Escribe Antonio Piñero
Sigo exponiendo la necesidad de contrastar los textos de la tradición sinóptica para observar cómo esta añade a los textos recibidos los adversarios que le parece bien. Al ser un añadido del evangelista, no tiene valor histórico alguno, o muy poco.
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Mt 12,27: Y si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces”.
“Vuestros hijos” se refiere a los hijos de los judíos, no a los hijos de los fariseos. Luego este discurso se dirigía a los judíos en general. Lo mismo en Lucas:
“Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces”.
2. Compárese Lc 9,57 y Mc 12,35:
“Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas.») y Mt 8,19 (Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.») El escriba queda mal porque luego no sigue a Jesús”.
Mc 12,35: “Jesús, tomando la palabra, decía mientras enseñaba en el Templo: «¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David?”
Pero Mt 22,41 escribe: “Estando reunidos los fariseos, les propuso Jesús esta cuestión:”
Es evidente que Mateo ha añadido “los fariseos” por su cuenta con la intención de denigrarlos.
3. Compárese Lc 17,20 con sus paralelos o semiparalelos:
“Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir.”
Pero en los semiparalelos de Mc 13,21:
“Entonces, si alguno os dice: “Mirad, el Cristo aquí” “Miradlo allí”, no lo creáis”,
y Mt 24,23:
“«Entonces, si alguno os dice: “Mirad, el Cristo está aquí o allí, no lo creáis” la pregunta parecida o análoga es impersonal.
Por tanto, el añadido “los fariseos” es propio de los evangelistas: no refleja ninguna tradición primitiva. Con toda razón, argumentaba Karl Ludwig Schmidt a principios del siglo XX en su obra “El marco de la historia de Jesús. Investigaciones de crítica literaria sobre la tradición más antigua sobre Jesús, de 1919 que todos los datos concretos, situacionales, topográficos y cronológicos no pertenecen a la tradición primitiva sobre Jesús, sino que son obra de la pluma de los evangelistas. No pueden tomarse como históricos.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Sigo exponiendo la necesidad de contrastar los textos de la tradición sinóptica para observar cómo esta añade a los textos recibidos los adversarios que le parece bien. Al ser un añadido del evangelista, no tiene valor histórico alguno, o muy poco.
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Mt 12,27: Y si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces”.
“Vuestros hijos” se refiere a los hijos de los judíos, no a los hijos de los fariseos. Luego este discurso se dirigía a los judíos en general. Lo mismo en Lucas:
“Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces”.
2. Compárese Lc 9,57 y Mc 12,35:
“Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas.») y Mt 8,19 (Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.») El escriba queda mal porque luego no sigue a Jesús”.
Mc 12,35: “Jesús, tomando la palabra, decía mientras enseñaba en el Templo: «¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David?”
Pero Mt 22,41 escribe: “Estando reunidos los fariseos, les propuso Jesús esta cuestión:”
Es evidente que Mateo ha añadido “los fariseos” por su cuenta con la intención de denigrarlos.
3. Compárese Lc 17,20 con sus paralelos o semiparalelos:
“Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir.”
Pero en los semiparalelos de Mc 13,21:
“Entonces, si alguno os dice: “Mirad, el Cristo aquí” “Miradlo allí”, no lo creáis”,
y Mt 24,23:
“«Entonces, si alguno os dice: “Mirad, el Cristo está aquí o allí, no lo creáis” la pregunta parecida o análoga es impersonal.
Por tanto, el añadido “los fariseos” es propio de los evangelistas: no refleja ninguna tradición primitiva. Con toda razón, argumentaba Karl Ludwig Schmidt a principios del siglo XX en su obra “El marco de la historia de Jesús. Investigaciones de crítica literaria sobre la tradición más antigua sobre Jesús, de 1919 que todos los datos concretos, situacionales, topográficos y cronológicos no pertenecen a la tradición primitiva sobre Jesús, sino que son obra de la pluma de los evangelistas. No pueden tomarse como históricos.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com