Notas

La conclusión de la Carta primera a los corintios (Cor A) (3-10-45)

Redactado por Antonio Piñero el Miércoles, 3 de Marzo 2010 a las 06:36

Hoy escribe Antonio Piñero

La conclusión de Corintios es (como publicamos en la nota 3-10-12 del viernes, 6 de noviembre de 2009) está compuesta de los siguientes fragmentos 1 Cor 15,58 + 1 Cor 16,13-18. He aquí el texto:


1 Cor 15, 58: Así pues, hermanos míos amados, manteneos firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que vuestro trabajo no es vano ante el Señor”.

1 Corintios 16,13: “Velad, manteneos firmes en la fe, sed hombres, sed fuertes. 14 Haced todo con amor. 15 Os hago una recomendación, hermanos. Sabéis que la familia de Estéfanas son las primicias de Acaya y se han puesto al servicio de los santos. 16 También vosotros mostraos sumisos a ellos y a todo aquel que con ellos trabaja y se afana. 17 Estoy lleno de alegría por la visita de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, que han suplido vuestra ausencia. 18 Ellos han tranquilizado mi espíritu y el vuestro. Sabed apreciar a estos hombres.


Comentario


“No es vano ante el Señor” implica la creencia en la exaltación de Jesús después de su muerte y resurrección por parte de Dios. Éste lo colocó a su diestra. Recordemos que una de las tesis centrales de la teología de Pablo es el valor salvífico de la muerte en cruz de Jesús por otros seres humanos, es decir, la humanidad completa, como sacrificio que logra apaciguar a la divinidad y hacer que ésta vuelva a la amistad con los humanos una vez que ha perdonado sus pecados.

Ahora bien, para que este sacrificio sea completo y efectivo, es necesario para Pablo:

a) Que la víctima sea a la vez divina de algún modo (en este momento de la teología cristiana todavía no se explica exactamente el cómo… ¡ya llegaran los concilios de Nicea y de Calcedonia!), con lo cual logra aplacar a la divinidad,

b) Y a la vez sea humana: así consigue representar a todos los hombres.

Por tanto, si Jesús es divino de algún modo, las arduas obras, o trabajosas (así lo sugiere el vocablo griego empleado por Pablo = kópos) de sus fieles están a buen recaudo cabe Jesús, que ya es el Señor (título de Dios). No sabemos si Pablo estaría pensando o no como los antiguos apocalípticos en una suerte de “tablas celestiales” o archivos donde están escritas todas las acciones de los hombres (concepción, por ejemplo del Libro de los Jubileos del siglo II a.C.).

“Sed hombres” (griego: andrízesthe; cf. En español “andrología”, la contrapartida a la “ginecología”) no es un error de Pablo, sino una muestra del “machismo” de la época. Los estereotipos respecto al valor y la bravura estaban unidos indefectiblemente con la masculinidad u hombría (y, por el contrario, la debilidad con lo femenino) en la época del Apóstol y él es aquí hijo de su tiempo. Estando el fin del mundo tan cercano (1 Tes 4,13-17) no tiene Pablo el menor interés por los temas sociológicos y por cambiar nada que afecte al estado de este mundo tan absolutamente pasajero que llega raudo a su fin.

Estéfanas “primicia” de Acaya: quiere decir que la familia de este personaje era la que había proporcionado los primeros conversos al cristianismo en esa provincia romana (cuya capital era Corinto). En la segunda carta a los corintios (Corintios B, que comentaremos), en 1,16, se dice que “él, Pablo, bautizó a la casa de Estéfanas. No recuerdo haber bautizado a ningún otro”. A pesar de esta afirmación clara, algunos críticos piensan que 1,16 puede ser una glosa posterior porque no casa con Hch 18,1-3:


“Después de esto marchó Pablo de Atenas y llegó a Corinto. 2 Se encontró con un judío llamado Aquila, originario del Ponto, que acababa de llegar de Italia, y con su mujer Priscila, por haber decretado Claudio que todos los judíos saliesen de Roma; se llegó a ellos y como era del mismo oficio, se quedó a vivir y a trabajar con ellos. El oficio de ellos era fabricar tiendas”,

párrafos de los que deducen los críticos que cuando llegó el Apóstol a Corintios había allí ya un pequeño número de cristianos (Áquila y Priscila eran ya por tanto cristianos.

No estoy muy seguro de esta exégesis, porque sabemos que Pablo bautizaba poco, se dedicaba más a predicar y dejaba el bautismo a otros. Para bautizar no se necesitaba ninguna calificación especial. Cualquier cristiano podía hacerlo; incluso se cuenta en los Hechos de Pablo y Tecla, que esta heroína se bautizó a sí misma estando en peligro de muerte, lanzándose a un estanque repleto de focas hambrientas (Hechos de Pablo y Tecla 34; texto en Hechos apócrifos de los apóstoles, B.A.C. [nº 656], Madrid 2005, II 763s).

Estéfanas, Acaico y Fortunato (16,17: visitan a Pablo) son los que llevan a Pablo la carta de los corintios que da lugar a que aquél responda por escrito = Corintios B (conservada dentro de 1 Corintios). Para escribir Corintios B Pablo recibe también informes de unos esclavos (expresión griega: “de la familia de”) de una señora importante llamada Cloe (1 Cor 1,11). Otros exegetas piensan que además de informar oralmente estos esclavos de Cloe fueron los que llevaron esta carta. Es difícil despejar la duda.


“Vosotros mostraos sumisos a ellos y a todo aquel que con ellos trabaja y se afana”: v. 16 da la impresión de que Estéfanas es una suerte de “cargo” o “superior” en la comunidad. En estos primeros tiempos no había cargos fijos, sino que, no estando ya Pablo presente en las comunidades que fundaba, sería el más anciano, el maestro o un cristiano dotado del don de profecía el que presidía la comunidad, que por otra parte era muy pequeña (cabían todos en una casa).

Seguiremos con el breve comentario a la segunda carta que se halla dentro de la actual 1 Corintios (= Corintios B).


Saludos cordiales de Antonio Piñero.
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En el otro blog, de "Religiondigital", el tema de hoy es:

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Saludos de nuevo

Miércoles, 3 de Marzo 2010
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