Notas

“Los cristianos” de Jesús Mosterín (I) (161-01)

Redactado por Antonio Piñero el Martes, 10 de Agosto 2010 a las 07:15





Hoy escribe Antonio Piñero



Voy a comentar –interrumpiendo un poco nuestro paso por la historia y método de la investigación del Nuevo Testamento, que retomaremos en su momento- un libro muy reciente del filósofo Jesús Mosterín que nos afecta directamente. Sus datos son:

Los cristianos (serie “Historia del pensamiento”, sección Humanidades) El libro de bolsillo (Filosofía), de Alianza Editorial, Madrid 2010, 554 pp. ISBN: 978-84-206-4979-5.


El libro presente se encuadra en una Historia del pensamiento, integrada por libros monográficos autónomos, que se caracterizan a mi parecer por una notable agudeza y frescura de la mirada, por un enfoque interdisciplinar, por la lucidez del análisis y por la claridad de la exposición.

El autor no deja de tener en cuenta, ni mucho menos, el contexto social en el que se generan las concepciones que va presentando en su conjunto y en su evolución. Hay otro volumen de la serie que podría ser también interesante porque ofrece material complementario, “los judíos”, aparecido también en esta serie (hay otros volúmenes que salen de nuestro marco, pero que ofrecen buenas perspectivas en cuanto me parece por lo que he leído de ellos, como los dedicados a Grecia (“La Hélade”), y al Helenismo, más el de Roma.

El autor confiesa que no es practicante, ni siquiera creyente, pero que se siente inmerso totalmente en la cultura cristiana. La historia del pensamiento occidental sería inconcebible sin tomar en cuenta la poderosa influencia cristiana. Conoce el cristianismo permite acceder a gran parte de la mejor pintura, música, literatura, arte, e historia en general de nuestro pasado.

Como la historia del cristianismo es una temática inmensa, el autor restringe el ámbito de su mirada. Se ha limitado a trazar una panorámica resumida, incidiendo en lo piensa que son las figuras y los momentos cruciales de estos 20 siglos:

• La vida y muerte de Jesús de Nazaret,

• La predicación de Pablo de Tarso,

• La adopción del cristianismo por Constantino,

• Las discusiones trinitarias de los siglos IV y V,

• Agustín de Hipona,

• La guerra contra las imágenes (iconoclasia) y el cisma entre Oriente y Occidente,

• La iglesia triunfante del siglo XIII,

• Las universidades y la escolástica,

• Tomás de Aquino,

• Martín Lutero,

• La Reforma protestante

• La Contrarreforma católica.

La tesis general de Mosterín del inicio del cristianismo es la siguiente: “Jesús era un judío ferviente que nunca pretendió romper con el judaísmo. Su principio de amar al prójimo como a uno mismo (que con la instauración del reino de Dios forman la columna vertebral del pensamiento de Jesús) no tiene nada de específicamente cristiano…; la ruptura con el judaísmo no fue obra de Jesús ni de sus discípulos directos, sino de Pablo de Tarso y de sus seguidores helenistas. Ideas tan poco judías como las del pecado original, la redención por la cruz, o la Cristo como hijo real, óntico, de Dios son doctrinas de Pablo, no de Jesús. Incluso la insistencia paulina de obediencia a las autoridades romanas se opone frontalmente a la actitud más bien rebelde de Jesús. Por todo ello, y más, puede considerarse que el cristianismo que conocemos es en gran parte un invento de Pablo.

Además de las dificultades genéricas (que desde el punto de vista de la razón) afectan a las religiones monoteístas, el cristianismo –a diferencia del judaísmo y del islam- presenta a sus creyentes platos especiales difíciles de digerir como el dogma de la Santísima Trinidad, la doctrina del pecado original o la transustanciación eucarística. Una línea tenebrosa de pensamiento cristiana, que pasa por Pablo, Agustín y Lutero, añade la tesis de la condena eterna de los no bautizados, la salvación por la sola fe o la predestinación” (pp. 7-8).

Comprendo que a los creyentes les molesten las generalidades. Pero piénsese que son propuestas desnudas de argumentación por ir en el prólogo, pero luego no carecen de ella ni muchísimo menos. Si en algo se caracteriza Mosterín es por ser un pensador absolutamente racional y metódico que no ofrece juicio alguno sin una sólida argumentación histórica, social y dialéctica detrás.

Me imagino que muchos pensarán que habrá bastante tela que cortar en esta obra.

Seguiremos con los capítulos iniciales de “Los cristianos” que es lo que más interesa a este blog.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com



Martes, 10 de Agosto 2010
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