Hoy escribe Antonio Piñero
Transcribo unos párrafos del libro de Roger Armengol (“La moral, el mal y la conciencia. El poder de las ideologías en la formación de la conciencia moral”. Ediciones Carena 2018), del que dije que me parece muy oportuno e interesante.
«Acerca de los mandamientos de amor de Jesús propongo que el Maestro estableció una diferencia entre amar a los demás, incluso al enemigo, y a «amar al prójimo como a uno mismo» tal como aparece en Levítico [19, 18]. La clave para entender el pensamiento de Jesús la ofrece Lucas [10] al escribir sobre el Samaritano.
»¿Quién es el prójimo para Jesús? «¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» [10, 36], pregunta el Maestro. Según lo escrito por este evangelista el prójimo del herido y maltratado, tal como propone Jesús, no es todo el mundo, no es cualquiera, no es el sacerdote o el levita –el auxiliar del sacerdote– que pasaron de largo, sino quien le socorrió, el buen samaritano. El herido puede amar al samaritano, y sólo a él, como a sí mismo porque éste es su prójimo. No suele entenderse de este modo, pero creo que este es un asunto muy importante.
»El sagaz Hegel también se equivocó en su juventud al interpretar este pasaje evangélico en su Historia de Jesús. Hegel, como hacen muchos, dice que el prójimo del samaritano es el herido [pp. 58-59], pero no observa que lo que quiere decir Jesús es diferente, el Maestro parece que quiere dejar claro que el prójimo del herido es el samaritano.
»Entiendo que Jesús formula una interpretación muy precisa de lo prescrito en Levitico 19,18. Él recomendaba, en primer lugar, amar a todos, es decir, no causar dolor o daño a nadie, ayudar si se podía, incluso al enemigo y, en segundo lugar, amar como a uno mismo al prójimo, a aquél o a aquélla que te ayuda o te ha ayudado, te ha socorrido, a aquellos que no te dejan tirados, éstos son el prójimo al que se puede y se debe amar como uno mismo. De ser así Jesús fue un pensador muy realista».
Mi comentario único hoy, y brevísimo, es el siguiente: la mayoría de la gente cree que el amor al prójimo es una suerte de invento de Jesús. Y no es así. Jesús sigue una antigua tradición judía, solo que, como buen rabino, la interpreta. Jesús es un judío integral y no se aparte ni lo mínimo de su Biblia, la Biblia hebrea.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html
Véase, por favor, este sitio
http://www.jornadasjesusdenazaret.com
Transcribo unos párrafos del libro de Roger Armengol (“La moral, el mal y la conciencia. El poder de las ideologías en la formación de la conciencia moral”. Ediciones Carena 2018), del que dije que me parece muy oportuno e interesante.
«Acerca de los mandamientos de amor de Jesús propongo que el Maestro estableció una diferencia entre amar a los demás, incluso al enemigo, y a «amar al prójimo como a uno mismo» tal como aparece en Levítico [19, 18]. La clave para entender el pensamiento de Jesús la ofrece Lucas [10] al escribir sobre el Samaritano.
»¿Quién es el prójimo para Jesús? «¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» [10, 36], pregunta el Maestro. Según lo escrito por este evangelista el prójimo del herido y maltratado, tal como propone Jesús, no es todo el mundo, no es cualquiera, no es el sacerdote o el levita –el auxiliar del sacerdote– que pasaron de largo, sino quien le socorrió, el buen samaritano. El herido puede amar al samaritano, y sólo a él, como a sí mismo porque éste es su prójimo. No suele entenderse de este modo, pero creo que este es un asunto muy importante.
»El sagaz Hegel también se equivocó en su juventud al interpretar este pasaje evangélico en su Historia de Jesús. Hegel, como hacen muchos, dice que el prójimo del samaritano es el herido [pp. 58-59], pero no observa que lo que quiere decir Jesús es diferente, el Maestro parece que quiere dejar claro que el prójimo del herido es el samaritano.
»Entiendo que Jesús formula una interpretación muy precisa de lo prescrito en Levitico 19,18. Él recomendaba, en primer lugar, amar a todos, es decir, no causar dolor o daño a nadie, ayudar si se podía, incluso al enemigo y, en segundo lugar, amar como a uno mismo al prójimo, a aquél o a aquélla que te ayuda o te ha ayudado, te ha socorrido, a aquellos que no te dejan tirados, éstos son el prójimo al que se puede y se debe amar como uno mismo. De ser así Jesús fue un pensador muy realista».
Mi comentario único hoy, y brevísimo, es el siguiente: la mayoría de la gente cree que el amor al prójimo es una suerte de invento de Jesús. Y no es así. Jesús sigue una antigua tradición judía, solo que, como buen rabino, la interpreta. Jesús es un judío integral y no se aparte ni lo mínimo de su Biblia, la Biblia hebrea.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html
Véase, por favor, este sitio
http://www.jornadasjesusdenazaret.com