Notas

Hechos Apócrifos (Martirio) de los santos Nereo y Aquiles

Redactado por Antonio Piñero el Domingo, 3 de Febrero 2013 a las 23:50

Hoy escribe Gonzalo Del Cerro

Relación de martirios

Queda claro por el breve resumen de estos Hechos, que su título no hace justicia a su contenido. Ni Martirio ni Hechos de Nereo y Aquiles reflejan la variedad de los relatos y de los martirios referidos. El martirio de Nereo y Aquiles aparece en unas pocas líneas de la carta que Eutiquio, Victorino y Marón escriben a Marcelo. En cuanto al epígrafe de “Hechos”, todo se reduce a parte de las gestiones de los siervos de Flavia Domitila para llevar a su ama a la práctica de la castidad perpetua. Pero en la lista de mártires, actores en la narración literaria, aparecen trece mártires identificados en el texto:

1) Flavia Domitila, protagonista de la obra y persona de relieve en la sociedad romana. El apócrifo afirma que es prima del emperador Domiciano, de la dinastía de los Flavios.

2 y 3) Nereo y Aquiles, hermanos entre sí y esclavos de Domitila. El texto los denomina “eunucos”, término que más bien debe interpretarse como “camareros” o ayudas de cámara (koubikoularíous).

4) Petronila, la hija del apóstol Pedro, pretendida presuntamente por Flaco, confidente del príncipe.

5) Felícula, amiga íntima de Petronila, pretendida también por Flaco.

6) Nicomedes, el presbítero que acogió a Felícula y luego enterró su cuerpo. Padeció el martirio al ser golpeado por bolas de plomo.

7, 8 y 9) Eutiquio, Victorino y Marón, autores de la carta dirigida a Marcelo. Aureliano quiso en vano servirse de ellos para torcer la decisión de Domitila, pero los hizo matar con diferentes tormentos.

10 y 11) Los magistrados Sulpicio y Serviliano, colegas de Aureliano y pretendientes de Eufrosine y Teodora, amigas de Domitila. Convertidos a la fe, fueron decapitados por el prefecto de la ciudad.

12 y 13) Eufrosine y Teodora, amigas de Domitila, martirizadas con ella en la ciudad de Terracina.

Los HchNerAq y los HchPe

Los Hechos de Nereo y Aquiles tienen especiales conexiones temáticas con los Hechos Apócrifos de Pedro. Los datos comunes de ambos Hechos están motivados por la carta que Nereo y Aquiles escriben a Marcelo para recabar información sobre la vida, la doctrina y la conducta de Simón Mago. Dos de los discípulos del Mago traían revuelta a la población de la isla Poncia en la que compartían destierro con Flavia Domitila y sus fieles servidores. Nadie como Marcelo conocía la problemática del caso, pues Marcelo, como recuerdan Nereo y Aquiles en su carta, había sido discípulo de Simón Mago.

Los HchPe refieren los sucesos con abundancia de detalles. Marcelo era senador y había sido cristiano ejemplar ayudando a viudas, huérfanos y necesitados. Pero seducido por Simón, apostató de la fe y su “misericordia se convirtió en blasfemia” (HchPe 8,1-3). La presencia de Pedro, su palabra y sus prodigios conmovieron a Marcelo, que volvió al redil de la fe (HchPe 10) y expulsó a Simón de su casa de forma destemplada (HchPe 14).

Resurrección del hijo de una viuda

La resurrección del hijo único de una viuda, milagro referido en el MartNerAq, es un duplicado del milagro realizado por Pedro y narrado en el capítulo 28 de sus Hechos Apócrifos. Se trataba de un senador muy apreciado por el pueblo. Hubo un desafío entre Pedro y Simón para ver quién era capaz de devolver la vida al difunto. En ambos relatos paralelos Pedro tuvo que proteger a Simón de las iras del pueblo según la recomendación de Jesús de no devolver mal por mal. La Recomendación está repetida en el texto del Nuevo Testamento: Mt 5,44; Rom 12,17; 1 Tes 5,5; 1 Pe 3,9. En el MartNerAq Pedro tuvo que defender a Simón Mago incluso de un perro salvaje, convertido en manso por Pedro, pero que conservaba intacta su ferocidad contra Simón.

El texto de estos Hechos anuncia que habrá una guerra (pólemos) entre Pedro y el Mago. Este combate es tan característico en los HchPe que Lipsius titula el texto de su edición con el epígrafe Actus Petri cum Simone (“Hechos de Pedro con Simón”). Cf. R. A. Lipsius, Acta Apostolorum Apocrypha, I 45-103. La realidad es que los HchPe, los Actus Vercellenses tratan de sucesos mucho más amplios y variados que el contencioso entre el Apóstol y el Mago. Los autores de los apócrifos reflejaban en sus titulares el suceso nuclear de sus relatos.

El caso de santa Petronila

El segundo gran tema de la carta de Marcelo, es el caso de Petronila, la hija del apóstol Pedro. El suceso está contenido en el ya citado Papiro de Berlín 8502, 4, considerado como fragmento integrante de los primitivos HchPe. Pero el MartNerAq ofrece detalles originales. Conoce la identidad del que interpeló a Pedro sobre el hecho de que su hija permaneciera enferma de parálisis mientras su padre hacía curaciones de todas clases. Se llamaba Tito y figuraba entre los discípulos de Pedro. Estos Hechos dan a la hija de Pedro el nombre de Petronila, conocida mártir romana. La relación etimológica del nombre con Pedro puede estar en la base de la denominación.

Ambos Hechos, los de Pedro y los de Nereo y Aquiles, refieren los intentos de dos pretendientes, prendados de la belleza de la joven. En los HchPe se llama Ptolomeo, rico hacendado de la localidad. En el MartNerAq el pretendiente es Flaco, personaje destacado de la sociedad romana. Pero en ambas obras se habla de los mismos sucesos. En relatos donde queda exaltada la virginidad, la historia de la hija de Pedro encaja en las demás piezas del contexto.

Las listas del Martirologio romano mencionan a santa Petronila como mártir sepultada junto a los santos Nereo y Aquiles en la vía Ardeatina. El dato ha sido confirmado por las excavaciones llevadas a cabo en las Catacumbas de Domitila. Allí ha sido descubierta una iglesia del siglo IV en la que eran venerados los santos titulares de estos Hechos y santa Petronila, calificada allí como mártir.

Uno de los pocos valores históricos, reconocidos en el relato de estos Martirios, es la referencia al lugar de su sepulcro: “el suburbio de Domitila, en una cripta arenosa, en la vía denominada Ardeatina” (c. 18). En la iglesia del siglo IV, con recuerdos de los santos Nereo, Aquiles y Petronila, en un pilar situado detrás del altar central aparece la figura de un hombre en trance de ser decapitado. La inscripción - Acilleus- no ofrece duda: se trata del martirio de san Aquiles. El otro pilar representaba probablemente el martirio de su compañero san Nereo. El que ambos fueran camareros de Flavia Domitila explica que fueran enterrados en la propiedad privada de la noble dama. El elogio de san Dámaso en el epitafio de los santos supone que eran soldados y que, convertidos a la fe de Cristo, abandonaron la milicia en busca de “triunfos mayores”. Ese cementerio es también el lugar donde fueron inhumados los restos de santa Domitila.

Informan estos Hechos que la protagonista era prima de Domiciano, emperador de la dinastía Flavia. La historia conoce una Flavia Domitila, casada con el sobrino de Vespasiano, Flavio Clemente, que era cónsul cristiano el año 95. En consecuencia, era prima carnal de los futuros emperadores Tito y Domiciano. Pero la leyenda cuenta de otra Flavia Domitila, cuya personalidad aparece novelada en estos MartNerAq. Piensan algunos que se trata de una segunda Flavia Domitila, mártir cristiana, que da nombre a sus catacumbas, las más extensas de Roma, en la vía Ardeatina.

(Cuadro del martirio de san Marón y compañeros mártires. Texto de los HchNderAq)

Saludos cordiales. Gonzalo Del Cerro

Domingo, 3 de Febrero 2013
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