Notas

El tercer gran fragmento de la Primera carta conservada a los corintios (3-10-09)

Redactado por Antonio Piñero el Viernes, 30 de Octubre 2009 a las 06:32

Hoy escribe Antonio Piñero


El tercer gran tema de esta posible "1 Corintios" reconstruida a partir del análisis de la actual Primera Corintios, es grandioso: la institución de la eucaristía por parte de Jesús, según Pablo. Esta cuestión se aborda ampliamente en 11,23-34. Pero este asunto está imbricado en el capítulo 11 actual con otros dos temas:

1. La posición de la mujer respecto al varón según el punto de vista de la la creación por parte de Dios, tema tratado a propósito del comportamiento de las mujeres en las asambleas cristianas 1 Cor 11,2-16

2. Cuando se reúnen los cristianos a celebrar la Cena del Señor es después de una cena normal de fraternidad. Debería ser así, pero tal fraternidad brilla por su ausencia: no hay tal cena común, sino banquetes por grupos: los ricos con los ricos cenando espléndidamente; los miembros pobres con los pobres cenando de modo miserable. Este comportamiento anómal debe corregirse

Así pues, el texto del actual capítulo 11, con los tres temas conexos por tratarse de cuestiones en torno a la celebración comunitaria semanal que incluye la rememoración de la Cena del Señor, quedaría así:

A) Sobre la naturaleza de la mujer, su posición secundaria respecto al varón y cómo debe comportarse en las asambleas litúrgicas

“2 Os alabo porque en todas las cosas os acordáis de mí y conserváis las tradiciones tal como os las he transmitido. 3 Sin embargo, quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo; y la cabeza de la mujer es el hombre; y la cabeza de Cristo es Dios. 4 Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta a su cabeza. 5 Y toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta a su cabeza; es como si estuviera rapada. 6 Por tanto, si una mujer no se cubre la cabeza, que se corte el pelo. Y si es afrentoso para una mujer cortarse el pelo o raparse, ¡que se cubra! 7 El hombre no debe cubrirse la cabeza, pues es imagen y reflejo de Dios; pero la mujer es reflejo del hombre.

8 En efecto, no procede el hombre de la mujer, sino la mujer del hombre. 9 Ni fue creado el hombre por razón de la mujer, sino la mujer por razón del hombre. 10 He ahí por qué debe llevar la mujer sobre la cabeza una señal de sujeción por razón de los ángeles. 11 Por lo demás, ni la mujer sin el hombre, ni el hombre sin la mujer, en el Señor. 12 Porque si la mujer procede del hombre, el hombre, a su vez, nace mediante la mujer. Y todo proviene de Dios. 13 Juzgad por vosotros mismos. ¿Está bien que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta? 14 ¿No os enseña la misma naturaleza que es una afrenta para el hombre la cabellera, 15 mientras es una gloria para la mujer la cabellera? En efecto, la cabellera le ha sido dada a modo de velo. 16 De todos modos, si alguien quiere discutir, no es ésa nuestra costumbre ni la de las Iglesias de Dios.


B) Anomalías en los actos conexos con la "Cena del Señor"

17 Y al dar estas disposiciones, no os alabo, porque vuestras reuniones son más para mal que para bien. 18 Pues, ante todo, oigo que, al reuniros en la asamblea, hay entre vosotros divisiones, y lo creo en parte. 19 Desde luego, tiene que haber entre vosotros también disensiones, para que se ponga de manifiesto quiénes son de probada virtud entre vosotros. 20 Cuando os reunís, pues, en común, eso ya no es comer la Cena del Señor; 21 porque cada uno come primero su propia cena, y mientras uno pasa hambre, otro se embriaga. 22 ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O es que despreciáis a la Iglesia de Dios y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué voy a deciros? ¿Alabaros? ¡En eso no los alabo!


C) Pablo revela como ha recibido directamente en una visión del Señor la institución de la Eucaristía

23 Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, 24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío.» 25 Asimismo también la copa después de cenar diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mío.» 26 Pues cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga.

27 Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. 28 Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa. 29 Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo. 30 Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y muchos débiles, y mueren no pocos. 31 Si nos juzgásemos a nosotros mismos, no seríamos castigados.

32 Mas, al ser castigados, somos corregidos por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. 33 Así pues, hermanos míos, cuando os reunáis para la Cena, esperaos los unos a los otros. 34 Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, a fin de que no os reunáis para castigo vuestro. Lo demás lo dispondré cuando vaya ”.


Obsérvese lo que dice el final de este tercer bloque: “Lo demás lo dispondré cuando vaya”. El sintagma “lo demás” hace referencia a lo que ocurre también en torno a la Cena del Señor, probablemente después. Conviene saber que la ceremonia en la iba incluida la rememoración de la Cena del Señor constaba de vatias partes: una cena corriente, pero en común; al final la conmeoración del cena del Señor (fracción del pan y reparto de vino), asamblea litúrgica compuesta de himnos, cánticos espirituales, sermones y "profecías" u otros actos extáticos, por ejemplo "hablar en lenguas" realizados por los participantes.

Ese "lo demás" lo va a tratar oralmente Pablo en su próxima visita a los corintios. Ahora bien, nótese que este tema se aborda inmediatamente después, en los capítulos 12 y 13 (sobre los carismas espirituales que se hacen visibles en las reuniones comunitarias) de la carta actual.

Esto quiere decir que el editor ha unido dos partes distintas -de dos cartas distintas- por deseo de completar o abordar totalmente la cuestión: 1) la “Cena del Señor” y 2) la reunión que hay después (cuyas particularidades corregibles –repito- serían tratadas oralmente por Pablo en su visita personal a los corintios).

Por tanto, entre 11,23-34 y 12-14 hubo una visita del Apóstol a su comunidad. Lo que Pablo aborda en 12-14 es una precisión de lo que debió de tratar en la visita, y que ahora repite porque el tema era peliagudo y porque no fue totalmente comprendido. Por consiguiente, al parecer los capítulos 12-14 pertenecen a otra carta distinta que se redactó después de la visita a Corinto. Pero están unidos en la presente carta, la normalmente denominada Primera a los corintios, porque el editor unió los divesos tratamientos, cronológicamente sucesivos, del mismo tema.

Concluiremos el próximo día con el último gran tema de esta presunta/posible Primera Carta a los corintios, el de la resurrección de Jesús.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com

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En el otro blog de Religión digital el tema es:

“¿Se compuso el Evangelio de Marcos después del 70?”.

De nuevo saludos



Viernes, 30 de Octubre 2009
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