Notas

La radical divinización de Jesús ( síntesis = y II). Otro tema qumránico: la "corrección fraterna" (167-15)

Redactado por Antonio Piñero el Domingo, 23 de Enero 2011 a las 06:35

Hoy escribe Antonio Piñero


Quiero sintetizar mis ideas sobre el tema de la radical divinización de Jesús (expuestas con suficiente claridad en el libro “Biblia y helenismo”, capítulo 14, de donde tomo material) por si mi pensamiento quedara aún obscuro:

- Por mucho que el concepto “hijo de Dios” se considere enriquecido, ampliado y ensanchado en el judaísmo helenístico respecto a concepciones más angostas de la misma expresión en el Antiguo Testamento, y

- Por mucho que se admita que los sintagmas, o títulos, un como hijo de hombre", y en especial “Hijo de Dios” se aplique en época helenística a sabios, carismáticos, místicos, incluso a una figura obscuramente mesiánica como la que aparece en 4Q246, se debe concluir que, en esos contextos judíos

A) se trataba siempre de designaciones esencialmente metafóricas que competían a hombres de unas cualidades excepcionales, llevados por dios al cielo para que le sirvieran de ayudantes desde allí.

B) o bien a seres semi celestiales que no participan de lo humano, como sería una posible figura angélica (por ejemplo "El ángel Jacob" de la Plegaria de José);

C) que tal denominación, y otras análogas, nunca hacen alusión, como en el caso de Jesús en la teología del Nuevo Testamento, a una filiación óntica, real y " física" divina, que conlleva la preexistencia, la mediación en la obra creativa de Dios y la encarnación.

Por el contrario, se debe tener en cuenta que en la religiosidad helenística grecorromana el puente entre la divinidad y los mortales es mucho más patente, y que se admite sin rubor la existencia de seres humanos generados directa y físicamente por los dioses, o se concibe con absoluta facilidad el paso de humanos, tras la muerte, al ámbito absoluto de lo divino

(No entro aquí y ahora en la interesante problemática del concepto de una divinidad que muere y resucita, la cual -a pesar de todas las '`pegas' existía desde hacía siglos en los "cultos de misterio")

Es cierto que de la figura de un “Zeus padre de los dioses y de los hombres” (Homero, Ilíada I 544; Odisea I 28, etc.) no hay un paso directo a la concepción de un "Hijo real de un único Dios". Pero, también es igualmente cierto que la distancia es relativamente pequeña, mientras que el abismo entre las concepciones de “hijo de Dios” del judaísmo helenístico y las del cristianismo, “El Hijo de Dios”, cuando afirma que Jesús es hijo real de Dios, es inmenso y casi imposible de franquear. Se trata de una "creación" cristiana, que -por otro lado- puede explicarse bastante bien como he intentado hacer incoativamente en la b[Guía para entender el Nuevo Testamento, capítulo "Las primeras reinterpretaciones de Jesús").]b

Por cierto una breve nota:

Acaba de aparecer la cuarta edición de la "Guía". Desde que se publicó -creo que en abril o septiembre, no recuerdo bien, de 2006- hasta ahora han pasado unos cuatro años y medio. Además de esas ediciones en papel, tiene también otra digital. Agradezco infinito y muy cordialmente la acogida a los lectores.
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Otro tema que VanderKam-Flint presentan en su libro “El significado de los Rollos del Mar Muerto”, que estamos comentando, es la “corrección fraterna (los traductores al español vierten "Amonestaciones a los compañeros" ¡!)”, que hasta que aparecieron los Manuscritos se pensaba que era más bien un “invento” del grupo cristiano.

Pero gracias a textos como 1QS 5,24-6,1 + CD 9,2-8 y 4Q477 , descubiertos en Qumrán, se ve bien claro que el uso al que se alude en Mt 18, 15-17 era algo que practicaban ya los qumranitas. He aquí el pasaje de Mateo:
15 Si tu hermano te ofende, ve y házselo ver, a solas en¬tre los dos. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. 16 Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que toda la cuestión quede zanjada apoyándose en dos o tres testigos (Dt 19,15).
17 Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un recaudador (Tr. J. Mateos, Nueva Biblia Española).

Compárese con el de la "Regla de la Comunidad" (1QS):

“Que uno reprenda a su prójimo en la verdad, en la humildad y en el amor misericordioso para con el hombre. Que nadie hable a su hermano con ira o murmurando, o con dura [cerviz o con celoso] espíritu maligno, y que no lo odie [en la obstinación] de su corazón, sino que lo reprenda en el día para que no incurra en pecado por su culpa. Y además que nadie lleve un asunto contra su prójimo ante los Numerosos (= la asamblea) si no es (antes) con reprensión ante testigos…” (5,25-6,1).

Los esenios en general habían derivado esta costumbre de una lectura de la Biblia, sobre todo del Levítico:

“Y lo que dice (La escritura), “No te vengues ni guardes rencor a los hijos de tu pueblo” (Lv 19,18); todo aquel de los que entraron en la alianza que introduzca contra su prójimo una acusación, que no sea con reprensión (previa) ante testigos, o que la introduzca cuando está airado, o la cuente a los ancianos para que los desprecien ese tal es un vengativo y que guarda rencor. Acaso no está escrito que sólo Él (Dios) se venga de sus adversarios y guarda rencor a sus enemigos?” (Nah 1,2). Si guardó silencio para él de un día para otro, o le acusó de un crimen capital, ha testimoniado contra sí mismo, pues no cumplió el mandamiento de Dios que dice: “Deberás reprender a tu prójimo para no incurrir en pecado por su causa” (Lv 19,17) = b[Documento de Damasco [CD] 9,2-8]b.

Parece claro que el proceso, y los pasos, que se describen en el Evangelio de Mateo son los mismos que los practicados pot los esenios:

1. Reprender primero en soledad

2. En todo momento ha de usarse de dulzura y magnanimidad

3. Han de utilizarse testigos para no caer en juicios subjetivos

4. Sólo en caso de fallo en todos estos casos debe llevarse el asunto ante la asamblea.

La analogía es evidente. Por tanto, se puede concluir que la "corrección fraterna" en el grupo de Mateo sigue claramente pautas esenias, cronológicamente muy anteriores.
……

Otro tema es la interpretación de la Ley por parte de Jesús y de los qumranitas. Vemos en casi todos los casos (ojo: en la cuestión del divorcio Jesús se inclina claramente del lado de la severa teología esenia) que Jesús adopta –no para el espíritu de la Ley, sino para los temas concreto- en su interpretación de la Ley una postura más humana, más condescendiente, más propia de los fariseos que de los esenios. Jesús habría sido calificado por los qumranitas como uno de los “que buscan explicaciones fáciels, blandas, o suaves”.

Así, por ejemplo, contrástese Mt 11,11-12:

“11 El les respondió:
- Supongamos que uno de vosotros tiene una oveja, y que un sábado se le cae en una zanja, ¿la agarra y la saca o no? 12 Pues ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, está permitido hacer bien en sábado” (Tr. J. Mateos)

(aunque la discusión se presente contra los fariseos… = ¿tendencia de Mateo en perfilar más duramente el contraste de Jesús con el fariseísmo jerusalemita?) junto con Lc 14,5:

“-Si a uno de vosotros se le cae al pozo el burro o el buey, ¿no lo saca en seguida aunque sea día de precepto?”

con el Documento de Damasco (=CD) 11, 12-14) donde se prohíbe sacar a un bestia caída en un pozo en día de sábado, y donde e sostiene que si se trata de un ser humano que ha caído en pozo o fosa profuna tampoco se sacará de allí si supone mayor trabajo que el utilizar como cabo o cuerda la propia ropa (para desnudarse no hace falta moverse de sitio y por tanto no sería un "trabajo prohibido en sábado). Jesús jamás llega a ese extremo.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com

Domingo, 23 de Enero 2011
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