Hoy escribe Antonio Piñero
Tema: Seguimos con el mesías davídico, político-guerrero en tiempos en torno a Jesús.
Para hacernos una idea más completa aún de lo sabemos que significaba en el s. I en Palestina ser hijo de David tenemos otra excelente ayuda: la explicitación del concepto en el Targum palestinense a Gn 49,11-12.
Pero antes una aclaración: un targum es la traducción aramea de la Biblia hebrea. En Judea en el siglo I de nuestra era, la gene del pueblo hablaba arameo; el hebreo lo entendían sólo los cultos, que reservaban la lengua hebrea para la lectura de la Biblia y las discusiones eruditas en torno a ella. Ahora bien, la traducción al arameo no era literal, sino parafrástica, o a veces, abreviadora. Estos añadidos u omisiones nos ayudan a saber el pensamiento teológico de la época…, o al menos del “traductor” o meturgeman. Por cierto, este vocablo arameo se convierte en el español, popular, en “trujamán, como se recordará de “El Quijote”, por ejemplo.
He aquí el texto bíblico que luego se parafraseaba en la traducción sinagogal (Génesis 49,11-12):
No se irá de Judá el báculo, el bastón de mando de entre tus piernas. hasta tanto que se le traiga el tributo y a quien rindan homenaje las naciones; 11 el que ata a la vid su borriquillo y a la cepa el pollino de su asna; lava en vino su vestimenta, y en sangre de uvas su sayo; 12 el de los ojos encandilados de vino, el de los dientes blancos de leche.
Este pasaje se parafraseó así:
Cuán hermoso es
el Rey Mesías
que ha de surgir
de entre los de la casa de Judá.
Ciñe los lomos
y sale a la guerra contra los enemigos
y mata a reyes con príncipes.
Enrojece los montes
con la sangre de sus muertos
y blanquea los collados
con la grasa de sus guerreros.
Sus vestidos están envueltos en sangre:
se parece al que pisa racimos.
(Texto y traducción de M. Pérez Fernández, Tradiciones mesiánicas en el Targum palestinense. Valencia, Editorial San Jerónimo, 1981, p. 136 )
Esta es la pintura del primer momento de la acción guerrera del mesías. El traductor destaca el aspecto sangriento de la matanza de enemigos de Israel. Entonces se entendía que estos enemigos a liquidar eran los romanos.
En el verso siguiente el meturgeman, o traductor-parafraseador como dijimos, describe el segundo acto: tras el advenimiento del Reino, una vez vencidos los enemigos (los romanos), se instaura una era de paz y abundancia mesiánicas:
Cuán hermosos son
los ojos del Rey Mesías.
Como el vino puro.
[para no ver con ellos las desnudeces
ni el derramamiento de sangre inocente]
Sus dientes son más blancos
que la leche.
[Para no comer con ellos
lo arrebatado y lo robado].
Se tornarán rojos los montes
por las cepas
y sus lagares por el vino,
y blanquearán los collados
por la abundancia de trigo
y por los rebaños de ovejas.
Texto tomado omado de la misma obra y página: Los pasajes entre corchetes son, en nuestra opinión, interpolaciones secundarias, que rompen el ritmo del poema. De ningún modo nos parece que la 2ª parte, que acabamos de trascribir, sea una reacción para oponerse y negar la primera parte, anterior. No hay contradicción, sino una escena que se desarrolla en dos tiempos: la prier es la eliminación de los adversarios de Dios y de su mesías; la segunda es la implantación del Reino Mesiánico.
El poema es, por tanto, un testimonio tanto del concepto guerrero del mesías, como de la bienandanza material de Israel cuando, gracias al Mesías, logre vencer a su enemigos y se instaure el reino de Dios. Y creemos que esta traducción fue hehcha en unos tiempos muy cercanos a los de Jesús.
Seguiremos con otros textos de la época.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com
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• Hoy en el “Blog de Antonio Piñero” se trata del siguiente tema:
“Los apóstoles en la literatura apócrifa”
• Información sobre la película acerca de Jesús de Nazaret, titulada “El discípulo”:
www.eldiscipulofilm.com
Saludos de nuevo.