Hoy escriben Antonio Piñero/ Florentino García Martínez
A propósito de la publicación del tomo VI, “La apocalíptica” de la colección “Apócrifos del Antiguo Testamento”, de Editorial Cristiandad, Madrid 2009, seguimos con la publicación del artículo de F. G. M., cuyo título es idéntico al de esta comunicación. Tiene la palabra Florentino:
Recordemos que el tema anterior concluía con una afirmación seria: “Los orígenes de esta apocalíptica postpascual no serían otros que la interpretación y recreación por los discípulos de la profunda experiencia pascual mediante las categorías heredadas de la apocalíptica judía”
B) Los “entusiastas” de Corinto
El desarrollo posterior de la apocalíptica postpascual –tan distinta del pensamiento de Jesús según Käsemann- lo describe esta autor con un esquema que toma de la filosofía de Hegel: la historia avanza por medio de un triple movimiento: tesis, antítesis y síntesis. Recordemos las nociones básicas: La tesis es una proposición afirmativa; la antítesis es el siguiente movimiento histórico que se fundamenta negando esa proposición (de ahí anti-tesis). Pero la historia, por medio de la síntesis logra superar la tesis y la antítesis creando una proposición o movimiento que une lo mejor de los anteriores superándolos a la vez.
Pues bien:
· La tesis era la escatología postpascual, todo un “invento” de los cristianos -a base de ingredientes de la apocalíptica judía sobre el pensamiento de Jesús- forzados por su creencia en la inmediata venida de Cristo como mesías triunfante.
· La antítesis -para Käsemann- es la religión mística, llena de trances proféticos y extáticos de uno de los grupos que Pablo describe en su Primera Epístola a los corintios: la de los que se creían espirituales y superiores a los demás. Käsemann, junto a otros teólogos alemanes, describe este movimiento como “entusiasmo” o religión entusiástica. En esta descripción el vocablo “entusiasmo” está tomado etimológicamente: “lleno de Dios” (griego enthousiasmós, término cuyo núcleo está formado por la palabra theós = Dios). Así pues el “entusiasmo helenístico” está tipificado en una de lasa facciones, los "entusiastas" de la Iglesia de Corinto.
· Y como síntesis, cree Käsemann que actúa el pensamiento de auténtico del apóstol Pablo. En efecto, como veremos, en el pensamiento paulino hay parte de los dos elementos anteriores (1: de la apocalíptica; 2. de la religión entusiástica), que en parte son recuperados de nuevo por él.
En efecto, la tesis va a incitar que se produzca la antítesis en el seno de la Iglesia cristiana:
Vistas las características de la apocalíptica postpascual, su crecimiento quedó por fuerza limitado al ámbito de influjo de las creencias mesiánicas de origen palestino; en definitiva, se trataba de una flor que no admitía trasplantes. Una vez que la Iglesia se abrió a los gentiles, la posición de la apocalíptica quedó condenada a ser cada vez más minoritaria. Fuera del ámbito palestino, el cristianismo no fue comprendido como apocalíptico, sino como una religión mistérica, y la teología de la apocalíptica postpascual o fue negada o fue reinterpretada de manera diferente.
El próximo día veremos cuáles son los elementos de la apocalíptica y de la “religión entusiástica que son recogidos por Pablo, pero que a la vez son profundamente reinterpretados
Seguiremos, pues, el próximo domingo.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com
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En el otro blog, “Cristianismo e Historia”, el tema de hoy es el mismo, pues estamos comentando en los dos este libro.