Hoy escribe Fernando Bermejo
Gonzalo del Cerro, Vida de los apóstoles de Jesús según la literatura apócrifa, editorial Raíces, Madrid, 2012, 478 pp.
Constituye un enorme placer presentar hoy a los lectores el libro más reciente de Gonzalo del Cerro Calderón, amigo y compañero de blog. Además de una persona excelente en muy diversos aspectos, Gonzalo es licenciado en Filología Clásica y Sagrada Escritura, doctor en Filología, y profesor titular emérito de la Universidad de Málaga.
Magnífico conocedor del latín y el griego, de la Antigüedad clásica y cristiana, Gonzalo es autor de numerosos trabajos y artículos eruditos (desde los diminutivos en la obra del emperador estoico Marco Aurelio hasta la lírica mozárabe), así como autor de un buen número de libros. Destacan su edición de tres de los 4 volúmenes de los Discursos de Dión de Prusa (Dión Crisóstomo) en la Biblioteca Clásica Gredos, su extenso ensayo sobre esta figura Dión de Prusa (Ediciones Clásicas), su edición de las obras de Elipando de Toledo, su Testamento de Augusto. Monumentum Ancyranum, así como Las mujeres en los hechos apócrifos de los Apóstoles (Ediciones Clásicas, Madrid, 2003), etc. Destaca también su coedición, en importante edición crítica bilingüe, con Antonio Piñero, de los tres volúmenes de los Hechos apócrifos de los apóstoles (Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 2004, 2005 y 2011).
Vida de los apóstoles de Jesús según la literatura apócrifa es un extenso libro que comienza con una Introducción General en la que el autor se demora en la consideración de la importancia que revisten los apócrifos en la teología cristiana. La enorme relevancia cultural y religiosa de los Apócrifos está ciertamente fuera de duda. Es obvio que significativas creencias cristianas, por no hablar de muy diversas tradiciones piadosas, tienen como base documental las narraciones de estos libros. En este sentido, la comprensión cabal de la iconografía, la escultura y la arquitectura de los templos cristianos deben mucho a los datos aportados por estas obras. Quien quiera profundizar en el conocimiento de los orígenes cristianos debe conocerla.
El Capítulo Primero está dedicado de modo general a “Los apóstoles de Jesús de Nazaret”, que incluye reflexiones sobre el interés del número 12 en la Biblia y sobre las listas de apóstoles en los escritos del Nuevo Testamento (Sinópticos y Hechos). De hecho, el libro no se limita al contenido de los apócrifos, sino que comienza cada capítulo prestando atención a los datos que sobre los apóstoles contienen los textos de los Evangélicos canónicos.
Siguen seis extensos capítulos en los que el autor desgrana las figuras de diversos apóstoles especialmente significativos en la literatura apócrifa: Pedro (cap. II), Andrés (cap. III), Juan de Zebedeo (cap. IV), Pablo (cap. V), Judas Tomás (cap. VI) y Felipe (cap. VII). Se analizan las diversas obras de la literatura cristiana antigua en que aparecen, empezando por la literatura canónica. Los Hechos apócrifos de los apóstoles son, evidentemente, objeto de una atención ordenada y meticulosa, libro a libro, gracias a lo cual el lector puede llegar a conocer todo lo importante de esta literatura. El autor no olvida el tratamiento de las figuras de los apóstoles en la literatura calificada generalmente de “gnóstica”.
Los siete restantes capítulos, más breves, están dedicados al apóstol Mateo (cap. VIII), Bernabé (cap. IX), Tadeo (cap. X), Santiago el hijo de Zebedeo (cap. XI), Santiago el hermano de Jesús, Simón y Judas (cap. XII), Bartolomé (cap. XIII), y a las figuras de Nereo y Aquiles, en un texto muy particular centrado en la virginidad y el martirio (cap. XIV).
En suma, Vida de los apóstoles de Jesús según la literatura apócrifa constituye una obra muy valiosa para el conocimiento de una literatura que es testimonio insoslayable de la piedad de cristianos ansiosos por conocer detalles de quienes rodearon a Jesús y prosiguieron su labor de predicación. La escasez en los textos canónicos sobre la personalidad y el ministerio de estos personajes debía ser compensada, y la obra de Gonzalo del Cerro expone de manera muy útil, erudita y minuciosa cómo esto fue efectuado en la amplia literatura que en ella se describe.
Saludos cordiales de Fernando Bermejo
Gonzalo del Cerro, Vida de los apóstoles de Jesús según la literatura apócrifa, editorial Raíces, Madrid, 2012, 478 pp.
Constituye un enorme placer presentar hoy a los lectores el libro más reciente de Gonzalo del Cerro Calderón, amigo y compañero de blog. Además de una persona excelente en muy diversos aspectos, Gonzalo es licenciado en Filología Clásica y Sagrada Escritura, doctor en Filología, y profesor titular emérito de la Universidad de Málaga.
Magnífico conocedor del latín y el griego, de la Antigüedad clásica y cristiana, Gonzalo es autor de numerosos trabajos y artículos eruditos (desde los diminutivos en la obra del emperador estoico Marco Aurelio hasta la lírica mozárabe), así como autor de un buen número de libros. Destacan su edición de tres de los 4 volúmenes de los Discursos de Dión de Prusa (Dión Crisóstomo) en la Biblioteca Clásica Gredos, su extenso ensayo sobre esta figura Dión de Prusa (Ediciones Clásicas), su edición de las obras de Elipando de Toledo, su Testamento de Augusto. Monumentum Ancyranum, así como Las mujeres en los hechos apócrifos de los Apóstoles (Ediciones Clásicas, Madrid, 2003), etc. Destaca también su coedición, en importante edición crítica bilingüe, con Antonio Piñero, de los tres volúmenes de los Hechos apócrifos de los apóstoles (Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 2004, 2005 y 2011).
Vida de los apóstoles de Jesús según la literatura apócrifa es un extenso libro que comienza con una Introducción General en la que el autor se demora en la consideración de la importancia que revisten los apócrifos en la teología cristiana. La enorme relevancia cultural y religiosa de los Apócrifos está ciertamente fuera de duda. Es obvio que significativas creencias cristianas, por no hablar de muy diversas tradiciones piadosas, tienen como base documental las narraciones de estos libros. En este sentido, la comprensión cabal de la iconografía, la escultura y la arquitectura de los templos cristianos deben mucho a los datos aportados por estas obras. Quien quiera profundizar en el conocimiento de los orígenes cristianos debe conocerla.
El Capítulo Primero está dedicado de modo general a “Los apóstoles de Jesús de Nazaret”, que incluye reflexiones sobre el interés del número 12 en la Biblia y sobre las listas de apóstoles en los escritos del Nuevo Testamento (Sinópticos y Hechos). De hecho, el libro no se limita al contenido de los apócrifos, sino que comienza cada capítulo prestando atención a los datos que sobre los apóstoles contienen los textos de los Evangélicos canónicos.
Siguen seis extensos capítulos en los que el autor desgrana las figuras de diversos apóstoles especialmente significativos en la literatura apócrifa: Pedro (cap. II), Andrés (cap. III), Juan de Zebedeo (cap. IV), Pablo (cap. V), Judas Tomás (cap. VI) y Felipe (cap. VII). Se analizan las diversas obras de la literatura cristiana antigua en que aparecen, empezando por la literatura canónica. Los Hechos apócrifos de los apóstoles son, evidentemente, objeto de una atención ordenada y meticulosa, libro a libro, gracias a lo cual el lector puede llegar a conocer todo lo importante de esta literatura. El autor no olvida el tratamiento de las figuras de los apóstoles en la literatura calificada generalmente de “gnóstica”.
Los siete restantes capítulos, más breves, están dedicados al apóstol Mateo (cap. VIII), Bernabé (cap. IX), Tadeo (cap. X), Santiago el hijo de Zebedeo (cap. XI), Santiago el hermano de Jesús, Simón y Judas (cap. XII), Bartolomé (cap. XIII), y a las figuras de Nereo y Aquiles, en un texto muy particular centrado en la virginidad y el martirio (cap. XIV).
En suma, Vida de los apóstoles de Jesús según la literatura apócrifa constituye una obra muy valiosa para el conocimiento de una literatura que es testimonio insoslayable de la piedad de cristianos ansiosos por conocer detalles de quienes rodearon a Jesús y prosiguieron su labor de predicación. La escasez en los textos canónicos sobre la personalidad y el ministerio de estos personajes debía ser compensada, y la obra de Gonzalo del Cerro expone de manera muy útil, erudita y minuciosa cómo esto fue efectuado en la amplia literatura que en ella se describe.
Saludos cordiales de Fernando Bermejo