Hoy escribe Antonio Piñero
El segundo libro que deseo presentar esta semana pertenece a la misma serie y está editado por los mismos patrocinadores que el de la nota anterior, aunque el autor es distinto. Su ficha es la siguiente:
Mª del Carmen Fernández López, Edición crítica del “Libro de Isaías” de la Tercera Parte de la General Estoria (Col. digital “Biblias Hispánicas”. Cilengua /Fundación San Millán de la Cogolla, Logroño 2010, 74 pp. ISBN: 978-84-937654-7-7. Contiene un CD con la edición completa en versión electrónica.
Nos dice la autora en la “Introducción” que la tercera parte de la General Estoria alfonsí comprende los reinados de David y Salomón; por ello se incluyen traducciones de los diferentes libros bíblicos atribuidos a estos reyes: Salmos, Cantar de los Cantares, Proverbios, Sabiduría, Eclesiastés, algunas partes de los libros de los Reyes, Isaías y los profetas menores.
Como hemos visto en la nota anterior, antes del la época de Alfonso X se habían emprendido otras versiones romanceadas en España. Hemos presentado la E6, pero a la vez hemos hablado de la versión hermana, E8 con traducciones complementarias. Además de estas traducciones a partir del latín de la Vulgata había otras versiones realizadas desde el hebreo, en la obra denominada la Fazienda de Ultra Mar. ¡Qué pena que una empresa de este último tipo no se hubiera continuado en nuestro país en el siglo XIII pues había gente para realizarla…! Creo que he dicho alguna vez que la primera versión completa en España de la Biblia desde el hebreo y el griego es la de Nácar Colunga de los años 50 del siglo pasado! Y ¡pensar que en Alemania la tenían ya con la versión de Martín Lutero, Philip. Melanchton, Petrus Aurogallus en la primera mitad del siglo XVI…!
En la Península Ibérica convivieron durante mucho tiempo, desde los inicios del cristianismo bien asentado, dos versiones latinas de la Biblia: la llamada Vetus Latina hispana, que incorporaba una versión anterior a la de san Jerónimo, que en parte debió de hacerse en el norte de África, tan latinizado, y la Vulgata, que penetró pronto también en la Península. La influencia de esta última se hizo enseguida patente y predominante
Por otro lado –nos informa la autora del libro que presentamos, en la Introducción- la dominación de los árabes en España contribuyó no poco al alejamiento de Europa e hizo que en los pasajes difíciles de la Biblia se notara un influjo de las versiones hebreas, que podían ser nativas en la Península. De cualquier modo, la Vulgata acabó triunfando totalmente y la Vetus se olvidó. Parece claro, además, que el texto de la “Biblia de París, es decir el modelo sorbónico fue el texto latino más difundido en Castilla y la base de la traducción de la General Estoria.
Es interesante señalar que ya se usaba en esta época un sistema de capítulos parecido al nuestro, un orden fijo de los libros bíblicos y que circulara un glosario de nombres hebreos (si no me equivoco, el orden de capítulos casi igual que el actual fue establecido por J. Wicliffe en su versión al inglés en Inglaterra, también desde la Vulgata, en el siglo siguiente, el XIV. Un tercio del libro que presentamos está dedicado a un estudio crítico del texto para establecer con el mayor detalle posible el modelo latino seguido en la General Estoria.
Otro detalle curioso de la versión alfonsina de la Biblia en la General Estoria es que no es literal como la que presentamos en el manuscrito comentado en la nota de ayer (E6). Además de la traducción, la alfonsí contiene glosas explicativas, interpolaciones y notas, amén de otras ilustraciones textuales. En efecto, haciendo honor a su nombre, en la General Estoria las traducciones bíblicas se ven de repente interrumpidas para tratar de otros temas que los autores creen de alguna manera relacionados. Así, a propósito del hilo de la narración de la Tercera Parte se narra la Guerra de Troya, la historia de los godos, la vida de Salomón y los primeros años de los pueblos gentiles durante el reinado de este rey.
El segundo apartado del libro presente se dedica a la crítica del texto que se edita. En concreto, la autora estudia cómo se ha transmitido el Libro de Isaías en la General Estoria (es decir, hace un árbol genealógico de los códices para ver cuál es el más antiguo o el de mayor valor); cómo hay que establecer científicamente el texto a base de la valoración de las variantes entre los manuscritos y la estimación de los aspectos lingüísticos y textuales dentro la transmisión dentro de la obra alfonsina, tal como antes se ha determinado.
En el apartado tercero y último, antes del texto, se presenta un estudio el manuscrito escogido como base (De Évora, que lleva la sigla R), y se describe cómo y con qué método se transcribe el texto, cómo se rellenan las lagunas que presenta gracias al contenido de otros manuscritos, cómo se corrigen los errores y cómo está formado el aparato crítico del texto castellano, es decir, la presentación de las variantes entre los manuscritos.
Esta edición no sólo ofrece el texto castellano, sino también una reconstrucción del texto latino de la Vulgata (con su correspondiente aparato crítico) lo más cercana posible al modelo latino que manejaron los alfonsinos a la hora de traducir.
En síntesis, una edición con todas las de ley siguiendo las normas usuales de la filología, cuya finalidad es hacer una buena tarea de reconstrucción de cómo era el texto que salió del scriptorium alfonsí en el siglo XIV.
Sin este tipo de ediciones, modélicas, el futuro trabajo de las Biblias hispánicas de hacer una historia de la exégesis española, de cómo se interpretaba la Biblia en la Península, sería defectuoso o cojo. Así que bienvenidos todos estos estudios básicos. Es muy posible que la historia de la interpretación bíblica española depare agradables sorpresas en un futuro muy cercano. El Prof. García Turza ha creado también una Revista de Biblias Hispánicas en donde se irán publicando los trabajos preparatorios para la futura historia de la exégesis española hasta el siglo XX.
Deseo insistir en que el volumen, como el anterior, trae el texto en CD..., lo que es una gran comodidad a la hora de trabajar con él.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
El segundo libro que deseo presentar esta semana pertenece a la misma serie y está editado por los mismos patrocinadores que el de la nota anterior, aunque el autor es distinto. Su ficha es la siguiente:
Mª del Carmen Fernández López, Edición crítica del “Libro de Isaías” de la Tercera Parte de la General Estoria (Col. digital “Biblias Hispánicas”. Cilengua /Fundación San Millán de la Cogolla, Logroño 2010, 74 pp. ISBN: 978-84-937654-7-7. Contiene un CD con la edición completa en versión electrónica.
Nos dice la autora en la “Introducción” que la tercera parte de la General Estoria alfonsí comprende los reinados de David y Salomón; por ello se incluyen traducciones de los diferentes libros bíblicos atribuidos a estos reyes: Salmos, Cantar de los Cantares, Proverbios, Sabiduría, Eclesiastés, algunas partes de los libros de los Reyes, Isaías y los profetas menores.
Como hemos visto en la nota anterior, antes del la época de Alfonso X se habían emprendido otras versiones romanceadas en España. Hemos presentado la E6, pero a la vez hemos hablado de la versión hermana, E8 con traducciones complementarias. Además de estas traducciones a partir del latín de la Vulgata había otras versiones realizadas desde el hebreo, en la obra denominada la Fazienda de Ultra Mar. ¡Qué pena que una empresa de este último tipo no se hubiera continuado en nuestro país en el siglo XIII pues había gente para realizarla…! Creo que he dicho alguna vez que la primera versión completa en España de la Biblia desde el hebreo y el griego es la de Nácar Colunga de los años 50 del siglo pasado! Y ¡pensar que en Alemania la tenían ya con la versión de Martín Lutero, Philip. Melanchton, Petrus Aurogallus en la primera mitad del siglo XVI…!
En la Península Ibérica convivieron durante mucho tiempo, desde los inicios del cristianismo bien asentado, dos versiones latinas de la Biblia: la llamada Vetus Latina hispana, que incorporaba una versión anterior a la de san Jerónimo, que en parte debió de hacerse en el norte de África, tan latinizado, y la Vulgata, que penetró pronto también en la Península. La influencia de esta última se hizo enseguida patente y predominante
Por otro lado –nos informa la autora del libro que presentamos, en la Introducción- la dominación de los árabes en España contribuyó no poco al alejamiento de Europa e hizo que en los pasajes difíciles de la Biblia se notara un influjo de las versiones hebreas, que podían ser nativas en la Península. De cualquier modo, la Vulgata acabó triunfando totalmente y la Vetus se olvidó. Parece claro, además, que el texto de la “Biblia de París, es decir el modelo sorbónico fue el texto latino más difundido en Castilla y la base de la traducción de la General Estoria.
Es interesante señalar que ya se usaba en esta época un sistema de capítulos parecido al nuestro, un orden fijo de los libros bíblicos y que circulara un glosario de nombres hebreos (si no me equivoco, el orden de capítulos casi igual que el actual fue establecido por J. Wicliffe en su versión al inglés en Inglaterra, también desde la Vulgata, en el siglo siguiente, el XIV. Un tercio del libro que presentamos está dedicado a un estudio crítico del texto para establecer con el mayor detalle posible el modelo latino seguido en la General Estoria.
Otro detalle curioso de la versión alfonsina de la Biblia en la General Estoria es que no es literal como la que presentamos en el manuscrito comentado en la nota de ayer (E6). Además de la traducción, la alfonsí contiene glosas explicativas, interpolaciones y notas, amén de otras ilustraciones textuales. En efecto, haciendo honor a su nombre, en la General Estoria las traducciones bíblicas se ven de repente interrumpidas para tratar de otros temas que los autores creen de alguna manera relacionados. Así, a propósito del hilo de la narración de la Tercera Parte se narra la Guerra de Troya, la historia de los godos, la vida de Salomón y los primeros años de los pueblos gentiles durante el reinado de este rey.
El segundo apartado del libro presente se dedica a la crítica del texto que se edita. En concreto, la autora estudia cómo se ha transmitido el Libro de Isaías en la General Estoria (es decir, hace un árbol genealógico de los códices para ver cuál es el más antiguo o el de mayor valor); cómo hay que establecer científicamente el texto a base de la valoración de las variantes entre los manuscritos y la estimación de los aspectos lingüísticos y textuales dentro la transmisión dentro de la obra alfonsina, tal como antes se ha determinado.
En el apartado tercero y último, antes del texto, se presenta un estudio el manuscrito escogido como base (De Évora, que lleva la sigla R), y se describe cómo y con qué método se transcribe el texto, cómo se rellenan las lagunas que presenta gracias al contenido de otros manuscritos, cómo se corrigen los errores y cómo está formado el aparato crítico del texto castellano, es decir, la presentación de las variantes entre los manuscritos.
Esta edición no sólo ofrece el texto castellano, sino también una reconstrucción del texto latino de la Vulgata (con su correspondiente aparato crítico) lo más cercana posible al modelo latino que manejaron los alfonsinos a la hora de traducir.
En síntesis, una edición con todas las de ley siguiendo las normas usuales de la filología, cuya finalidad es hacer una buena tarea de reconstrucción de cómo era el texto que salió del scriptorium alfonsí en el siglo XIV.
Sin este tipo de ediciones, modélicas, el futuro trabajo de las Biblias hispánicas de hacer una historia de la exégesis española, de cómo se interpretaba la Biblia en la Península, sería defectuoso o cojo. Así que bienvenidos todos estos estudios básicos. Es muy posible que la historia de la interpretación bíblica española depare agradables sorpresas en un futuro muy cercano. El Prof. García Turza ha creado también una Revista de Biblias Hispánicas en donde se irán publicando los trabajos preparatorios para la futura historia de la exégesis española hasta el siglo XX.
Deseo insistir en que el volumen, como el anterior, trae el texto en CD..., lo que es una gran comodidad a la hora de trabajar con él.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com