Notas

Inverosimilitudes del relato de los Reyes Magos. ¿Cómo pudo plasmarse el relato? (4-05 )

Redactado por Antonio Piñero el Viernes, 15 de Enero 2010 a las 00:51

Hoy escribe Antonio Piñero


El mismo exegeta, Raymond E. Brown, opina que el relato de Mateo no sería, sin embargo, inverosímil para la gente de la época que los leyera, puesto que las gentes, incluso las cultivadas, estaban convencidas de que diversos fenómenos astronómicos estaban relacionados con el nacimiento de personas ilustres, como se contaba, por ejemplo, de Alejandro Magno, de Augusto o de Julio César, y desde luego no eran extrañas en la época de Herodes que aparecieran embajadas desde Oriente con regalos para el rey por diversos motivos

Pero estos detalles de verosimilitud sólo son una muestra de que el relato mateano era creíble para la época, pero no una prueba de historicidad. Brown ofrece la siguiente explicación sobre el origen posible de esta historia de los magos:

“Los cristianos, convencidos de que Jesús era el mesías, podían explicar a los paganos que en él se habían cumplido las expectativas de un caudillo universal procedente de Judea.

"Si en Oriente, donde había contacto con amplias colonias judías, algunos gentiles conocían la expectación mesiánica del judaísmo, cabe la posibilidad de que los cristianos la dramatizaran –es decir crearan una historia- para facilitar la aceptación del nacimiento de Jesús. Los cristianos, que compartían la creencia general de que ciertos fenómenos celestes marcaban el nacimiento de los hombres grandes, pudieron reflexionar sobre las peculiaridades astronómicas del período en el que Jesús nació (por ejemplo, la aparición de una estrella supernova, el cometa Halley, o una conjunción de Júpiter, Saturno y Marte –de esto hablaremos a continuación-), y considerar retrospectivamente algunos de estos fenómenos como signo divino de que iba a nacer el Hijo de Dios.

"Pero esos contactos del relato mateano con la cultura de su tiempo no son suficientes para probar que el relato responde a la realidad, o para explicar lo que originalmente lo inspiró. La inspiración original, a juicio de muchos exegetas, tiene que buscarse en una reflexión popular cristiana sobre el Antiguo Testamento” (p. 190).


Es decir, con otras palabras, que la peripecia de ciertas figuras del Antiguo Testamento llevó a los cristianos a componer un historia parecida sobre Jesús moldeando expresamente la vida de éste en aquellos momentos –de los que no se sabía nada en realidad, porque Jesús era un perfecto desconocido para todos antes de su vida pública- a imitación de lo que había ocurrido con personajes famosos del pasado de Israel.


IV ¿Cómo pudo plasmarse en concreto la historia de los magos y la estrella maravillosa?

Muchos exegetas opinan –y creo que pueden tener razón- que en torno a los años en los que se sabía que había nacido Jesús (al final del reinado de Herodes el Grande) había ocurrido objetivamente algún fenómeno meteorológico extraño que impactó las conciencias de las gentes. Más tarde, después de la muerte de Jesús y de que se creyera firmemente que había resucitado, cuando se sintió la necesidad de hacer propaganda de la fe cristiana por medio de escritos acerca de la vida, palabras y obras de aquél, los evangelios, se recordó vagamente ese fenómeno celeste que había ocurrido y llamado la atención, y se entendió como un signo celeste del nacimiento de Jesús.

¿Qué pudo ser este fenómeno?

Tres son las explicaciones científicas que se han dado: la aparición por los días finales de Herodes de una supernova, de un cometa o bien de una conjunción de astros que brillaron especialmente en el firmamento. Aclaremos un poco más esto.

Una supernova es una estrella gigantesca, mucho mayor que el sol, que hace millones de años explotó al final de su existencia y produjo una luz inmensa que, tras miles de años de viaje, vemos nosotros en nuestros días. Ésta fue la explicación de la estrella de Belén del famoso astrónomo Kepler en el siglo XVII. Pero la teoría tiene el inconveniente de que no hay registro alguno en la Antigüedad que indique fenómeno semejante, por lo que no puede probarse.

La segunda fue la aparición de un cometa. Es cosa sabida que los cometas son o bien restos de algún planeta o astro, o bien una conjunto de gases y polvo que brillan por la luz del sol al acercarse a la tierra, o ambas cosas. En concreto del famoso cometa Halley, que es visible en la tierra cada setenta y siete años, hay registros en Europa, China y Japón desde el año 240 a.C. Según los registros chinos, que se conservan hasta hoy día, el cometa Halley fue visible en la tierra el 12/11 a.C., por tanto durante el reinado de Herodes y relativamente al final de su vida.

Hay muchos astrónomos que opinan que este acontecimiento, que perduraba en la memoria de las gentes, fue aprovechado por los cristianos para aplicarlo al nacimiento del Salvador. El mismo Brown opina es posible que la aparición del cometa Halley en el año 12 a.C. y la venida de embajadores extranjeros dos años más tarde a la corte del rey Herodes para felicitarle por la conclusión del gran puerto artificial de Cesarea Marítima y la remodelación de la ciudad fueron combinados por los cristianos anteriores a Mateo en la historia de la estrella y de los magos. Mateo no hizo más recoger y dar forma a una leyenda popular cristiana (p. 172).

• Otros investigadores piensan, finalmente, que el acontecimiento bien pudo ser una conjunción de las órbitas de Júpiter y Saturno, que sucede cada treinta años, junto con la de Marte. La unión de las tres acaece cada 257 años. Este fenómeno se menciona en textos astronómicos tan antiguos como textos cuneiformes sumerio-acadios, del segundo milenio a.C. Se han hecho cálculos y se supone que tal conjunción se dio precisamente en el 7 a.C. y que ésta pudo ser la “estrella” de los magos.

Una tesis dirigida por mí en la Universidad Complutense hace años defiende ardorosamente esta posibilidad; sostiene su autor que el fenómeno fue recordado y aplicado a Jesús por la comunidad que está detrás del Evangelio de Mateo (José GÓMEZ GALÁN, “El nacimiento de Jesús de Nazaret. Historia y cronología”. Defendida en la UCM el 24 de Abril de 1998).

Realmente me siento muy escéptico respecto a todas estas teorías y en mi opinión creo que para inventar una historia tan inverosímil como la de una estrella que aparece y desaparece, que guía a unos personajes exóticos y que se posa encima de una casa, basta con la imaginación popular con el trasfondo general de que el cielo anuncia con signos los nacimientos de hombres ilustres sin tener que recurrir a ningún fenómeno objetivo. La imaginación es muy poderosa y los evangelios, que pretenden ser obras históricas, son ante todo literatura de propaganda, de buena fe desde luego, de una fe por lo que son aptas para recoger leyendas que les sirvan para su propósito.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com

En el otro blog sigue la serie sobre:

“¿Es tendencioso y sesgado el Evangelio de Marcos (VI)”

De nuevo saludos
Viernes, 15 de Enero 2010
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