Notas

La formación de una nueva identidad de los cristianos en Filipenses (179-03)

Redactado por Antonio Piñero el Viernes, 29 de Abril 2011 a las 06:45

Hoy escribe Antonio Piñero

Seguimos comentando el libro de Sergio Rosell

Puesto que el himno de Filipenses tiene una doble función,

a) relato teológico y
b) proponer un modelo de conducta,

opina el autor con razón que –en contra de una línea de la investigación, sobre todo alemana- no hay que ver oposición y contradicción ninguna entre estos dos aspectos. Pablo heredó, junto con otros autores del Nuevo Testamento, una cultura en la que la imitación y el ejemplo eran parte del discurso religioso.

Doy la razón a Rosell cuando critica a algunos estudiosos, como Raplph Martin, que sostienen que Pablo no usa en sus cartas la vida del Jesús terreno como ejemplo a imitar.

Si fuere así, ¿cómo se entienden los textos siguientes?:

1 Cor 11,1: “Sed imitadores de mí, así como yo soy de Cristo”
1 Tes 1,6: “Y vosotros fuisteis hechos imitadores de nosotros, y del Señor, recibiendo la palabra con mucha tribulación, con gozo del Espíritu Santo”.

Otros textos pertinentes osn 2 Cor 4,8-11; 5,14. Pienso, con Rosell, que Pablo no se refiere al Cristo celeste, sino al mesías/cristo terrenal, como ejemplo de vida. Me parece difícil imitar a un ser celestial. Además, con Larry Hurtado, opina Rosell que esa imitación es más una “conformación”, es decir, utilizar al cristo/mesías como modelo, patrón, orientación y moldeador del pensamiento en toda la vida. Estoy de acuerdo, pero lo que hace falta es precisar para qué. Mas antes es preciso resumir con fidelidad el pensamiento de nuestro autor

Aquí Rosell apunta que las llamadas a un estilo de vida adecuado pertenecen a un contexto social específico en el que hay que ejercitar tal estilo. De ahí que el intérprete

“Esté interesado en describir la forma que toma esa identidad de vida por la que aboga Pablo” y en descubrir los “mecanismos que sirven para convencer y animar a la comunidad filipense a llevar dicha identidad a la práctica” (p. 103).

Hasta ahora –argumenta el autor- la investigación se ha fijado sólo en los aspectos ideológicos. Es hora de que otros aspectos igualmente importantes como los sociales nos ayuden a aclarar los procesos por medio de los cuales el Apóstol quiere convencer a la comunidad filipense de que la alternativa a la búsqueda del honor y de la gloria, la búsqueda de la obediencia hasta la muerte es la mejor de las opciones.

¿Por qué? Porque ha sido así en la historia de Cristo. El caso de Jesús ese muestra en Filipenses como un relato teológico del que se concluye que Jesús es un ejemplo que refleja la manera que Dios tiene de vindicar a aquellos que actúan conforme a un patrón. Ese patrón es Cristo, modelo que refleja mejor que ninguno la conducta que más conviene a la comunidad de la fe.

Por lo tanto, concluye Rosell, “el Apóstol Pablo no sólo propone un modo de enfocar la propia existencia que sea consecuente con el mensaje y vida de Jesús mesías, sino que sirva también para hacer frente a otros relatos (teológicos cristianos o paganos) y formas de entender la vida” (p. 104).

Rosell acude luego al modelo de la “creatividad social” para explicar cómo se forma una identidad: como la vida en la sociedad antigua no admite cambios en el estatus, o muy raros (el que nace esclavo, esclavo muero o todo lo más se convierte en liberto), la única solución para un grupo marginado (el cristiano) de mejorar su estatus no es cambiarlo, sino mejorar su autoimagen (ejemplo: el eslogan de los negros despreciados en Norteamérica: “Lo negro es bello”), y encuentra que en la Carta a los filipenses Pablo emplea esta estrategia:

“La humildad e identificación con lo bajo de ese mundo son la forma de obrar de Dios todopoderoso en este mundo”.

Y concluye:

“La carrera deshonrosa (todo lo contrario del “cursus honorum” de los antiguos) descrita en términos de humillación y abajamiento en la forma de un esclavo es la forma como Dios refrenda a Jesús; “más aún las dos actitudes son elevadas a una categoría superior, siendo la prueba principal del título (“nombre”: véase Flp 2,9-11) que el Padre otorga a Jesús” (p. 108).

Si se asumen estas ideas habría que decir el himno de Filipenses es utilizado por Pablo para formar una identidad verdaderamente cristiana, a saber una vida orientada hacia la humildad y la amistad: la búsqueda activa y concreta del bien del otro. Por ello, el Apóstol refuerza este mensaje con ejemplos identificables en la comunidad: “los que tratan de granjearse la confianza de la comunidad con un mensaje basado en los privilegios reciben el apelativo de ‘enemigos de la cruz de Cristo’ = Flp 3,18” (p. 111).

Al filo de esta cita literal me parece interesante reproducir este pasaje completo =

17 Hermanos, seguid todos mi ejemplo y tened siempre delante a los que proceden según el modelo que tenéis en nosotros, porque andan por ahí muchos... 18 ¡Cuántas veces os los he señalado, y ahora lo hago con lágrimas en los ojos, a esos enemigos de la cruz del mesías! 19 Su para¬dero es la ruina, honran a Dios con el estómago y ponen su gloria en sus vergüenzas, centrados como están en lo terreno.

En mi opinión, y basándome en una exégesis del texto, los “enemigos de la cruz de cristo/mesías” no son los que tratan de "granjearse la confianza de la comunidad con un mensaje basado en los privilegios”, sino judeocristianos del grupo de la iglesia de Jerusalén capitaneados por Santiago, los enemigos de Pablo de siempre, y los que hicieron que Pedro en Antioquía se volviera atrás de la libertad que predicaba el “evangelio” anunciado por Pablo. Lo único que desean es cambiar el modo de vida, volverse hacia un judeocristianismo estricto, porque así es el único medio de ganarse la salvación. Esos enemigos de la cruz de Cristo no tratan que los filipenses se formen una identidad nueva.

Así:

• “Honran a Dios con el estómago” significa que siguen las normas alimentarias y de pureza de la ley de Moisés” = para salvarse.

• “Ponen su gloria en sus vergüenzas”: se enorgullecen de que sus vergüenzas están circuncidadas (así en Gálatas): para salvarse.

• “Estar centrado en lo terreno/cosas terrenales (griego: ta epígeia)” es hacer caso a la ley “carnal y material, terrena” de Moisés y no a la ley espiritual, celestial o del amor que trae Cristo (también Gálatas); creen que así son fieles al dios de Abrahán y a la Alianza y se salvarán.

A pesar de este "pero" y, de todos modos y en líneas generales, esta argumentación de Rosell, que he intentado resumir, está bien. Pero opino que es sólo una parte de la “verdad” o del mensaje que enseña la carta a los filipenses. Hay algo que me parece que no funciona en este desarrollo argumental: llevando estas razones al extremo habría que defender que la identidad cristiana que Pablo postula querría que todos los cristianos se comportaran como esclavos, fueran totalmente obedientes y finalmente sufrieran una muerte absurda a los ojos del mundo. Y no es ése ciertamente el mensaje nuclear de Pablo.

Hasta aquí hemos completado el resumen global de la tesis de Rosell.
Mañana haremos un crítica también global.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Viernes, 29 de Abril 2011
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