Juan 17,26: “Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos”.
Hay quien argumenta:
“Jesús dice que les está dando a conocer el nombre es decir, que antes no sabían ese nombre y qué es Jesús el que les está COMUNICANDO ese nombre, es decir, que antes, no lo conocían, pero ahora se lo está dando a conocer Jesús, de modo que debe ser un Dios que no conocen puesto que es Jesús el que les está dando a conocer ese nombre”.
Y añade que mi argumento de que Jesús no introduce un Dios diferente al del Antiguo Testamento, sino el mismo de todos los israelitas, a saber, Yahvé, “no se sostiene”.
Ruego que no se enfaden conmigo los lectores habituales de este medio, si les digo que si defienden que Jesús no era judío y que predicaba un Dios distinto al de Israel es un imposible histórico.
Los que sostienen esta extraña idea en el mundo académico no entienden a fondo el Evangelio de Juan. El nombre que Jesús, el revelador celestial --que desgraciadamente para los creyentes no es el Jesús histórico, sino el Jesús “fabricado” por los autores de este evangelio místico, no histórico—es la esencia (“nombre” como esencia de la persona en hebreo) íntima del Dios que naturalmente ningún israelita conoce hasta que ha llegado Jesús, repito, el revelador definitivo según el grupo johánico.
Antes de Jesús todos los israelitas conocían en “nombre” de Yahvé, pero imperfectamente; sólo Jesús revela su esencia íntima.
Lean, por favor el comentario de Gonzalo Fontana en “Los Libros del Nuevo Testamento” de Trotta del contexto (pp. 1398-1399). Se lo reproduzco aquí:
25 Os he dicho estas cosas en parábolas: hasta ahora, Jesús ha usado un lenguaje de imágenes veladas (véase 13,8-11; 13,16; 15,1-17; 16,21). En los LXX el término paroimía se utiliza para traducir el hebreo mashal que cubre una amplia gama de discursos figurativos, basados en elementos oscuros o enigmáticos: hasta el momento Jesús ha estado hablando de forma velada; sin embargo, después les hablará abiertamente acerca del Padre, el inaccesible (véase 1,18).
26 En ese día pediréis en mi nombre y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros: la frase no tiene un sentido claro: ¿quiere decir que la propia fe de los creyentes va a propiciar que estos puedan acceder a Dios directamente?
29 ahora hablas abiertamente: a pesar de que con mucho optimismo los discípulos creen haber entendido el mensaje de Jesús (véase 16,32), en realidad tendrán que esperar a que el Espíritu les dé auténtico entendimiento (véase 16,13).
30 Ahora sabemos que lo sabes todo: la frase subraya la omnisciencia de Jesús (véase 1,47-49; 2,23-25; 4,16-19).
Como pueden Ustedes observar, l deducción de que los discípulos “no conocían el nombre” y Jesús lo revela nada tiene que ver con que el Dios de Jesús no es Yahvé, el Dios común de todos los israelitas.
Por favor, lean el volumen “Los libros del Nuevo Testamento” de Trotta, edición comentada. Hay versión digital.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
NOTA:
Recuerden los residentes en Madrid:
Hoy, miércoles 16 de febrero 2022 a las 19.00 horas en el salón de actos de la biblioteca Municipal de Madrid "Eugenio Trías", "Casa de Fieras, Paseo Fernán Núñez 24 (en el Retiro) dialogaremos Javier Sierra (Premio Planeta) y yo sobre Los libros del Nuevo Testamento". Y estará también con nosotros otro Premio Planeta: Juan Eslava Galán. Entrada libre hasta completar aforo.
El diálogo será grabado por Radio Nacional de España, que lo emitirá cuando crea conveniente.