Escribe Antonio Piñero
Pregunta:
Usted en una conferencia donde presentaba su novela "EL Trono Maldito", habló sobre el carácter belicista de Jesús. Siempre he pensado en todo lo contrario. Puede indicarme que textos o en que se basa para creerlo así?
RESPUESTA:
Lo primero que le digo que no es lo mismo belicista en el sentido de tener formado un ejército y buscar el enfrentamiento armado –naturalmente en términos muy modestos– con el Imperio romano, y otra distinta actuar como sedicioso, es decir, en contra expresamente de la política imperial y ser castigado con ello. Esta postura no conllleva necesariamente el empleo de armas, aunque tampoco lo excluye en alguna ocasión.
A su pregunta respondo también con un texto del Prof. Fernando Bermejo ¿Ha sido refutada la hipótesis de un Jesús sedicioso? Una respuesta sistemática. Revista BANDUE, que es el órgano de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones, dirigido por el Prof. Dr. Francisco Díez de Velasco, y publicado por Trotta, Madrid, número VII, 2013 que ha salido ya hace un cierto tiempo.
El artículo de F. Bermejo argumenta que contra la hipótesis según la cual Jesús de Nazaret estuvo implicado en algún tipo de ideología y actividad sediciosa opuestas al Imperio romano se han esgrimido numerosas objeciones. Suele creerse que estas han asestado un golpe mortal a la hipótesis y, de hecho, la inmensa mayoría de los estudiosos da por supuesto que ha sido refutada y está obsoleta. El artículo enumera una veintena de esas objeciones y argumenta de modo sistemático que ninguna de ellas es convincente. Esta instructiva conclusión desafía presupuestos muy arraigados en el ámbito académico, proporcionando con ello otro argumento a favor de la interpretación de Jesús como una figura cuyo mensaje religioso tenía interpretaciones políticas subversivas y de que no era, en última instancia, incompatible con la violencia.
Me parece fundamental las reflexiones de F. Bermejo sobre cada una de las 20 objeciones. El conjunto me parece irrefutable y obliga a cambiar una buena parte del paradigma interpretativo sobre Jesús. Por mi parte, desde 1993, en Fuentes del cristianismo. Tradiciones primitivas sobre Jesús, capítulo sobre “El Evangelio paulino y los diversos evangelios del Nuevo Testamento”, y en la Guía para entender el Nuevo Testamento, desde su primera edición en 2006, vengo abogando incansablemente en favor de la idea de la religión y la praxis de Jesús tenía innegables consecuencias políticas y que el amor a los enemigos no era una razón convincente, una vez bien interpretado, para afirmar que Jesús está totalmente fuera, o más allá, de los antagonismos políticos de su época. El artículo de F. Bermejo es una aportación definitiva en el aspecto de quien quiera negar la hipótesis de un Jesús sedicioso tiene que aportar muchas pruebas.
Para continuar con este tema, entre por favor en Academia.edu (registrese, siguiendo los pasos) y busque Fernando Bermejo-Rubio. Todos los textos de F. Bermejo pueden encontrarse en ahí y son libres.
Le señalo dos importantes:
“Jesus and the Anti-Roman Resistance. A Reassessment of the Arguments”, Journal for the Study of the Historical Jesus 12 (2014) 1-105.
Jesus as a Seditionist: The Intertwining of Politics and Religion in his Teaching and Deeds", en Zev Garber (ed.), Teaching the Historical Jesus. Issues and Exegesis, London - New York: Routledge, 2015, pp. 232-243.
Luego puede buscar mi ensayo “Jesús y la política de su tiempo” Ensayo-Epílogo anexo al libro El discípulo, de Emilio Ruiz Barrachina, Ediciones B. Barcelona, 2010, pp. 217-311. ISBN: 978-84-666-4326-9.
Le transcribiré lo que quizás puede interesarle más otro día.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Pregunta:
Usted en una conferencia donde presentaba su novela "EL Trono Maldito", habló sobre el carácter belicista de Jesús. Siempre he pensado en todo lo contrario. Puede indicarme que textos o en que se basa para creerlo así?
RESPUESTA:
Lo primero que le digo que no es lo mismo belicista en el sentido de tener formado un ejército y buscar el enfrentamiento armado –naturalmente en términos muy modestos– con el Imperio romano, y otra distinta actuar como sedicioso, es decir, en contra expresamente de la política imperial y ser castigado con ello. Esta postura no conllleva necesariamente el empleo de armas, aunque tampoco lo excluye en alguna ocasión.
A su pregunta respondo también con un texto del Prof. Fernando Bermejo ¿Ha sido refutada la hipótesis de un Jesús sedicioso? Una respuesta sistemática. Revista BANDUE, que es el órgano de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones, dirigido por el Prof. Dr. Francisco Díez de Velasco, y publicado por Trotta, Madrid, número VII, 2013 que ha salido ya hace un cierto tiempo.
El artículo de F. Bermejo argumenta que contra la hipótesis según la cual Jesús de Nazaret estuvo implicado en algún tipo de ideología y actividad sediciosa opuestas al Imperio romano se han esgrimido numerosas objeciones. Suele creerse que estas han asestado un golpe mortal a la hipótesis y, de hecho, la inmensa mayoría de los estudiosos da por supuesto que ha sido refutada y está obsoleta. El artículo enumera una veintena de esas objeciones y argumenta de modo sistemático que ninguna de ellas es convincente. Esta instructiva conclusión desafía presupuestos muy arraigados en el ámbito académico, proporcionando con ello otro argumento a favor de la interpretación de Jesús como una figura cuyo mensaje religioso tenía interpretaciones políticas subversivas y de que no era, en última instancia, incompatible con la violencia.
Me parece fundamental las reflexiones de F. Bermejo sobre cada una de las 20 objeciones. El conjunto me parece irrefutable y obliga a cambiar una buena parte del paradigma interpretativo sobre Jesús. Por mi parte, desde 1993, en Fuentes del cristianismo. Tradiciones primitivas sobre Jesús, capítulo sobre “El Evangelio paulino y los diversos evangelios del Nuevo Testamento”, y en la Guía para entender el Nuevo Testamento, desde su primera edición en 2006, vengo abogando incansablemente en favor de la idea de la religión y la praxis de Jesús tenía innegables consecuencias políticas y que el amor a los enemigos no era una razón convincente, una vez bien interpretado, para afirmar que Jesús está totalmente fuera, o más allá, de los antagonismos políticos de su época. El artículo de F. Bermejo es una aportación definitiva en el aspecto de quien quiera negar la hipótesis de un Jesús sedicioso tiene que aportar muchas pruebas.
Para continuar con este tema, entre por favor en Academia.edu (registrese, siguiendo los pasos) y busque Fernando Bermejo-Rubio. Todos los textos de F. Bermejo pueden encontrarse en ahí y son libres.
Le señalo dos importantes:
“Jesus and the Anti-Roman Resistance. A Reassessment of the Arguments”, Journal for the Study of the Historical Jesus 12 (2014) 1-105.
Jesus as a Seditionist: The Intertwining of Politics and Religion in his Teaching and Deeds", en Zev Garber (ed.), Teaching the Historical Jesus. Issues and Exegesis, London - New York: Routledge, 2015, pp. 232-243.
Luego puede buscar mi ensayo “Jesús y la política de su tiempo” Ensayo-Epílogo anexo al libro El discípulo, de Emilio Ruiz Barrachina, Ediciones B. Barcelona, 2010, pp. 217-311. ISBN: 978-84-666-4326-9.
Le transcribiré lo que quizás puede interesarle más otro día.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com