Notas

La actuación del “Más Fuerte” (412-11)

Redactado por Antonio Piñero el Viernes, 25 de Noviembre 2011 a las 05:18



Hoy escribe Antonio Piñero


Sobre la base de la imaginación popular judía acerca de la actuación escatológica de este personaje no presenta M. Harris más que un documento/ejemplo: El “Rollo de la Guerra” descubierto entre los documentos del Mar Muerto.

Nuestro autor resume así el contenido del Rollo: en él se describe la batalla final entre el Imperio romano e Israel, ayudado por El más fuerte” y el resultado era una total ruina Para el Imperio:

“Roma sería sustituida por un nuevo imperio con capital en Jerusalén, gobernado por un mesías militar descendiente de una rama de la casa de David, más poderoso que ningún César jamás visto en la tierra. Los judíos fieles (para los esenios, sólo ellos), los ‘hijos de la Luz’, dirigidos por el Ungido (= el cristo) de Israel, general invencible (porque detrás de su brazo están Dios y sus ángeles), se disponen a librar la batalla definitiva contra los ‘hijos de las Tinieblas. Sería una guerra de aniquilación. Veintiocho mil guerreros judíos y 8.000 aurigas atacarían a los romanos. ‘Emprenderían la persecución par exterminar al enemigo en una aniquilación eterna…, hasta destruirlo del todo.

“La victoria estaba garantizada porque ‘Tú (oh Dios) nos lo has declarado desde antaño: ‘de Jacob saldrá una estrella<, de Israel surgirá un cetro (tomado de Números 24,17 “Lo veo, aunque no para ahora, lo diviso, pero no de cerca: de Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel. Aplasta las sienes de Moab, el cráneo de todos los hijos de Set” = profecía de Balaán… que está en la mente de Mateo cuando habla de los magos guiados por una estrella hacia el lugar donde está reclinado el rey-mesías de Israel que acaba de nacer; más tarde la mención de la ‘estrela servirá para que se aplique este oráculo a Bar Kochba, “hijo de la estrella” el jefe de la segunda Gran Insurrección judía contra Roma, acabada desastrosamente en el 135 d.C. ).

“Israel habría de vencer porque ‘en el pasado has devorado mediante tus ungidos al mal como una antorcha encendida en una andana de grano… porque desde antaño has proclamado que el enemigo… caería por espada no humana, y una espada no humana los devorará” (p. 161).

Mi opinión: este resumen me parece muy acertado y creo que cualquiera que haya leído el Rollo de la Guerra (versión de Florentino García Martínez en Trotta) estará de acuerdo con él.

Segundo: he defendido siempre que Jesús no era un esenio. Cierto. Y hay diferencias insalvables entre la doctrina de la secta (sobre odo en materia de interpretación de la Ley y de acercamiento a gentes teóricamente impuras por parte de Jesús). Peo también he defendido que la escatología de Jesús y otras doctrinas de él son muy parecidas a las de los esenios.

No hace falta postular ningún influjo directo o copia: las doctrinas judías escatológicas eran compartidas por la mayoría de las ramas del árbol frondoso y pluriforme que era el pensamiento judío del siglo I.

En este ámbito de la batalla final escatológica he defendido que Jesús muy probablemente dejaba en manos de Dios la instauración fáctica del Reino. La diferencia estaría en que para Jesús, los 28.000 guerreros y los 6.000 aurigas sería una cifra impensable: Jesús pensaba como le dijo Dios que debía pensar Gedeón: con trescientos o menos bastaba para acabar con Roma !!!

Otra observación: nótese cómo la escatología apocalíptica mesiánica está fundada sobre la interpretación de los profetas (¡Balaán, Moisés y David son profetas! Desde la época persa de Israel (siglos VI V y IV a.C.) en los que se editan casi definitivamente los textos antiguos de las Escritura hebreas, para muchos judíos todo el Antiguo Testamento se convierte en un testimonio mesiánico: una espera de la restauración de Israel.

Por último: copare el lector el contenido de este Rollo de la Guerra con las batallas del Cordero = Cristo en el Apocalipsis de Juan. El autor es judeocristiano, discípulo fervoroso de Jesús y dice –como Pablo—qa ha recibido de Dios y de Jesús su revelación del final. Hay tanto encono con los enemigos de Dios, que son los mismos = el Imperio romano en el Apocalipsis que en el Rollo de la Guerra. El autor del Apocalipsis está convencido de transmitir la verdad de Jesús. Debería utilizarse más el Apocalipsis para reconstruir la escatología del Jesús de la historia.

Seguiremos.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com




Viernes, 25 de Noviembre 2011
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