Juan (HchJn 106-115) son un buen ejemplo. Otro, las distintas reelaboraciones de los HchAnd, tales como los Martirios (Prius y Alterum), la Carta a los presbíteros y diáconos de Acaya, el resumen de Gregorio de Tours, la Laudatio, la Narratio, etc. La Pasión Armenia, tan útil para la reconstrucción de los Hechos originales de Andrés, parafrasea, alarga, abrevia, y no es, lo que se dice, demasiado fiel al texto original.
He tratado este tema con alguna detención porque creo que su incidencia en los resultados y conclusiones de los estudios sobre los HchAp puede resultar decisiva.
Saludos cordiales. Gonzalo del Cerro