PREGUNTA:
¿Debe el historiador escéptico dudar de su postura negativa respeto a la resurrección de Jesús?
RESPUESTA:
Ofrezco hoy –como complemento a lo aducido ayer– unos textos del Evangelio de Lucas en los que se trasluce esta fe previa en la resurrección de Jesús reforzada, o dibujada, con la interpretación del pasaje del segundo Isaías 52,14–53,12 que ayer reproduje. La crítica literaria del Antiguo Testamento afirma que hay tres profetas “Isaías”, distintos, dentro de los escritos presentados como nacidos de la pluma de un solo profeta, como si el vidente “Isaías” estuviese teniendo ante sus ojos lo que le iba ocurrir a Jesús de Nazaret
Lucas 18,31:
Se cumplirá todo lo escrito por los profetas para el Hijo del hombre: probablemente se refiere en primer lugar a «un como hijo de hombre» de Daniel 7,13-14, que ya la Fuente Q interpreta cristológicamente como título mesiánico, «Hijo del Hombre» y, en segundo, a las profecías del siervo de Yahvé. En Isaías, este no es entregado a los gentiles, pero sí Jesús –lo cual es un escarnio mayor para un judío–, quien sufre los mismos tormentos (Isaías 52,14 y 53,2-12, donde parece incluso que revive / resucita, cuando estaba prácticamente muerto). Pero ya he insistido en que estos pasajes se ven así referidos a Jesús porque previamente se cree ya firmemente en su resurrección. Es un tratamiento del texto una vez ocurridos los hechos.
Lucas 22,37:
“Y fue contado entre los inicuos”: cita de Is 53,12. Considerar a Jesús como el siervo de Yahvé, figura mesiánica, que sufre una muerte injusta, es claramente teología postpascual que apunta al sentido expiatorio de esa muerte. Los «inicuos» es además una profecía ex eventu, ya que presupone una crucifixión colectiva, en la que Jesús muere en medio de dos «malhechores», como los denomina Lucas (23,33), aunque en realidad eran sediciosos contra el Imperio.
Lucas 23,9:
“Jesús nada le respondió”: el silencio de Jesús ha sido fuente inagotable de inspiración para los exegetas, sobre todo confesionales: sobre todo como muestra de nobleza de alma y como manifestación del silencio del siervo sufriente de Isaías (53,7), figura que habría asumido Jesús. Pero no es un anuncio de su victoria final incluida la resurrección…
Pero todos estos pasajes, insisto, suponen la fe previa en la resurrección de Jesús y a partir de ahí se interpreta Isaías. Por tanto, solo puede “dudar” aquella persona que sea ya creyente previa. A mí personalmente no me hace dudar
Repito mi observación de ayer:
Faltan solo 3 días para el fin de la suscripción/preventa de “Los libros del Nuevo Testamento” con todas sus ventajas de precio muy bueno y con la rebaja posible según la Ley del libro. Envío aquí el enlace de una entrevista que me hizo Ariel Horovitz, del “Moriah International Center”, subida al Red e Facebook
https://www.facebook.com/182843291738509/posts/4730364576986335/
Saludos cordiales de Antonio Piñero
¿Debe el historiador escéptico dudar de su postura negativa respeto a la resurrección de Jesús?
RESPUESTA:
Ofrezco hoy –como complemento a lo aducido ayer– unos textos del Evangelio de Lucas en los que se trasluce esta fe previa en la resurrección de Jesús reforzada, o dibujada, con la interpretación del pasaje del segundo Isaías 52,14–53,12 que ayer reproduje. La crítica literaria del Antiguo Testamento afirma que hay tres profetas “Isaías”, distintos, dentro de los escritos presentados como nacidos de la pluma de un solo profeta, como si el vidente “Isaías” estuviese teniendo ante sus ojos lo que le iba ocurrir a Jesús de Nazaret
Lucas 18,31:
Se cumplirá todo lo escrito por los profetas para el Hijo del hombre: probablemente se refiere en primer lugar a «un como hijo de hombre» de Daniel 7,13-14, que ya la Fuente Q interpreta cristológicamente como título mesiánico, «Hijo del Hombre» y, en segundo, a las profecías del siervo de Yahvé. En Isaías, este no es entregado a los gentiles, pero sí Jesús –lo cual es un escarnio mayor para un judío–, quien sufre los mismos tormentos (Isaías 52,14 y 53,2-12, donde parece incluso que revive / resucita, cuando estaba prácticamente muerto). Pero ya he insistido en que estos pasajes se ven así referidos a Jesús porque previamente se cree ya firmemente en su resurrección. Es un tratamiento del texto una vez ocurridos los hechos.
Lucas 22,37:
“Y fue contado entre los inicuos”: cita de Is 53,12. Considerar a Jesús como el siervo de Yahvé, figura mesiánica, que sufre una muerte injusta, es claramente teología postpascual que apunta al sentido expiatorio de esa muerte. Los «inicuos» es además una profecía ex eventu, ya que presupone una crucifixión colectiva, en la que Jesús muere en medio de dos «malhechores», como los denomina Lucas (23,33), aunque en realidad eran sediciosos contra el Imperio.
Lucas 23,9:
“Jesús nada le respondió”: el silencio de Jesús ha sido fuente inagotable de inspiración para los exegetas, sobre todo confesionales: sobre todo como muestra de nobleza de alma y como manifestación del silencio del siervo sufriente de Isaías (53,7), figura que habría asumido Jesús. Pero no es un anuncio de su victoria final incluida la resurrección…
Pero todos estos pasajes, insisto, suponen la fe previa en la resurrección de Jesús y a partir de ahí se interpreta Isaías. Por tanto, solo puede “dudar” aquella persona que sea ya creyente previa. A mí personalmente no me hace dudar
Repito mi observación de ayer:
Faltan solo 3 días para el fin de la suscripción/preventa de “Los libros del Nuevo Testamento” con todas sus ventajas de precio muy bueno y con la rebaja posible según la Ley del libro. Envío aquí el enlace de una entrevista que me hizo Ariel Horovitz, del “Moriah International Center”, subida al Red e Facebook
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Saludos cordiales de Antonio Piñero