Escribe Antonio Piñero
Acaba de salir un nuevo libro mío, que es un tanto raro, porque se trata de una entrevista que el académico mexicano, Javier Ruiz de la Presa me ha hecho desde México –sobre el tema “Jesús de Nazaret” y el cristianismo primitivo a través de multitud de correos electrónicos, y durante un período de casi dos años.
El Dr. De la Presa había leído algunos libros míos y tenía ganas de que fuera a México como profesor visitante y si fuera posible a la Feria de Guadalajara. Tenía también ganas de conocerme en persona. Así que como carta de presentación –ya que por desgracia los libros españoles se difunden menos en México de lo que debieran y en general en la América de lengua hispana– pensamos que sería bueno un libro, publicado en México, en el que hiciera una suerte de síntesis de mi pensamiento en torno a los temas mencionados. Pero a veces, las preguntas son curiosas y no usuales.
A lo largo de la entrevista escrita ofrezco, pues, en la mayoría de ocasiones un punto de vista muy personal sobre lo que creo que fue la naturaleza de Jesús, su misión, su vida más o menos pública que –según Javier dela Presa– es “profunda y cercana a la vez”, como fruto de tantas décadas de estudio, reflexión e investigación sobre Jesús y su entorno.
Y el libro es raro porque a modo de Epílogo, el entrevistador me “obliga” a contestar preguntas sobre mí mismo, incluso sobre mi particular transformación acerca de mi percepción de sentir religioso –algo que, a la verdad, nunca había hecho–, de modo que el libro termina de un modo insólito, muy diferente al de otras obras mías.
He aquí el breve índice de contenidos:
Introducción
» La importancia de leer a Antonio Piñero
» Antonio Piñero y el nuevo socratismo
» Lo que debemos a Antonio Piñero
El DIÁLOGO: 89 preguntas y sus respuestas
Epílogo: Semblanza autobiográfica de Antonio Piñero
»¿Racionalista y escéptico
»El Antonio Piñero novelista
»Sus grandes pasiones
»Si tuviera que elegir
»¿Qué reconocería en sí mismo
Índice analítico de materias
Como muestra, indico que las preguntas son del estilo siguiente:
· En la disputa sobre la formación judía de Jesús hay quienes lo consideran un judío iletrado. Ud., por el contrario cree que Jesús, por causa de su oficio, sabía griego y posiblemente latín. ¿Podría haber, además, una formación teológica en su juventud y conocer la tradición judía en sus fuentes?
· ¿Se podría decir que, en conjunto, lo cual abarca el destino trágico en la cruz, Jesús era un idealista, en el sentido de que esperaba demasiado de la gente? ¿Habría que decir, como hacía Nietzsche, que si Jesús hubiese vivido más tiempo habría cambiado radicalmente su cosmovisión e, incluso, la interpretación que hacía de sí mismo?
· ¿Es posible que Jesús, además de ser discípulo de Juan el Bautista, haya tenido un contacto personal con los esenios, dado que hay algunos puntos de contacto en la ética de ambos?
· ¿Tiene sentido hablar de que Jesús se conocía a sí mismo no sólo como profeta carismático y discípulo del Bautista sino también como “enviado” o “ungido del Padre”?
· ¿Se consideraba Jesús a sí mismo el mesías de Israel?
· ¿En qué sentido se consideraba Jesús a sí mismo el Hijo del Hombre?
· En su libro Guía para comprender el Nuevo Testamento afirma que algunas mujeres entre los discípulos “sintieron vivamente que no era posible que Jesús, tan admirado y querido, hubiese desaparecido para siempre”. Añade que en algunas de ellas surgió la certeza de que Jesús continuaba vivo en medio de los que le amaban... como una presencia espiritual que casi podía palparse. Nos explica que una forma de expresar este sentimiento era decir que el muerto había resucitado. De aquí surgen preguntas para mí: Las mujeres -como por ejemplo, María Magdalena- ¿habrían sido la causa o, al menos, el detonante de la creencia colectiva en el Jesús resucitado, del lado de los apóstoles y las primeras comunidades cristianas orientales? (p. 228 de su obra).
· Para decirlo al modo de Adorno: ¿Es posible creer en un Dios providencial -no sólo en el Arquitecto Universal de los estoicos- después de Auschwitz?
· La teología confesional -por ejemplo la de un hombre optimista, ilustrado, disidente y liberal como Hans Küng– ¿no tiene el defecto de no dar suficiente peso al estudio del Jesús histórico?
¿Qué importancia tienen los apócrifos del Antiguo Testamento para entender el pensamiento de Jesús y los orígenes del cristianismo?
Y así hasta 89 preguntas. El libro está publicado por la Editorial Adaliz, de Sevilla (la misma que “Ciudadano Jesús”. ISBN: 978-84-947657-5-9. 332 páginas en formato de 15x21. Precio 16,50 euros. Está pensado para venta por correo (el porte es gratis). Pero también se puede pedir por medio de la librería usual de cada uno.
El enlace para la compra es: http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html
Saludos cordiales de Antonio Piñero