Hoy escribe Antonio Piñero
En esta semana, en tres o cuatro postales, deseo presentarles la revista de nuestra Facultad de Filología y del Instituto de Ciencias de las religiones de la Universidad Complutense de Madrid. Es en verdad una buena revista, muy buena diría, pero un tanto desconocida, en parte por el sistema de distribución de los productos universitarios. El modo de presentarla será indicar brevemente su finalidad, comentar el contenido del último número y, sobre todo, presentar un artículo, muy interesante y muy documentado, de Fernando Bermejo sobre el debatido tema de las relaciones entre Juan Bautista y Jesús.
’Iu es una revista de periodicidad anual, con formato 17x24 cm., fundada en 1995. Recoge en sus páginas artículos científicos sobre historia de las religiones, y sobre fenomenología, sociología, antropología y psicología de la religión. Dedica especial atención a trabajos relacionados con el ámbito hispano en general y con el cristianismo, judaísmo, islam en la península ibérica, en particular.
La revista es interdepartamental y su dirección va rotando entre miembros destacados de diversos departamentos que se ocupan directa o indirectamente del ámbito de las tres religiones monoteístas, “del Libro”, fundamentalmente. Pero como nuestro departamento de Lenguas clásicas esta unido al de filología, lingüística e historia de la lengua indoeuropea, se tocan también, y con abundancia, temas de religiones orientales: hinduismo, budismo, zoroastrismo, etc. La dirección actual de la revista la lleva muy acertadamente la Prof. Dra. Dª Guadalupe Seijas, del Departamento de estudios hebreos y arameos de la Universidad Complutense de Madrid. E-mail: gseijas@filol.ucm.es.
En cuanto a la revista en sí, véase: http://revistas.ucm.es/portal/?ILUR
El número 15 del 2010 tiene un contenido que presentaré brevemente, dado que cada artículo va provisto de un resumen en castellano e inglés. El primer trabajo es del arabista Miquel Beltrán, de la Universidad de las Islas Baleares, cuyo título reza “El silencio como acercamiento a Dios en Maimónides”.
Argumenta Beltrán que el silencio, como alabanza a Dios se halla, en la teología de Maimónides, imbricado con sus consideraciones acerca de la esencia de la divinidad, que se revela como absolutamente incognoscible. En su Guía de perplejos I (especialmente en los capítulos 50 a 60) Maimónides destaca que aunque el conocimiento humano y divino no tienen nada de común entre sí, a pesar de ello podemos orientar nuestro intelecto a la consideración de la “naturaleza” de Dios a través de a “expresión aproximativa” /tasamuh), si bien este sistema no permite entender la esencia divina. A través del silencio puede alabarse a Dios y expresamos nuestro acercamiento a Él mediante la teología radicalmente negativa, la negación de cualquier atributo que pudiera asociarse a la naturaleza de Dios.
Creo que aquí tenemos una línea de acercamiento a lo divino –en la suposición de que pueda conocerse al menos que exista- línea que es radical y consecuente y que será explorada de nuevo por Nicolás de Cusa y muchos otros. En mi opinión, y en el terreno práctico, debería siempre obtenerse las consecuencias lógicas de esta vía negativa. Primero que no es posible probar, ni negar, la existencia de Dios, y segundo que sólo el símbolo es el modo de un posible acercamiento a él. La posibilidad de la revelación y de la construcción de una teodicea y de una teología dogmática de la divinidad queda absolutamente en entredicho. Más bien es imposible. La religión será una mezcla de razonamiento a tientas y sobre todo de sentimiento. Por tanto será privada, personal e intransferible.
Otro artículo que me parece interesante, aunque técnico, es el de José María Blázquez sobre el hallazgo de “Nuevos teónimos hispanos” de divinidades prerromanas de la península ibérica, que nos acercan a la religión de esos pueblos, luego romanizados. El autor estudia las inscripciones latinas halladas en Arronches (Alemtejo, Portugal) y de otros lugares, donde aparecen divinidades tanto indígenas como romanas, los tipos de sacrificios ofrecidos, la religión de los pueblos del norte de la península y sobre todo la idea que podemos hacernos de la creencia en los viajes al mundo de ultratumba por mar y por aire.
Realmente en los últimos decenios, comenta Blázquez, “el conocimiento de los dioses indígenas de la Hispania antigua ha avanzado considerablemente. Ha aumentado su número y el conocimiento de su carácter, de sus ritos y del área de su culto” (p. 90).
Por último, para hoy, deseo mencionar el artículo de Carlos González Wagner, de la Universidad Complutense “Sobre inciensos, trances y (algunas) diosas. Una perspectiva etnobotánica”. Sostiene el autor que los tipos de incienso utilizados en algunos cultos y oráculos de la antigüedad parecen haber poseído la facultad de provocar visiones y excitar los dones adivinatorios. Un estudio de los componentes de estos inciensos nos revela su potencial psicoactivo. Dedica C.G. Wagner una especial atención a la diosa Ártemis y su culto con plantas mágicas; los trances, visiones y oráculos de Astarté, la Reina de los cielos y también la Venus fenicia.
Seguiremos mañana con las perspectivas de otros artículos interesantes, y luego nos concentraremos en el trabajo de F. Bermejo.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com