Hoy escribe Antonio Piñero
La primera obra, cronológicamente, es la historia de la “Gran Rebelión”, como gustan llamarla muchos judíos de hoy, o la Guerra de los judíos, por antonomasia. El título de esta obra es incierto, pues se presenta en los manuscritos de dos formas: o bien simplemente Guerra (así el mismo Josefo en las Antigüedades; hay un manuscrito que complementa: Guerra judía contra los romanos), o bien, según la inmensa mayoría de los pergaminos, Conquista (de Jerusalén).
Algunos investigadores han sostenido que este doble nombre responde a dos ediciones de la obra en griego, pero los argumentos no son totalmente convincentes. Sí es cierto que la Guerra fue primero redactada en arameo (lengua materna de Josefo) y luego reeditaba (en una sola edición) en griego.
El contenido de la obra, dividido en siete libros, abarca desde el año 167 a.C. hasta el 74 d.C.
Comienza con el intento de helenizar Palestina promovido por el rey sirio/griego Antíoco IV Epífanes y la reacción de los judíos: la revuelta de los Macabeos y su éxito. Sigue luego la historia de los reyes de esta dinastía hasta la designación de Herodes el Grande como rey de Israel por parte de Roma.
El libro II narra los acontecimientos que median entre el 4 a.C. (muerte de Herodes) hasta el 66 d.C.: reinado de Arquelao, deposición de éste por parte de Roma, conversión de Judea en provincia romana, gobierno de los sucesivos prefectos/procuradores. Esta parte concluye con la intervención contra los judíos de Cestio Galo, legado de Siria, su derrota y el comienzo formal de la guerra.
El libro III va desde la primavera hasta el otoño del 67: Nerón envía al general Vespasiano para apaciguar la provincia. Los romanos inician el ataque a Judea desde el norte; toma de varias ciudades de Galilea, entre ellas Jotapata, defendida por Josefo. Rendición de éste y paso a los romanos.
El libro IV abarca el lapso entre el otoño del 67 y el otoño del 69: El celota Juan de Giscala entra en Jerusalén. Vespasiano sigue su marcha victoriosa, conquista el norte de Judea y bloquea la capital. Sus tropas lo proclaman emperador, libra a Josefo, deja el mando a su hijo Tito y viaja hasta Alejandría, para desde allí dirigirse a Roma.
El libro V, desde la primavera hasta Junio del 70, muestra a Tito organizando el asedio de Jerusalén: los muros tercero y segundo caen ante la presión romana. Siguen luego diversas vicisitudes del asedio, exhortaciones de Josefo a los defensores instando la rendición, cómo es herido y está a punto de muerte, consejo extraordinario de guerra de los romanos y decisión de construir un muro de circunvalación para ahogar a la capital judía.
El libro VI se concentra en los hechos de julio a septiembre del 70, y describe la caída de la Torre Antonia, nuevas exhortaciones de Josefo y de Tito a los asediados, incendio de los pórticos del Templo, hambre y antropofagia en Jerusalén, incendio final del Santuario y conquista de toda la ciudad.
El último libro, VII, va desde el 70 al 74. Jerusalén es demolida, Tito se retira de Judea; descripción de la procesión triunfal de Vespasiano y Tito en Roma en conmemoración de la victoria, y conquista de los últimos reductos de la resistencia: las fortalezas de Maqueronte y de Masadá. Otro templo de los judíos en Leontópolis, en Egipto, es también arrasado.
La Guerra de los judíos, que hoy conocemos, fue escrita en griego y publicada en Roma en el 75 d.C. durante el reinado de Vespasiano. Puede parecer raro que la lengua escogida no fuera el latín, pero las clases superiores o simplemente letradas eran por la época bilingües en Roma (piénsese que a mitad del siglo II d.C. la lengua dominante de la potente iglesia cristiana de Roma era aún el griego). Si se quería que una obra tuviera difusión en las dos partes del Imperio, occidental y oriental, debía redactarse en griego.
En el momento de aparición de la Guerra ya circulaban otras historias sobre lo acontecido en Judea, pero Josefo, como antiguo general judío y testigo presencial de los hechos, pretende contraponer su visión, más objetiva, según él, a la de otros. Su intención, además, era política: quería poner de relieve el poderío romano y las grandezas de sus protectores, Vespasiano y Tito, que acababan de fundar una nueva dinastía de emperadores, los Flavios, a la vez que destacaba la heroicidad y entereza del pueblo judío en su conjunto.
Al mismo tiempo, y respecto a su propio pueblo, la intención de la obra era proclamar ante sus connacionales judíos que era inútil y pernicioso oponerse al poderío y la organización del Imperio. Los romanos contaban con el beneplácito divino y habían formado, bajo su égida, un conjunto ordenado de naciones que podía vivir en paz y prosperidad, si respetaban las normas de convivencia… dictadas por quienes mandaban.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com
…………………………
CURSO DE PRIMAVERA DE LA UNIVERSIDAD CASTILLA-LA MANCHA
Sede de CUENCA
Curso sobre “ATEOS Y CREYENTES. Argumentos a favor o en contra de la fe”.
Fecha: 11-13 de marzo 2010
PROGRAMA:
Jueves 11 de marzo 2010
17,00-18,45
¿El estudio de la Biblia nos lleva a la fe o al ateísmo?
Xavier Pikaza y Antonio Piñero
19,00-20,45
Las religiones orientales ¿se basan también en la fe?Agustín Paniker y Juan Masiá
Viernes 12 de Marzo 2010
17,00-18,45
¿Qué sería la fe para Jesús de Nazaret?Alexander Zatyrka y José Manuel Martín Portales
19,00-20,45
¿Es necesaria la fe para vivir?
Fernando Bermejo y Abdelmumin Aya
Sábado 13 de marzo 2010
17,00-18,45
Fe cristiana y paganismo. Dos creencias enfrentadasJacinto Choza y Jesús Garay
19,00-20,45
La experiencia mística, ¿culminación o superación de la fe?
Santiago Catalá y Yaratullâ Monturiol
13,45. CLAUSURA
Para más información Vicerrectorado de Extensión Universitaruia
e-mail: extension.universitaria@uclm.es
http://extensionuniversitaria.uclm.es
La primera obra, cronológicamente, es la historia de la “Gran Rebelión”, como gustan llamarla muchos judíos de hoy, o la Guerra de los judíos, por antonomasia. El título de esta obra es incierto, pues se presenta en los manuscritos de dos formas: o bien simplemente Guerra (así el mismo Josefo en las Antigüedades; hay un manuscrito que complementa: Guerra judía contra los romanos), o bien, según la inmensa mayoría de los pergaminos, Conquista (de Jerusalén).
Algunos investigadores han sostenido que este doble nombre responde a dos ediciones de la obra en griego, pero los argumentos no son totalmente convincentes. Sí es cierto que la Guerra fue primero redactada en arameo (lengua materna de Josefo) y luego reeditaba (en una sola edición) en griego.
El contenido de la obra, dividido en siete libros, abarca desde el año 167 a.C. hasta el 74 d.C.
Comienza con el intento de helenizar Palestina promovido por el rey sirio/griego Antíoco IV Epífanes y la reacción de los judíos: la revuelta de los Macabeos y su éxito. Sigue luego la historia de los reyes de esta dinastía hasta la designación de Herodes el Grande como rey de Israel por parte de Roma.
El libro II narra los acontecimientos que median entre el 4 a.C. (muerte de Herodes) hasta el 66 d.C.: reinado de Arquelao, deposición de éste por parte de Roma, conversión de Judea en provincia romana, gobierno de los sucesivos prefectos/procuradores. Esta parte concluye con la intervención contra los judíos de Cestio Galo, legado de Siria, su derrota y el comienzo formal de la guerra.
El libro III va desde la primavera hasta el otoño del 67: Nerón envía al general Vespasiano para apaciguar la provincia. Los romanos inician el ataque a Judea desde el norte; toma de varias ciudades de Galilea, entre ellas Jotapata, defendida por Josefo. Rendición de éste y paso a los romanos.
El libro IV abarca el lapso entre el otoño del 67 y el otoño del 69: El celota Juan de Giscala entra en Jerusalén. Vespasiano sigue su marcha victoriosa, conquista el norte de Judea y bloquea la capital. Sus tropas lo proclaman emperador, libra a Josefo, deja el mando a su hijo Tito y viaja hasta Alejandría, para desde allí dirigirse a Roma.
El libro V, desde la primavera hasta Junio del 70, muestra a Tito organizando el asedio de Jerusalén: los muros tercero y segundo caen ante la presión romana. Siguen luego diversas vicisitudes del asedio, exhortaciones de Josefo a los defensores instando la rendición, cómo es herido y está a punto de muerte, consejo extraordinario de guerra de los romanos y decisión de construir un muro de circunvalación para ahogar a la capital judía.
El libro VI se concentra en los hechos de julio a septiembre del 70, y describe la caída de la Torre Antonia, nuevas exhortaciones de Josefo y de Tito a los asediados, incendio de los pórticos del Templo, hambre y antropofagia en Jerusalén, incendio final del Santuario y conquista de toda la ciudad.
El último libro, VII, va desde el 70 al 74. Jerusalén es demolida, Tito se retira de Judea; descripción de la procesión triunfal de Vespasiano y Tito en Roma en conmemoración de la victoria, y conquista de los últimos reductos de la resistencia: las fortalezas de Maqueronte y de Masadá. Otro templo de los judíos en Leontópolis, en Egipto, es también arrasado.
La Guerra de los judíos, que hoy conocemos, fue escrita en griego y publicada en Roma en el 75 d.C. durante el reinado de Vespasiano. Puede parecer raro que la lengua escogida no fuera el latín, pero las clases superiores o simplemente letradas eran por la época bilingües en Roma (piénsese que a mitad del siglo II d.C. la lengua dominante de la potente iglesia cristiana de Roma era aún el griego). Si se quería que una obra tuviera difusión en las dos partes del Imperio, occidental y oriental, debía redactarse en griego.
En el momento de aparición de la Guerra ya circulaban otras historias sobre lo acontecido en Judea, pero Josefo, como antiguo general judío y testigo presencial de los hechos, pretende contraponer su visión, más objetiva, según él, a la de otros. Su intención, además, era política: quería poner de relieve el poderío romano y las grandezas de sus protectores, Vespasiano y Tito, que acababan de fundar una nueva dinastía de emperadores, los Flavios, a la vez que destacaba la heroicidad y entereza del pueblo judío en su conjunto.
Al mismo tiempo, y respecto a su propio pueblo, la intención de la obra era proclamar ante sus connacionales judíos que era inútil y pernicioso oponerse al poderío y la organización del Imperio. Los romanos contaban con el beneplácito divino y habían formado, bajo su égida, un conjunto ordenado de naciones que podía vivir en paz y prosperidad, si respetaban las normas de convivencia… dictadas por quienes mandaban.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com
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CURSO DE PRIMAVERA DE LA UNIVERSIDAD CASTILLA-LA MANCHA
Sede de CUENCA
Curso sobre “ATEOS Y CREYENTES. Argumentos a favor o en contra de la fe”.
Fecha: 11-13 de marzo 2010
PROGRAMA:
Jueves 11 de marzo 2010
17,00-18,45
¿El estudio de la Biblia nos lleva a la fe o al ateísmo?
Xavier Pikaza y Antonio Piñero
19,00-20,45
Las religiones orientales ¿se basan también en la fe?Agustín Paniker y Juan Masiá
Viernes 12 de Marzo 2010
17,00-18,45
¿Qué sería la fe para Jesús de Nazaret?Alexander Zatyrka y José Manuel Martín Portales
19,00-20,45
¿Es necesaria la fe para vivir?
Fernando Bermejo y Abdelmumin Aya
Sábado 13 de marzo 2010
17,00-18,45
Fe cristiana y paganismo. Dos creencias enfrentadasJacinto Choza y Jesús Garay
19,00-20,45
La experiencia mística, ¿culminación o superación de la fe?
Santiago Catalá y Yaratullâ Monturiol
13,45. CLAUSURA
Para más información Vicerrectorado de Extensión Universitaruia
e-mail: extension.universitaria@uclm.es
http://extensionuniversitaria.uclm.es