Escribe Antonio Piñero
Blog 12- 1269 8-12- 2022
El título de este comentario es el de un libro de Mar Pérez Díaz, publicado hace muy poco por Verbo Divino, de Estella, que lleva por subtítulo “La teología paulina del evangelio de Marcos”. 16x24cms. 277 páginas, con bibliografía, pero sin índices, ni onomástico ni de materias. Tapa blanda. ISBN:
978-84-9073814-6. Precio 27 euros. Hay versión electrónica por escasos 13 euros.
La contracubierta del libro expone que
“El evangelista Marcos fue el primero en escribir un evangelio. Es el texto más antiguo que tenemos junto a las cartas de Pablo. La tradición afirmaba que Marcos era un discípulo de Pedro que había escrito un resumen del evangelio de Mateo. Los resultados de la investigación de la exegesis mostraron lo contrario. En este estudio, Mar Pérez sostiene que Marcos es un discípulo teológico de Pablo.
La autora muestra que la teología de Pablo mejora nuestra comprensión de la narración de Marcos, porque completa el sentido del evangelio y complementa su intencionalidad. El amplio abanico de coincidencias del evangelio con la teología paulina no puede ser fruto de la casualidad, sino de la voluntad del evangelista de escribir su obra en consonancia con el pensamiento del apóstol Pablo”.
Como resumen del libro me parece que las frases anteriores son acertadas, y no creo que yo pudiera hacerlo mejor.
Debo añadir, y lo hace la autora que el volumen es la traducción y adaptación al español de su libro publicado previamente, en inglés, con el título Mark, a Pauline Theologian. A Re-reading of the Traditions of Jesus in the Light of Paul's Theology “Marcos teólogo paulino. Una relectura de las tradiciones de Jesús a la luz de la teología paulina”, por la editorial alemana Mohr-Siebeck, de Tubinga, como número 521, en una serie prestigiada (Wissenschaftliche Untersuchungen zum Neuen Testament 2. Reihe = “Estudios /Investigaciones sobre el Nuevo Testamento”). Es cosa sabida que esta editorial no publica libros de poca calidad.
Comentaré en esta entrega parte de la “Introducción”, pp. 15-21. Critica la autora, con razón, la tradición de la Iglesia antigua, siglo II, que afirmaba –creemos– por boca de Papías (citado por Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica III 39,15 + II 15, 1-2 y VI 14, 5-7, como opinión igualmente de Clemente de Alejandría) que “el evangelio de Marcos fue un evangelio petrino, es decir, un evangelio en consonancia (con el pensamiento teológico) de los miembros de la Iglesia de Jerusalén”, pero que esta idea es hoy comúnmente rechazada por ser un mero medio de consolidar la autoridad del evangelio (pp. 15-16).
Estoy de acuerdo con la autora en que la investigación actual no ha afrontado debidamente la cuestión del pensamiento de fondo, teológico, del Evangelio de Marcos, nada menos que desde 1923 con la obra de Martin Werner, Der Einfluß paulinsicher Theologie im Markusevangelium (“El influjo de la teología paulina en el Evangelio de Marcos”; editorial Alfred Töpelemnn, de Gießen; con una famosa universidad en tiempos, precisamente donde pasé unos seis meses de mi vida, cuando de estudiante trabajaba de enfermero en su Hospital antituberculoso, y lo que ganaba me ayudaba para casi subsistir durante un años académico). M. Werner defendía la tesis de que la coincidencia de Pablo y de Marcos en su teología no era el resultado del influjo del Apóstol sobre el Evangelista, sino mera coincidencia en temas teológicos propios del cristianismo primitivo.
Según la autora, con razón, los trabajos a modo de artículos técnicos que contradecían la tesis de M. Werner se limitaban a abordar en profundidad un dicho de Jesús, o una escena del Evangelio sin hacer un estudio del conjunto de la teología marcana. Y sostiene Mar Pérez que su libro se enfrenta al tema en conjunto, y que no se trata de estudiar uno o dos aspectos / “indicios” en Marcos (es decir, de similitudes en el evangelista) de teología paulina, sino todo el conjunto de aspectos / indicios. Este intento de universalidad tiene el propósito de “dilucidar si el evangelista, cuando compuso, organizó y escribió su narración, tenía presente, o no, la teología (en conjunto también) del apóstol Pablo como clave de interpretación de las palabras de Jesús de Nazaret” (p. 16).
Y para realizar esta empresa –sostiene la autora– hay que entender qué entendemos por “teología paulina”. Por ello, con buen criterio, se ciñe a las cartas que hoy considera auténticas el común de la investigación, que son solo siete 1 2 Corintios, Gálatas, Filipenses, 1 Tesalonicenses y Filemón.
Con razón también rechaza Mar Pérez 1 2 Timoteo más Tito, como obras de discípulos de Pablo, no de este propiamente. Y luego, en un acto de valentía y de sentido común afirma que tampoco utiliza Efesios ni Colosenses, porque hay dudas razonables sobre si pertenecen a Pablo, sobre todo la segunda, y porque la investigación (¡confesional, naturalmente!) no se pone de acuerdo a este respecto.
Para hacer un resumen de la teología paulina, recurre la autora a diez páginas del artículo de Heike Omerzu, “Paul and Mark–Mark and Paul”, contenido en una obra conjunta que con el título: Mark and Paul. Comparative Essays Part II. For and Against Pauline Influence en Mark, (publicada por la editorial de Gruyter, de Berlín, también en una colección prestigiada: "Beihefte zur Zeitschrift für die neutestamentliche Wissenschaft. “Suplementos de la Revista de Estudios sobre el Nuevo Testamento”). Los responsables de esta colección de artículos sobre el tema de las relaciones entre Pablo y el V de Marcos son Eve-Marie Becker y Troels Engber-Pedersen.
Todo estupendo…; pero para una edición española podría haber recurrido a bibliografía española… ¡también! Pero la ignora. Con ello contribuye animosamente al proverbio Hispanicum est non legitur “Está escrito en español. ¡No se lee!”; o no se cita ni por los españoles mismos. Naturalmente en esto no estoy de acuerdo.
Y en la próxima entrega espero poder demostrarlo.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
www.antoniopinero.com
¡Salió ya a principios de noviembre la tercera edición de "Los Libros del Nuevo Testamento"! Justo al cumplirse un año. Es para estar muy contento y muy agradecido a los lectores que han apoyado esta obra… y a la Editorial Trotta que asumió el riesgo de publicar una obra con tantas páginas… y bien llenitas.
Blog 12- 1269 8-12- 2022
El título de este comentario es el de un libro de Mar Pérez Díaz, publicado hace muy poco por Verbo Divino, de Estella, que lleva por subtítulo “La teología paulina del evangelio de Marcos”. 16x24cms. 277 páginas, con bibliografía, pero sin índices, ni onomástico ni de materias. Tapa blanda. ISBN:
978-84-9073814-6. Precio 27 euros. Hay versión electrónica por escasos 13 euros.
La contracubierta del libro expone que
“El evangelista Marcos fue el primero en escribir un evangelio. Es el texto más antiguo que tenemos junto a las cartas de Pablo. La tradición afirmaba que Marcos era un discípulo de Pedro que había escrito un resumen del evangelio de Mateo. Los resultados de la investigación de la exegesis mostraron lo contrario. En este estudio, Mar Pérez sostiene que Marcos es un discípulo teológico de Pablo.
La autora muestra que la teología de Pablo mejora nuestra comprensión de la narración de Marcos, porque completa el sentido del evangelio y complementa su intencionalidad. El amplio abanico de coincidencias del evangelio con la teología paulina no puede ser fruto de la casualidad, sino de la voluntad del evangelista de escribir su obra en consonancia con el pensamiento del apóstol Pablo”.
Como resumen del libro me parece que las frases anteriores son acertadas, y no creo que yo pudiera hacerlo mejor.
Debo añadir, y lo hace la autora que el volumen es la traducción y adaptación al español de su libro publicado previamente, en inglés, con el título Mark, a Pauline Theologian. A Re-reading of the Traditions of Jesus in the Light of Paul's Theology “Marcos teólogo paulino. Una relectura de las tradiciones de Jesús a la luz de la teología paulina”, por la editorial alemana Mohr-Siebeck, de Tubinga, como número 521, en una serie prestigiada (Wissenschaftliche Untersuchungen zum Neuen Testament 2. Reihe = “Estudios /Investigaciones sobre el Nuevo Testamento”). Es cosa sabida que esta editorial no publica libros de poca calidad.
Comentaré en esta entrega parte de la “Introducción”, pp. 15-21. Critica la autora, con razón, la tradición de la Iglesia antigua, siglo II, que afirmaba –creemos– por boca de Papías (citado por Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica III 39,15 + II 15, 1-2 y VI 14, 5-7, como opinión igualmente de Clemente de Alejandría) que “el evangelio de Marcos fue un evangelio petrino, es decir, un evangelio en consonancia (con el pensamiento teológico) de los miembros de la Iglesia de Jerusalén”, pero que esta idea es hoy comúnmente rechazada por ser un mero medio de consolidar la autoridad del evangelio (pp. 15-16).
Estoy de acuerdo con la autora en que la investigación actual no ha afrontado debidamente la cuestión del pensamiento de fondo, teológico, del Evangelio de Marcos, nada menos que desde 1923 con la obra de Martin Werner, Der Einfluß paulinsicher Theologie im Markusevangelium (“El influjo de la teología paulina en el Evangelio de Marcos”; editorial Alfred Töpelemnn, de Gießen; con una famosa universidad en tiempos, precisamente donde pasé unos seis meses de mi vida, cuando de estudiante trabajaba de enfermero en su Hospital antituberculoso, y lo que ganaba me ayudaba para casi subsistir durante un años académico). M. Werner defendía la tesis de que la coincidencia de Pablo y de Marcos en su teología no era el resultado del influjo del Apóstol sobre el Evangelista, sino mera coincidencia en temas teológicos propios del cristianismo primitivo.
Según la autora, con razón, los trabajos a modo de artículos técnicos que contradecían la tesis de M. Werner se limitaban a abordar en profundidad un dicho de Jesús, o una escena del Evangelio sin hacer un estudio del conjunto de la teología marcana. Y sostiene Mar Pérez que su libro se enfrenta al tema en conjunto, y que no se trata de estudiar uno o dos aspectos / “indicios” en Marcos (es decir, de similitudes en el evangelista) de teología paulina, sino todo el conjunto de aspectos / indicios. Este intento de universalidad tiene el propósito de “dilucidar si el evangelista, cuando compuso, organizó y escribió su narración, tenía presente, o no, la teología (en conjunto también) del apóstol Pablo como clave de interpretación de las palabras de Jesús de Nazaret” (p. 16).
Y para realizar esta empresa –sostiene la autora– hay que entender qué entendemos por “teología paulina”. Por ello, con buen criterio, se ciñe a las cartas que hoy considera auténticas el común de la investigación, que son solo siete 1 2 Corintios, Gálatas, Filipenses, 1 Tesalonicenses y Filemón.
Con razón también rechaza Mar Pérez 1 2 Timoteo más Tito, como obras de discípulos de Pablo, no de este propiamente. Y luego, en un acto de valentía y de sentido común afirma que tampoco utiliza Efesios ni Colosenses, porque hay dudas razonables sobre si pertenecen a Pablo, sobre todo la segunda, y porque la investigación (¡confesional, naturalmente!) no se pone de acuerdo a este respecto.
Para hacer un resumen de la teología paulina, recurre la autora a diez páginas del artículo de Heike Omerzu, “Paul and Mark–Mark and Paul”, contenido en una obra conjunta que con el título: Mark and Paul. Comparative Essays Part II. For and Against Pauline Influence en Mark, (publicada por la editorial de Gruyter, de Berlín, también en una colección prestigiada: "Beihefte zur Zeitschrift für die neutestamentliche Wissenschaft. “Suplementos de la Revista de Estudios sobre el Nuevo Testamento”). Los responsables de esta colección de artículos sobre el tema de las relaciones entre Pablo y el V de Marcos son Eve-Marie Becker y Troels Engber-Pedersen.
Todo estupendo…; pero para una edición española podría haber recurrido a bibliografía española… ¡también! Pero la ignora. Con ello contribuye animosamente al proverbio Hispanicum est non legitur “Está escrito en español. ¡No se lee!”; o no se cita ni por los españoles mismos. Naturalmente en esto no estoy de acuerdo.
Y en la próxima entrega espero poder demostrarlo.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
www.antoniopinero.com
¡Salió ya a principios de noviembre la tercera edición de "Los Libros del Nuevo Testamento"! Justo al cumplirse un año. Es para estar muy contento y muy agradecido a los lectores que han apoyado esta obra… y a la Editorial Trotta que asumió el riesgo de publicar una obra con tantas páginas… y bien llenitas.